Te veo, incluso cuando no te dejas ver, cuando te esconces, cuando te evades del resto del mundo.
Te pienso, sin remordimientos, sin carga de conciencia, ya que pensar en ti, creas o no, me mantiene vivo.
Te miro, a todas horas del día, mientras me aseguro de que no me pillen haciéndolo.
Te oigo, incluso cuando guardas silencio, cuando nadie más puede oírte.
Te imagino, a mi lado, sin más problema que el tiempo, que siempre es poco si lo pasó contigo.
Te beso, ojalá pudiera hacerlo ahora mismo, no pararía ni un solo instante, bueno quizá sí, para mirarte.
Te quiero, no tienes ni idea de lo mucho que te quiero.
ESTÁS LEYENDO
Punto y final
RomanceDiferentes maneras de pensar en el amor. Vivir sin paracaídas, sin freno de mano, con el único deseo de no darse de bruces contra la realidad.