Amor Prohibido [Mericcup]

Capítulo 25: La Verdad

-Narra Hiccup-

Salí de donde me encontraba con Mérida, ella quedó desconcertada y muy dolida.

Ellos sabían dónde estábamos, y no era bueno, si me quedaba más tiempo sería demasiado tarde y ellas me importaban mucho. No podía perderlas.

Al salir, estaba Astrid con su dragón, se veía feliz de sí misma.

Me acerqué a ellos, cuando llegué, Astrid se acercó a mí y me abrazó, como si eso lo hiciéramos a diario.

-Iré contigo -dije alejándola- pero no te acerques a Mer ni a mi hija

-No sé... -vaciló- se supone que así era el trato

-Bien, si les haces algo, te mato, y sabes que soy capaz -ella asintió-

Subimos a su dragón.

Flashback

Estaba recogiendo un conejo que había casado.

Escuché que las hojas se movían y mi vista se fijó en ellas, se volvieron a mover.

Me acerqué con cuidado. No quería llamar la atención. 

Cuando llegué a los arbustos, sentí que detrás de mí había alguien. Alisté el cuchillo que llevaba y me di la vuelta con cuidado y la vi.

Era Astrid, suspiré algo aliviado y bajé el cuchillo.

-¿Qué haces aquí? -dije un poco molesto-

-Simplemente pasaba por aquí, la pregunta debería ser ¿Qué haces tú aquí? -me respondió ella recalcando el "tú"

-Responde mi pregunta -ella rodó los ojos

-No es obvio -la vi confundido- la razón por la que estoy aquí  -dijo ella de manera obvia-

-No, la verdad, es que no le veo el sentido -respondí-

-Quiero que dejes a Mérida -rodé los ojos-

-¿Qué si no lo hago? -respondí

-Es simple, algunos vikingos irán a deshacerse de ellas, de Katherine y de Mérida. Y también tú mismo irás donde tus padres y les dirás lo que hiciste, como nos traicionaste -dijo caminando a mi alrededor-  que tuviste una hija con el enemigo... y al irte de donde está Mérida, no le debes decir que es porque yo te obligué, y si lo haces, me enteraré, si huyen, enteraré. Sé que no querrás que ellas mueran ¿Verdad?

No sabía qué decir, si no hacía lo que ella me decía, pondría a toda mi familia en riesgo, y sabía que ella era muy capaz de hacer lo que me acaba de decir. No podía ir por allí pidiendo ayuda, me juzgarían a mí, a Mer y matarían a la niña. 

No tenía otra opción, al menos por ahora. Tenía que hacer lo que ella me decía. 

-¿Y bien? -dijo ella impaciente por el hecho de que no tenía qué responder-

-Bien...-dije algo aturdido- pero debes jurar que no te acercarás a ellas, haré lo que me digas, pero no les hagas nada... es lo único que te puedo pedir...

-Trato hecho -dijo ella sonriendo con superioridad y se fue de la misma manera-

Fin del Flashback

Después de un par de horas, llegamos a Berk, tierra de vikingos, tierra de dragones.

Al bajar, lo primero que hicimos fue ir a mi casa, al parecer, lo primero que debía hacer era hablar con mis padres.

Astrid tocó la puerta y mi madre, Valka, la abrió, al verme, me abrazó con mucho amor, al fin y al cabo, era mi madre.

-Te he echado tanto de menos -dijo mi madre comenzando a llorar-

-Y yo a ti...-dije sobando su espalda, no estaba listo para decirle que era padre y que la madre de mi bebé era la mismísima princesa de Escocia-

-¿Dónde estuviste todo este tiempo? -dijo sollozando-

-Te lo explicaré cuando entremos -asintió y entramos los tres.

La casa no había cambiado en lo absoluto, todo estaba tal y como lo recordaba. Mi padre al verme se acercó y me abrazó como nunca lo había hecho, me sentía mal por eso, ellos tal vez lograban entender que no quería casarme con Astrid y que por eso había huido. 

Pero sabía que no iban a entender la realidad.

-Hiccup, ¿nos vas a decir por qué te fuiste de esa manera? -preguntó mi padre alejándose de mí-

 -Bien... -suspiré y miré de reojo a Astrid que estaba cruzada de brazos con una sonrisa triunfante- Me fui el día de mi boda porque no quería casarme con Astrid y cuando les dije a ustedes esto, no lo aceptaron, así que decidí irme, así sin más...

-¿Y? eso no es todo -interrumpió Astrid-

-Puedes callarte -respondí fastidiado y suspiré- también me fui porque tengo una hija...

-¡¿UNA HIJA?! -bramó mi padre- ¡¿CON QUIÉN?! -dijo de la misma manera

-¿Cómo se llama la niña? -preguntó mi madre muchísimo más relajada-

-Se llama Katherine... y la tuve con... -respiré hondo y dije con decisión- la tuve con Mérida DunBroch, la princesa de escocia...

-¡¿CON LA PRINCESA DE ESCOCIA?! ¡SON LOS ENEMIGOS, DESDE SIEMPRE! ¡ESTO ES TRAICIÓN! -mi padre miró a mi madre esperando a que ella dijera algo-

-Lo siento hijo -dijo ella tratando de sonar tranquila- pero esto es traición y la ley -dudó un momento- es la ley y esta se aplica para todos...

-¡La traición es lo peor que puedes cometer en Berk! ¡¿Si sabías verdad?! -dijo mi padre y asentí- Vas a ir a la horca, es lo que se paga por lo que has cometido.

-¿Me estás diciendo que enamorarse, es traición? ¡Toda la vida me dijeron que los escoceses eran malas personas! ¿Y sabes qué? -dije molesto- ¡Mérida no me ha fallado, ha sido la mejor persona que he conocido en mi vida y gracias al cielo pudimos tener una hija! ¡No son como los pintas, padre! 

-Me da exactamente lo mismo -respondió mi padre tratando de sonar no impresionado- en dos días irás a la horca -dicho esto se fue molesto y Astrid salió de la casa-

Miré a mi madre y ella me abrazó.

-Dime dónde están ellas -me susurró- y yo me encargaré de sacarlos de esto a ambos

-¿En serio? -dije algo extrañado- ¿Por qué?

-Porque es hora de que todo este odio entre nosotros acabe.

----------------------------------------------------------

Hola!!

Creo que ya son cinco meses que no he escrito y no tienen idea cuanto extrañaba esto.

Tal vez en un par de capítulos, daré por finalizado este fanfic. 

No he escrito en todo este tiempo, porque tuve un bloqueo mental, bien denso.

Y también en diciembre me enamoré :v y nada, la cosa no resultó, y me puse muy mal, porque de verdad él me hacía (me hace) sentir algo que nunca había experimentado.

Y yo estando mal, no quería escribir nada relacionado con el amor.

De paso, tuve muchos eventos en el colegio y exámenes.

En una semana salgo de vacaciones y espero poder escribir más.

Otra vez, disculpen la demora.

LOS AMOOOOO!!!