Las puertas de aquel Ford Mustang blanco se abrieron y ambos ''maestros'' fueron los primeros en bajar, para así poder abrir las puertas traseras y dejar salir a las ''mascotas''.
De la misma manera que antes, Uruha se posicionó detrás de Tora, y Ruki tomó del brazo a Reita.
-Hoy puedes ir a mi altura, porque es tu presentación, pero a partir de ahora tendrás que hacer lo mismo que Uruha y colocarte detrás de mí, y seguirme a todos lados.-comentó Reita en voz baja, mientras se dirigían a las puertas de la mansión
Un hombre afroamericano de complexión musculosa se hallaba bloqueando la entrada.
-Probablemente esto sea lo único occidental de esta mansión-bromeó Akira
Y tenía razón, Ruki jamás había entrado a un edificio tan tradicional; parecía la casa de un señor feudal del periodo Sengoku.
Se descalzaron en la entrada y una apacible mujer de edad avanzada se encargó de sus zapatos. Caminaron por los pasillos de la mansión hasta que una bifurcación apareció en su camino. Una puerta a la izquierda, otra a la derecha. Los dos hombres de los hakamas se decantaron por la primera opción. Reita soltó el brazo de Ruki, y lo dejó solo.
Ruki miró a su derecha; Uruha deslizaba la puerta corredera lentamente. Supuso que debía seguirlo. Y lo hizo.
Una vez más, un nuevo mundo se abrió ante él. Hombres hermosos vestidos con costosos kimonos y elaborados peinados, arreglándose los unos a los otros.
-Tranquilo, pequeño, ahora estás entre hermanos-lo tranquilizó Uruha
Y por una vez, el castaño se relajó. Dejó de ser como era, dejó los modales refinados a un lado y se sentó junto a la mesa. Subió algunos centímetros la falda de su kimono para poder cruzar las piernas y se sirvió una copa de sake.
Ruki no sabía que hacer, hasta que un chico se acercó a él. Su cabello estaba teñido de un rubio tan claro que podía parecer blanco, y estaba peinado con las puntas hacia fuera. Un velo negro, casi transparente, cubría su rostro por debajo de sus ojos. Estos estaban largamente delineados, haciéndolos parecer más rasgados de lo que realmente eran. Parecía amable. Llevaba un tsukesage negro con flores blancas que iban desde el hombro derecho a su mano contraria. Probablemente era la única persona en aquella sala que vestía esas galas.
-Oh, tú debes de ser el nuevo... ¿Akira te escogió? Debes ser bueno-
-Ciertamente no, es un novato-comentó Uruha, que ya iba por su tercera copa-Estoy a su cargo-
-Oh, vaya... Yo soy Aoi, déjame explicarte un par de cosas sobre lo que ocurrirá hoy... Como ya supondrás, nosotros somos ''mascotas'' de otras personas. Esto es una competición constante, así que da lo mejor de ti si quieres seguir vivo. Me explico: Ahora mismo te vamos a presentar, y todos podrán verte. Si alguien con un poder superior al de tu amo te reclama, debes complacerle. Si lo consigues, te escogerá como su nueva mascota, y subirás de nivel-
-¿Y que pasaría con la anterior mascota de esa persona?-un silencio aterrador se formó en la sala al formular esa pregunta
-¡Harakiri! ¡Nos obligarán a morir como perras deshonradas!-gritó Uruha, que ya estaba bastante bebido
-No le hagas caso-comentó Aoi-Tiene problemas con el alcohol...Uruha iba camino de mi puesto, como mascota del jefe, pero por alguna razón se quedó estancado en Tora...y ya nadie lo requiere, así que los novatos de rango bajo están peleando porque Tora los escoja...Pero por algún motivo que desconozco él sigue prefiriendo a Uruha. Por eso creo que él quiere entrenarte a ti para que ocupes su lugar... Tora es una de las pocas personas que podrían requerirte; por suerte para ti Akira tiene un rango bastante alto. Pero a pesar de ello nunca había entrado en el juego.
