Melissa
Morgan y yo estábamos tan concentradas en nuestras pizzas que no nos dimos cuenta cuando Justin y Chasity se habían sentado en nuestra mesa. Anteriormente, Morgan y yo conversamos sobre su trabajo, y vaya que le está yendo muy bien.
- ¿Melissa?- me llamó Chasity.
-¿Mmjum?- dije mientras saboreaba la perfección.
- ¿Hoy ibas a salir con Mathew?- asentí.
- Si, como a eso de las 4pm, ¿Por qué? - tomé de mi vaso.
- Mel, son las 5:30pm- me dijo y yo abrí mis ojos asustada, busqué mi móvil y vi 20 llamadas perdidas, 14 mensajes de texto, y 30 mensajes en whastapp.
-Jesucristo, Mathew va a matarme- dije y me levanté- Lo siento, debo ir a disculparme con el- me fui.
- Suerte- me gritaron todos, necesitaré más que suerte para tratar con él, si es el drama personificado.
Fui al café en donde habíamos quedado, entré y lo busqué con la mirada. Aquí está, va a matarme, se molestará conmigo, no más besos, ni mimos, estoy tan nerviosa como la primera vez que salimos solos.
No puedo más, mis piernas empezaron a temblar, mi estómago se contrajo, caminé firme, no tan segura, pero firme hacia el, al llegar, estaba tomando café y leyendo "El abanico de Lady Windermere" de Oscar Wilde, levantó su mirada hacia mi, y en su cara solo notaba seriedad.
-Llegas tarde Melissa- dijo- Dos horas tardes- me dijo dulcemente.
- Cariño, deja que te explique- dije, tomé aire- Mathew, fui con Chasity a buscar los vestidos para la cosa, no estoy segura de que sea, pero pero, nos dilatamos demasiado y lo siento ¿Si? Lo olvidé completamente, lo siento cariño, después de eso buscamos algo de comer y solo encontramos pizza- estaba hablando demasiado rápido, el se levantó y se acercó a mi, tomó mis manos - y tu sabes como amo la pizza y me perdí hasta que Chasity me preguntó si hoy saldría contigo, aunque no tengo idea de por qué lo hizo y...- Mathew me besó. Esperen, ¿me besó? Pasó su antebrazo por mi espalda, y me pegó a él, mientras su otra mano acariciaba mi cara, yo enrollé mis brazos alrededor de su cuello, era el maldito paraíso.
-Melissa- me dijo dulcemente- Chasity te preguntó, porque ya que tu no respondías ese celular, le escribí a ella, para saber si estaban juntas aún- me acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja- De hecho, pensé que yo venía tarde.
- Creo que me perdí- dije riendo.
- Salí del hospital hace 20 minutos, cariño.
- ¿Y así dejaste qué te explicara?- el empezó a reír.
- Por lo que veo no has revisado un sólo mensaje de los que te he enviado, ¿o si?.
- Pues no, no lo he hecho.
- Te llamé casi quinientas veces, para decirte que llegaría tarde, los mensajes igual.
-Lo siento- dije apenada.
- No importa, mi vida. Tengamos nuestra cita.
- ¿Te he dicho que eres el mejor novio?
- Demasiadas veces, pero haré como si no lo has dicho una sola vez, para que me lo digas de nuevo - reímos.
- Eres el mejor Mathew.
- Ya bésame, Melissa- y lo hice
- No sé qué es más delicioso, si tus labios o el café.
- Pues, yo si lo sé- me dijo con media sonrisa mientras tomaba lentamente de su taza y el rubor subió a mis mejillas.
- ¡Mesero, quiero un capuchino!- dije.
Cada que estoy con él, es como si nadie más existiera. El puede convertir un mal día en uno perfecto. Mathew y yo pasamos en el café, hasta que practicamente nos sacaron porque iban a cerrar el local, así que caminamos por un pequeño parque, viendo a niños correr, madres estresadas, padres siendo padres.
Miré a una pequeña llorando, estaba sola, pelo rizado, muy parecido al mío. Mathew volteó a ver en dirección a la niña, luego me vio a mi. Mathew soltó mi mano y comenzó a caminar en dirección a ella. Se volteó...
- ¿Vienes?- asentí y lo alcancé.
Mathew se sentó en el suelo, para estar a la altura de la pequeña. Ella quitó sus manitas de su cara, sus ojos eran hermosos, era una combinación de los de Mathew y los míos; estaban rojitos de tanto llorar, sus rizos caían en su rostro.
- Hola pequeña- le dijo- Mi nombre es Mathew, puedes llamarme Mat- le tendió la mano, ella observó la mano y la tomó con dudas- Ella es mi novia, Melissa- me senté a la par de el, le sonreí a la pequeña y le tendí la mano, ella me dio su otra manito; de manera que los tres estábamos con las manos agarradas.
- ¿Cómo te llamas preciosa?- le pregunté tiernamente, ella presionó mi mano, y al parecer la de Mathew también, bajó su cabecita.
- Me llamo Mía Elizabeth- dijo insegura.
- Qué bello nombre- le dije sonriendo, posó sus hermosos ojos en mi.
- ¿Te has perdido?- preguntó Mathew.
- No- respondió ella.
- ¿Estás sola?- le pregunté, a lo que la pequeña asintió.
-¿Dónde están tus padres?- le preguntó Mathew.
- Yo... no... No tengo padres- la pequeña se sentó- Escapé de la señora de grandes zapatos- empezó a contarnos mientras hacía muecas a sus zapatitos- Ella no quiere a los niños y niñas como yo, y nos grita y no nos da postres nuuuuunca.
- Cariño- me llamó Mathew- ¿Crees que sea de la señora MacCalisther?
- Ella sólo alberga a niños de la calle, huérfanos...
- Y pequeños abandonados por sus padres. Nunca se da cuenta cuando se escapa uno- me dijo Mathew, viendo a la pequeña, mientras ella relataba como había sido su escape
- ¿La llevamos con nosotros?- le insinué
- Es una gran responsabilidad, Melissa.
- Si tu no quieres, no me importa Mathew, igual la llevaré conmigo
-Mel...
- ¿Te gustaría venir conmigo?- le pregunté a Mía, ella sonrió abiertamente.
- ¿Dónde?- insistió en saber la pequeña.
- Conmigo- le dije dulcemente- Tendrás tu cama, tu ropa, tu propio cuarto- la vi muy entusiasmada- Y comerás lo que más te guste
-¿Postres?- dijo y tomó mis manos, tenía un brillo hermoso en sus ojos.
- Todos los que puedas comer
- Yupiiii- gritó y me abrazó fuerte, mi corazón se estrechó- y tu serás algo así como... ¿Mi mami?- su pregunta me tomo con la guardia baja y solo pude asentir
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¿Y Si Me Enamoro De Ti?
Teen FictionEl amor es la entrega de todo lo que tienes ya se tu mente, alma, cuerpo y corazón; esperar pacientemente mientras llega quién nos hará felices aceptando a quién tu eliges sin poner ningún tipo de condiciones. Después de perder a su amor de infancia...