Capítulo 1

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 22:00 Distrito de Umeda, barrio Kita-ku, Osaka.

-¡¿Cómo que no tienes el dinero?!-

-Deme un poco más de tiempo, por favor, Reita-sama...-rogaba el pequeño empresario

-Te hemos dado mucho margen, Takuma-ladeó la cabeza-No podemos perder más el tiempo contigo...-hizo un gesto con la cabeza señalando a sus acompañantes-Deshaceos de él-

Y dicho esto se dio media vuelta mientras sus matones se llevaban a aquel pobre hombre.

Salió a la calle y el viento cálido de primavera balanceó su cabello teñido. Se encendió un cigarrillo y dio una calada larga, mirando hacia arriba.

-¿Qué? ¿Un día duro, Akira?-apareció otro chico, de pelo negro y mirada felina, y le puso una mano sobre el hombro al primero

-Un poco-

-Ya nos hemos encargado de todo, no te preocupes-el pelinegro curvó los labios en una sonrisa zorruna-Ven, vamos a un sitio-lo tomó del brazo y empezaron a caminar

-¿A dónde me llevas, Shinji?-

-A un sitio, he dicho, no seas aguafiestas... A ver, ¿qué día es hoy?-

-27 de Mayo-

-¿Y qué pasa hoy?-

-Que es mi cumpleaños...-

-Exacto, y por eso tu socio tiene una sorpresita para ti-

Caminaron por las calles iluminadas de neones durante unos minutos hasta que llegaron a un pequeño local en cuyo cartel lucía una palabra extraña, pero conocida para el rubio:

-¿Nyotaimori? No voy a comer sushi sobre una chica desnuda-

-Cállate y entra, Akira-

Nada más cruzar la puerta de madera una mujer madura que vestía un kimono de verano los recibió:

-Muy buenas noches, señores, ¿en qué puedo ayudarles?-

-Sí, tengo una reserva, a nombre de Tora-le guiñó un ojo

-Oh, ya...-la mujer pareció comprender-En la parte de atrás-señaló-Espero que lo difruten-

-Descuide, lo haremos...-

Ambos hombres avanzaron hasta la parte trasera del local, donde se encontraba una puerta del mismo diseño que las otras con un letrero:

''Prohibido el paso a personal no autorizado''

A pesar de la advertencia avanzaron hasta una sala mal iluminada, con una mesa baja en el centro, la cual tenía algunos cojines para sentarse a su al rededor. Pero lo más interesante, lo que dejó a Reita con la boca abierta, fue lo que se encontraba sobre la mesa.

Un chico rubio, joven y muy atractivo, completamente desnudo. Estaba atado para evitar que se moviera, y parecía de lo más asustado. En la parte superior de su cuerpo yacía una hoja cubierta de sushi. En la parte inferior, en cambio, un pulpo cubría su entrepierna.

-Shinji, ¿qué cojones es esto?-

-Tu regalo de cumpleaños-

-¿Qué?-

-Es nantaimori...lo mismo que el nyotaimori...pero con un chico-susurró esto último muy cerca del oído del rubio, lo cual le hizo estremecerse

Reita tragó saliva y avanzó un par de pasos.

-Es muy guapo-acarició el rostro de aquel chico-Y parece dulce-

-Sabía que te gustaría, hay un coche fuera para que nos lo llevemos a casa-

-¿Qué?-

-Ya era hora de que tuvieras tu mascota propia, Akira, no puedo estar siempre prestándote la mía-Tora sonrió con coquetería-¿Y ahora qué hacemos? ¿Te dejo solo o quieres que te ayude a domarlo?-

-No es necesario pero...este escenario no me va mucho-miró al rededor, asqueado-Parece todo tan sucio...-

-Puede ser...-esta vez fue Tora el que avanzó, y se llevó uno de los pedazos de sushi que reposaban en el pecho del chico a la boca-Pero esto está buenísimo-

Reita sonrió de lado.

-No tienes remedio...-

-Oh, vamos, prueba un poco-cogió otro trozo y se lo llevó directamente a la boca al rubio

-Mm...-este separó sus labios a regañadientes y lo probó-Bueno...no está mal...-

-Oh, vamos, no he hecho tan mala elección, el chico te ha gustado, ¿no?-ladeó la cabeza-Venga, admítelo, admítelo, ¿Tora ha hecho bien su trabajo? ¿He sido un buen chico?-sacó la lengua y respiró fuertemente como si fuera un perrito

-Sí, has sido un buen chico-acarició su cabeza y le despeinó-Ahora vámonos de aquí, siento que si toco algo me contagiaré de VIH, o algo parecido-

-Claro, claro, todos sabemos que estás deseando saber qué hay debajo del pulpo-Tora le guiñó un ojo, para luego darle un par de palmadas en el hombro y salir de allí

Reita se quedó solo, y clavó su mirada en la del chico.

-Realmente precioso...-murmuró

-Entonces, ¿os lleváis a Ruki?-repentinamente la mujer que los había atendido apareció en la sala, junto a Tora

-Sí...-Reita asintió

-Lo prepararemos, pueden retirarse al coche cuando lo deseen-la mujer sonrió amablemente

Los dos hombres obedecieron y se subieron al coche que los esperaba fuera de aquel local. Poco después trajeron al tal ''Ruki'', con un Kimono granate de seda y las manos atadas aún y lo colocaron en los asientos de atrás.

-Madre mía, pobre niñito-señaló Tora, que se encontraba en el asiento del copiloto-Si parece que va a llorar en cualquier momento-

-Ruki-lo llamó Reita, mirándolo a través del espejo, desde su asiento al volante

Inmediatamente obtuvo la atención del pequeño rubio.

-Relájate-

Este asintió, y arrancaron el coche. El trayecto no duró más de veinte minutos. Finalmente estaban frente a una casa, a las afueras de la cuidad. Jardín, dos pisos, perfecta. Podría pasar por cualquier casa normal donde viviera un matrimonio rico...

El motor dejó de sonar, y Tora fue el primero en salir.

-Bueno, te prepararé la habitación, tú llévalo tranquilamente-

Reita asintió y abrió la puerta trasera del coche:

-Vamos, Ruki, ven conmigo-le tendió la mano, pero este se mantuvo dentro del coche-No tengas miedo, no te haré daño-sonrió amablemente para darle confianza

Y Ruki tomó su mano. Caminaron hasta la puerta y subieron al piso de arriba. Tora esperaba en la puerta de una habitación.

-Ala, ya tienes el picadero listo, he llevado a Uruha a mi cuarto. Suerte, campeón-

Y dicho esto Tora desapareció por el pasillo. Reita no apartó su mirada de él hasta que lo perdió. Luego tomó a Ruki de la cintura y lo metió en la habitación.

La puerta se cerró con un golpe sordo. Y Ruki lloró.

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