-¡Mentira, él me ha utilizado muchas veces!-gritó Uruha, que ya se encontraba en el suelo, con el kimono mal puesto
-Oh, bueno, por supuesto si tu amo le da permiso, alguien inferior a él puede tomarte, así que técnicamente dependes de Akira-Aoi se dio la vuelta y se dirigió a Uruha, para colocarle bien la ropa-Me temo que este chico no asistirá a la reunión de hoy...-
-A...Aoi-san...una pregunta...Si usted es la mascota del jefe... ¿Por qué está aquí?-
-El que tiene privilegios por su posición es mi amo, no yo. La única diferencia entre tú y yo es que yo llevo mi rostro cubierto-
-¿Y por qué?-
-Porque yo ya no estoy en el mercado, nadie puede requerirme, nadie debe mirarme demasiado, o será castigado-
La puerta corrediza se abrió de repente, y Tora hizo acto de presencia.
-¡Tora-san! ¿Qué hace usted aquí?-preguntó Aoi, inclinándose unos noventa grados, seguido por el resto de la habitación, menos Uruha, por supuesto
-La reunión comenzará ahora, pero mucho me temo que no voy a asistir-observó al castaño en el suelo-Así que me lo llevaré...-lo tomó en brazos y suspiró ampliamente antes de marcharse de allí
-Hace mucho que Tora-san no se presenta a las reuniones-murmuró Aoi-Bueno, pequeño Ruki, tenemos que prepararte para lo que te espera... Ahora habrá una celebración; comida, bebida, intercambio de parejas... Tú estarás sentado en el lugar de honor, con Akira. Yo estaré cerca con mi señor, así que no te preocupes por nada. Se acercarán a hablarte, a valorarte, a juzgarte... Te preguntarán por tu nombre, tu edad, tu experiencia... Y debes contestarles a todos, por duras que sean las preguntas. Así que tienes que ser fuerte. Más tarde vendrá el plato principal. Al final de la noche, todas las mascotas desaparecerán, y los amos se reunirán al rededor de una larga mesa. Tú te desharás de tu ropa y caminarás encima de ella, luciendo tu fundoshi escarlata. Así ellos podrán verte ''por completo'', pero respetando la actual propiedad de Akira. Él también estará entre ellos. Entonces será cuando decidirán si quieren reclamarte. Los interesados deberán levantarse y subirse a la mesa. Si hay más de un interesado librarán una batalla con espadas de bambú sobre la misma. Lo más probable es que ninguno se levante precisamente para no tener que enfrentarse. Porque cuando dos hombres se suben a la mesa, no existen los rangos, nadie tiene preferencia para escogerte. Sin embargo, si nadie se sube, sigue existiendo una jerarquía, y los de escala más elevada se llevarán su trofeo sin tener que mancharse las manos.-
Aoi hizo una pausa, para que Ruki fuera asimilando la información.
-Pero volvamos a lo que ocurrirá después; si nadie te elige deberá ser Akira el que se suba a la mesa, y te atará con las cintas de su hakama, para simbolizar que eres suyo; y desapareceréis detrás de la puerta corredera. Deberá tomarte allí. Y todos en el salón deberán oírlo, así que Akira se asegurará de hacerte gritar. El resto de amos deberán permanecer sentados en la misma posición mientras ocurre. Cuando acabéis tú te retirarás a una habitación contigua, y Akira entrará al salón, con tu fundoshi totalmente deshecho entre manos. Lo dejará caer al suelo, y el juego habrá finalizado. Una vez que Reita salga de la sala los amos irán haciendo lo propio, en el órden jerárquico. Y entonces todo tocará a su fin-
Ruki tragó saliva.
No iba a ser una reunión fácil.
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Nantaimori
FanfictionMinami, Osaka. Un lugar lleno de crimen, drogas y prostitución. Los clubs y la yakuza poblan la ciudad. Puedes tener suerte, ser un chico malo, entrar en un clan de la mafia, y controlar un barrio. O puedes no tenerla tanto, ser un chico bueno, y ac...