Con amor, Lulú

"Preciosa"

-Maldita sea...--grité amarga al no poder terminar de subir el cierre de mi vestido. Este tipo de prendas era lo más incómodo que una mujer podría usar, resaltaba aquellas curvas imaginarias que según muchos, hacían dar escalofríos de la impresión, pero lo peor aún no llegaba, unos tacos de nueve centímetros seguían observándome desde una esquina del baño.

Exhausta, terminé de vestirme, y me lance como un saco de papas a la cama. Con mis manos debajo de mi cabeza, recordaba la ligera sorpresa de Viktor ante la noticia, aunque realmente no le afectó casi nada.

Nadie, a excepción de Pyotr y yo, sabía de la gran rivalidad entre el presidente y Viktor. Sus familias estaban unidas por ese longevo e irrompible lazo de amistad que fue un gran asombro el descubrir como los descendientes de ambas sentían una envidia y rencor mutuo.

Cabe mencionar como esta gélida enemistad creció en gran tamaño cuando Viktor se acostó con la novia del presidente, el día de su boda. Fue una locura...según me contó Viktor, el culpable era el presidente ya que este, de cierta manera, obligó a la chica a casarse con él en forma de gratitud por haber pagado la gran deuda que debía el padre de esta. Y lo más gracioso de todo, es que de esa apasionada y misteriosa relación haya nacido Pyotr.

Vi el reloj...eran las 4 en punto. Con pereza, me levanté dirigiéndome al baño para retocar mi rostro y peinarme, algo no muy exagerado, con el cabello libre de ataduras. Iba a esperar que viniera Pyotr por mí pero preferí apresurarme.

Lo primero que vi cuando llegué al lobby fue a Viktor vestido con un terno clásico, sentado en uno de los sillones de pieles, con un vaso de whisky en mano y dos guardaespaldas a pocos centímetros de él, hablando entre ellos. Camine hacia donde estaban y Viktor notó mi presencia en pocos segundos.

-Pequeña... te ves hermosa; deberías vestirte así más seguido...

-Y tú deberías esperar a que la noche llegue para recién disfrutar de una buena borrachera, ¿no crees?

-Tranquila Lou... es solo un whisky, para pasar el rato de aburrimiento...--¿Se sentirá algo apático o al menos intranquilo con la muerte del presidente? Quién sabe...

Y ahí venía Pyotr...tarde como siempre. Cuando fijó su vista en mí, me recorrió por completo... desde la punta de mis tacones, pasando por la larga abertura que tenía el vestido negro desde mi muslo, deteniéndose un tiempo casi notorio en mi pronunciado escote para finalizar con su recorrido en mis ojos. Pobre tonto encandilado.

-Hijo... hasta que te dignas a aparecer...--dijo Viktor suspirando exageradamente.

-Me quedé dormido, padre...-- mencionó casi como un murmullo.

-Vamos, no tenemos más tiempo que perder... el viaje hacia el palacio mayor no es tan corto como piensan.

Íbamos rumbo al coche cuando sentí como alguien se me acercaba y me susurraba en el oído...

-Te ves preciosa con ese vestido...

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Gracias por soportar mis desapariciones... prometo hacer lo mejor que pueda para publicar nuevos capítulos más seguidos...

Ojalá les guste el capítulo de hoy...dejen sus comentarios que me animan bastante :3

Besos