Capítulo 26

98 5 1
                                    

Mike

- No puedo creer que no te gusten las galletas en él helado- dijo riendo

- No soy tan normal que se diga- le dije riendo mientras llevaba un poco de helado a mi boca

- Eso noto, Mike- dijo burlona

- Y dígame señorita Resse, ¿a qué te dedicas? Te dedicas a los negocios al igual que ¿tu papá y Kyle?- pregunté, mientras continuaba comiendo mi helado

- Buena broma esa Mike- me dijo, y comió de su helado- No me gusta eso de los negocios, el caos de las empresas- hizo una mueca- No, eso no es lo mío

- ¿Y qué es lo tuyo?- pregunté y seguí comiendo

- ¿A qué se debe tanto interés?- me preguntó

- Soy algo curioso- ella rió

- Mucho- dijo mientras comía de su helado- En fin, me estoy dedicando al ámbito de... De la Salud- dijo cabizbaja pero con una sonrisa orgullosa y no pude evitar sonreír

- ¿Te gusta?

- Mucho- dijo sonriendo de manera que mostraba sus dientes- Me encanta, honestamente, no me veo ejerciendo otra cosa

- Eso es excelente- le dije de igual manera

- Tu no tienes cara de ser hombre de negocios, ni el porte- me dijo

- Tienes razón, Chasity- le dije sonriendo

-¿ Y en qué trabajas entonces?- me preguntó curiosa

- Soy médico- le dije sonriendo

-¿Hace cuánto saliste?- preguntó asombrada

- Hace tres o cuatro años- le dije

- Impresionante. Y dime, ¿en qué universidad estudiaste? Bueno, ¿dónde vivías?

- Pues, vivía en Los Ángeles, y estudié en La Escuela de Medicina David Geffen, en la Universidad de California en Los Ángeles

- ¿En la UCLA?

- Es correcto - le dije y sonó su móvil

- Disculpa, no te molesta si...

- No, para nada. Puede ser una emergencia, ve a responder- le dije y ella me sonrió ampliamente y se levantó del asiento a responder.

Mientras ella se retiró, no dejaba de verla, quería grabar en mi mente cada uno de sus gestos, era tan perfecta, muy diferente a como era hace muchos años, cuando temí enamorarme de alguien que me ofreció su carón en bandeja de plata, que arrepentido estoy, ella es una mujer valiosa. La camarera, se acercó

- Disculpe- dijo sacándome de mis pensamientos, la noté algo apenada- La señorita de aquella mesa- señaló y dirigí la mirada donde lo hizo - Le envía esto- me dio un trozo de papel y se fue.

Era el nombre de la tal señorita, junto con su número telefónico y al parecer un beso. Chasity se acercó con una sonrisa divertida y me vio observando el papel cuando terminó de hablar y yo solo reía por lo bajo ante el acto anterior

- ¿Qué pasa?- dijo ella mientras se sentaba- ¿Te trajeron la cuenta?- preguntó y yo reí y al parecer le contagie- No entiendo, ¿qué es tan gracioso?

- No Chasity, no es la cuenta- dije riendo y le pasé el papel doblado- Esto, es un número de teléfono con el nombre de la chica que está en aquella mesa- volteé hacia la señorita, dueña del número telefónico para mostrarle a Chasity

- Oh cielos- dijo Chasity burlándose, ¿quién es la ilusa?- dijo riendo y la señalé con la cabeza, con disimulo

- Vaya- dijo con una sonrisa ladeada y rió un poco- ¿La llamarás?

- Claro que no, Chasity- le dije de igual manera- ¿Puedes ser cómplice de algo? ¿O la gran Chasity...

- Si, claro- me interrumpió de golpe - ¿Qué tienes en mente?

- Sólo sigue el juego- le dije mientras tomaba sus mano, se veía algo confundida

-¿Disculpa?- preguntó ella

- Es para que sepa que no la voy a llamar- señalé el papel- porque tengo "pareja"- hice la mueca con los dedos

- De acuerdo, pero se me ocurre una mejor idea- dijo mientras se levantaba mientras sostenía mi mano

-¿Qué pasa por esa mente macabra tuya?- le pregunté y ella sonrió maliciosa

- Vamos- me dijo mientras me sostenía de la mano y pasó mi brazo por su hombro a a manera de un abrazo y reía en silencio

-¿Qué vas a hacer, traviesa?- le susurré coqueto al oído y ella se tensó un momento por tal acto

- Disculpa- dijo Chasity a la joven del número, ¿cuál era su nombre? Levantó la mirada y me observó a mi, me sonrió de manera coqueta

- Me parece muy lindo de tu parte, traer a tu pequeña hermana a comer algo de helado- dijo la joven con voz seductora- Es... Excitante- abrí mis ojos un poco más, Chasity agarró con más fuerza mi mano, y yo honestamente lo disfrutaba

- Si fuese mi hermana, probablemente estaríamos matándonos o algo por el estilo- le dije riendo, la verdad es que me divertía los gestos de ambas, la manera en la que éstas dos se asesinaban con las miradas- Ella es..

- Soy su novia- dijo Chasity- Y no creo, es más, estoy segura que esto- señaló el papel y lo puso en la mesa- Él no lo necesita porque de igual manera, el NO te llamará.

-¿Por qué tan segura?- preguntó ella desafiante

- Porque no necesita buscar en otra, lo que por supuesto ya lo tiene conmigo. Y te aseguro que lo disfruta siempre - dijo con una sonrisa ladeada pervertida y la joven se levantó de su asiento

- Cariño - llamé a Chasity lo suficientemente alto para que ambas escucharan, queriendo evitar un problema más grande - Es tiempo de irnos, tú madre nos espera para cenar- inventé - Ya sabes como se pone si llegamos tarde y no quiero quedar mal - Chasity me miraba confundida con disimulo, le apreté la mano y captó

- Había olvidado la cena, cariño. Tienes razón, es momento de irnos- me dijo y me dio un beso fugaz en la mejilla- Espero- dijo- Que éste inconveniente no vuelva a pasar- le dijo Chasity y se dirigió a la puerta llevándome con ella, dejando boquiabierta a la joven.

Observé a Chasity y tenía una sonrisa triunfante en el rostro

- ¿Era eso necesario?- le dije riendo, ella se volteó a verme

- Por supuesto- dijo de igual manera

- Eres única Chasity Resse- me dedicó una sonrisa divertida- ¿Próxima parada?- le pregunté

- Hemos pasado todo el día fuera, Mike- me dijo riendo- Creo que es tiempo de volver - me dijo con una sonrisa

- Sus deseos son órdenes- le dije e hice una reverencia a lo que ella estalló en carcajadas

- Yo conduzco- me dijo dándome la espalda y subiendo a su moto- Vamos, sube - se colocó el casco y subí tras ella

Es increíble lo mucho que puede cambiar una persona, la conocí lo suficiente para ver esos cambios. Desde su manera de expresarse hasta la de vestirse. Es mucho más segura de si misma, más confiada, más linda.

Su sonrisa sigue siendo igual de hermosa, esa que hacía que la más dura de las bestias se doblegará ante ella, pero a lo personal, yo amaba sus ojos, esos en los cuales me perdía, estaban llenos de vida, de tanta inocencia, tanta dulzura, y hoy... Hoy todo eso, ya no está.

¿Y Si Me Enamoro De Ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora