Estoy canzada del sufrimiento en los niños, de las bellezas en potencia esperando a encajar en cada estereotipo, de los amores eternos que son imposibles, de los adultos encadenados a una rutina, de cada grito que infla algún mundano pecho, de que las personas nos cegemos ante la razón para permanecer en la comodidad, de las peleas interminables, de los sentimientos no correspondidos, de los comentarios sin fundamento, en fin, estoy harta de cada estúpido rasgó de cada infeliz persona, me perturba ver unos ojos luminosos ante la idea de cumplir un sueño, de esos carnosos y desteñidos labios que bailan al componer en la mente una sinfonía de palabras, estoy cansada de que todos se sientan insignificantes y con pánico, me cansé de tener que estar siempre a la defensiva, de no poder confiar en nadie, de ver la inocencia perdida en niños y jóvenes, de saber que hoy en día ya no se busca el amor y se inculca el odio y la exclusión, estoy simplemente hasta la madre de que las personas dejen de ser personas y se conviertan en lo que la sociedad quiere ver, simplemente estoy cansada de cada individuo escondiendo su verdadero sentir por temor a no ser aceptado en una sociedad inculta como la nuestra.
