Capitulo 1.-

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Capitulo 1.-

Dormia plácidamente cuando un horrible estruendo me hizo sobresaltarme. Mire a mi derecha y ahi estaba la causa de mi susto, mi amado despertador. Alze la mano y lo golpee con intención de que parase de sonar, pero me fue en vano, ya que cayó al suelo y siguió sonando. Me incorporé,  estire los brazos y me dispuse a poner los pies en el suelo, pero un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba a abajo, haciendo que recogiese las piernas enseguida y los volviese a poner sobre la cama buscando un poco de calor.

Un segundo después entró mi hermana con cara malhumorada, recogió el despertador del suelo y lo tiró contra la pared, haciendo que de una vez por todas dejase de sonar. Se dio media vuelta, me fulminó con la mirada, y un segundo mas tarde salió de la habitación cerrando la puerta de un portazo.

Volví a incorporarme y busqué mis zapatillas de perritos por el suelo. No las encontré así que fuí a la mesilla de noche y saque unos graciosos calcetines con dibujos de ositos, me los puse y salí de la habitación dirigiéndome a la cocina para desayunar.

-¡Eh! ¡Esa tostada es mia!- gritó mi hermano al ver que mi padre se la comía.

-Tarde- le respondió con la tostada en la boca.

-Buenos días enana- dijo mi hermano al verme entrar en la cocina. -Menudos pelos de loca- rió mientras le daba un mordisco a la otra tostada que habia preparado.

Me limite a sonreir y le di un beso a mi padre en la mejilla.

-¿Y mamá?- pregunté al ver que mi madre no estaba en la mesa, como solia estar siempre a esta hora.

-Durmiendo. Ayer llegó tarde del trabajo y estaba muy cansada, asi que hoy os llevaré yo al instituto- respondió mi padre levantándose de la silla.

-No te molestes, ya las llevo yo- contestó mi hermano. -Ir en el viejo coche de papa el último dia de clase no es precisamente un punto a vuestro favor para el año que viene- bromeó mi hermano.

-ja ja que gracioso eres- contestó sarcásticamente mi padre. -¿A que tu y tu hermana no os avergonzais de mi coche?- me preguntó

-Bueno...- respondí mirando para otro lado. Mi padre me fulminó graciosamente con la mirada y los tres nos echamos a reir.

-Buenos días- dijo mi hermana entrando a la cocina y abriendo la nevera en busca de el cartón de la leche.

-Otra con pelos de loca...-volvió a bromear mi hermano.

-Ventajas de ser gemelas, no soy la única que me veo fea- contestó mi hermana llevándose el cartón de leche a la boca y empezando a bebersela.

Esta vez fui yo la quien la fulminé con la mirada.

Terminamos de desayunar y cada una se fue a su habitación a arreglarse.

A principio de curso hice una apuesta con mi hermana para ver quien pasaría el verano en Londres con nuestros tíos. La verdad es que a ninguna de las dos nos gustaba ir, asi que soliamos apostar y quien perdiese se iba. Bueno, este año apostamos que yo hablaria con James Brens, el chico mas popular del instituto, antes de que acabase el curso, y bueno, hoy es el último dia de clase y todavía no he hablado con el.

-NOS VAMOS EN 10 MINUTOS- gritó mi hermano Liam desde la planta de abajo.

Me vesti a toda prisa, me peine con una coleta alta y sali disparada dejando atrás la mochila. Cuando llegue al coche recorde que no la llevaba conmigo y tuve que volver a subir a cogerla.

El camino fue tranquilo, yo iba sentada en el asiento trasero del deportivo de mi hermano, en cambio mi hermana Raquel iba en el asiento de alante subiendo y bajando la música sin parar.

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