Es difícil creer que todo lo que un día te dio propósitos para seguir adelante y sonreír a terminado con un estúpido y doloroso "adiós", un adiós inundado de dolor al creer que la única persona que acepto y aprendió a querer a toda la porquería que eres se marchara para nunca volver, un adiós que te obligará a dejar ir una gran parte de ti, pero es aun mas difícil decirle adiós a alguien que ya se ha marchado.
Es aun mas difícil poder continuar con nuestra mísera vida cuando creemos que uno de los mayores motivos que nos impulsaba a seguir se ha marchado, dejándonos con una agonizante nostalgia y en compañía de nosotros mismos pero que ahora ya no reconocemos, puesto que ya nos habíamos convertido en todo lo que la otra persona quería, dejando de lado todo lo que nosotros éramos o fuimos, pero es aún peor extrañar a alguien que se a olvidado de nosotros, alguien para quien ya no significamos nada.
Es difícil decir adiós cuando sientes que te estas ahogando con ese estúpido nudo en la garganta que esta lleno de momentos vividos y que en un futuro no muy lejano serán olvidados, con lágrimas en los ojos inundadas de esperanzas inútiles que solo serán votadas a la basura, pero aveces es mejor decir adiós y no voltear al pasado.
