Hablemos de ella, de lo que siente por él, ha llegado a tal punto de locura que no piensa en otra cosa que en su figura, no suspira más que por él, sólo por él, no sonríe si no es por su causa, no es capaz de dejar su cabeza en blanco ya que siempre está ocupada, ha llegado a tal punto de euforia, que flota en un sentimiento, en una idea anticipada de alegría, es que ella sin pretenderlo, alcanzó la exaltación máxima. Y es que aunque no le hubiera visto sentiría lo mismo, basta con ver a algo o alguien que le recuerde a él.
Y permitidme confesaros, que ella, presa del pánico prefiere no confesar lo que siente, guardarlo para sí, así siempre permanecerá la intriga, lo que hace que para ella todo esto sea mucho más intenso.
Es que lo que siente a comenzado a ser como un insoportable verdugo, algo que le persigue y atormenta día y noche, un espíritu que no deja de seguirla a todas partes, no sabe cómo dejar de avivar el fuego, lo único que sabe con certeza es que no quiere apagarlo.
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Punto y final
RomantizmDiferentes maneras de pensar en el amor. Vivir sin paracaídas, sin freno de mano, con el único deseo de no darse de bruces contra la realidad.