Tiras la toalla, cierras la puerta y arrojas la llave, intentas marcharte, te machacas a ti misma sin un ápice de piedad y decides consumirte en un pozo del cual únicamente tú sabes cómo salir. En dicho pozo te ahogas con cada una de tus palabras.
Y cuando creías que tú eras tu única ayuda, tu única salida, aparece, esa persona que pone tu mundo patas arriba, que no solo te ayuda, si no que destruye el pozo para que no haya posibilidad de volver a caer en el.
Y todo queda en ruinas.Te das cuenta de que no puedes ceder tu alma a alguien que decide no volver, no puedes frenar en seco tu vida por alguien que decidió dejar en vano cada una de sus promesas. Ya no hay rencor, ni miedo, ni si quiera dolor, simplemente eres tú y el resto del mundo. Solo que ahora, en tu mundo, te aseguras de que no quede sitio para él. Solo que ahora caminar hacia delante cansa más de lo previsto, pero las previsiones de futuro son buenas, sin tormentas, que a fin de cuentas, eso es lo único que importa.
ESTÁS LEYENDO
Punto y final
RomansaDiferentes maneras de pensar en el amor. Vivir sin paracaídas, sin freno de mano, con el único deseo de no darse de bruces contra la realidad.