Capítulo 20: Perdóname

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-Narra Mérida-

Al llegar al palacio, mis padres estaban junto a los de Jack, ahora todos me verían en este estado. Como era de esperarse mi madre preguntó por qué lloraba, le dije que por nada.

No le iba a decir "Me acabo de enterar de que mi novio me engañaba con una joven la cual es su prometida por cierto jamás me dijo que se iba a casar. Si lo quieren matar tienen todo el derecho" decir eso sería una de las estupideces más grandes que haría en mi vida.

Jack, que también estaba junto a ellos de seguro hablando sobre los preparativos de la boda; al verme rápidamente dejó de conversar y me siguió, yo, en el intento fallido de entrar a mi habitación ya me había tomado del brazo, haciendo que sus profundos ojos azules miraran los míos.

-¿Qué pasó? Tanto te incomodó lo que hice, si es así lo siento -dijo de manera paulatina con una voz algo baja

-No es eso... Hi-hiccup... él... -mis ojos que ya estaban dejando de llorar se volvieron a humedecer recordando la dolorosa escena que vi- me engañó... con su pro-prometida.-

Jack, no respondió solo me rodeó con sus brazos dándome un cálido abrazo el cual le respondí ya había vuelto a llorar pero ahora escondida en su pecho, se mantenía tranquilo sentía que su ritmo cardíaco era relajado.

-Él no te merece -dijo al fin en forma de susurro- vales mucho Mer, se que duele, pero no llores le hace daño al bebé -dijo de la misma manera y asentí- no te deprimas ¿si? por el bebé, que te necesita -volví a asentir- no puedo quedarme contigo debo volver con mis padres, nos vemos -se separó y me dejó.

Después de que se fue me encerré en mi cuarto y me puse a pensar las razones por las que Haddock me hizo esto.

Empezando porque ella es rubia, las rubias llaman la atención de los chicos, también su figura era mucho más delgada que yo y no lo digo por mi embarazo aún así mis caderas eran más anchas que las de ella, una chica como ella llama la atención de cualquier joven, yo no soy nada comparada a ella, por eso Hiccup nunca me dijo acerca de la chica.

Mis pensamientos fueron interrumpidos porque sentí que alguien me estaba observando, me senté en la cama e inspeccioné mi habitación, caí en cuenta de que una oreja de color negro se asomaba la ventana. La reconocería en cualquier lugar.

Me acerqué y como pensaba era Chimuelo, acaricié su cabeza y lamió mi mano, sonreí porque es tierno y mi asunto con Haddock no iba a cambiar eso. Pero si Chimuelo está aquí quiere decir que esa persona está cerca.

-Debes ir a casa pequeño -le hablé al dragón pero una voz familiar me respondió a mis espaldas. Hiccup.

-¿Cómo entraste? -pregunté sin verlo

-Eso no importa quiero hablar, por favor linda -respondió

-No me digas "linda" desde ahora soy Mérida Dunbroch para ti no quiero que me llames de otra manera -dije ya viéndolo

-Lo que viste no tenías que haber visto

-Y ¿Qué tenía que haber visto, acaso como la follabas?

-Te juro que jamás me acosté con ella, yo si, fui un imbécil quiero que entiendas que por ella no siento nada confía en lo que te digo... por favor Mer

-Confiar en tí es lo último que haría, te di todo de mi Haddock, me entregué completamente a ti, ignoré todo lo que me dijeron mis padres acerca de ustedes para poder amarte. Ellos tenían razón cuando me dijeron que los vikingos son traicioneros, malos y que solo piensan en su bienestar no se equivocaban, fui una estúpida por no haberles hecho caso...-mi voz se iba quebrando a medida que hablaba

-Se que me odias -suspiró- Estoy comprometido con ella desde que era niño... cuando era joven tan solo tenía doce... ella... me parecía hermosa, me gustaba pero Astrid me ignoraba...-la perra se llama Astrid- cuando supo que era el heredero al trono automáticamente se fijó en mi, me di cuenta de sus sentimientos y dejé de verla como la veía antes. Y luego  apareció una persona que me cambió la vida...-sentía celos por Astrid y envidia, no se ni por qué- apareciste tú...-Hiccup susurró el "tú"

-Eso no cambia el hecho de que jamás me dijiste que estabas comprometido y salias con ella siendo mi novio Haddock. Y te digo lo nuestro llegó hasta aquí, no te me acercas a mi ni al bebé que viene en camino. Me voy a casar con un hombre al cual si le importo y vale la pena

-No me alejaré de ninguno de los dos, los a-amo mucho en-enserio -empezó a sollozar, una parte de mi quería correr y plantarle un beso en los labios y la otra quería gritar como si me estuviera atacando. Ninguna serviría- Perdóname... te lo ruego... y-yo quiero llegar a conocer a mi be-bebé -pasó una mano por mi vientre, iba a alejarla pero el pequeño dió una leve patadita-, verlo crecer a tu lado... lamento todo por lo que te he hecho pasar. Espero verte algún día Mérida Dumbroch y quiero que sepas que siempre te voy a amar -dicho eso su mano se alejó de mi vientre y salió por la ventana.

Apenas salió, la cerré, me acosté en la cama y acaricié mi vientre, el pequeño o pequeña daba leves pataditas.

-¿Extrañas a papá? -pregunté y una patada fue la respuesta- odio decirlo pero yo igual...

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Hola! creo que esta vez no me demoré, aunque esté algo corto.

Espero que les haya gustado.

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LOS AMOOOOOO!!!

Amor Prohibido [Mericcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora