Me quedé unos segundos observando el lugar, no había cambiado en casi nada. El copacabana era una disco bar LGBT que frecuentaba mucho cuando estaba con Daniela, sólo para mayores de edad, aunque eso no era problema para mi.
Caminé hasta allá, el portero me dio una gentil sonrisa y abrió la puerta dándome paso aquel lugar. Como dije antes; la edad no era problema, siempre había aparentado más, además conocía a la dueña del sitio y a todos los que hacían labor allí.
Entré al lugar y me dirigí a la barra, de fondo se escuchaba la canción Tonight de John Legend. Me encantaba esa canción. Golpeé la barra llamando la atención de la chica pelirroja que estaba de espalda. Ella al notar mi presencia se dio media vuelta y en sus labios se formó una seductora sonrisa.
- Buenas noches Lucía. Me das una kalua, por favor. -Dije secamente.
Lucía una de las chicas que atendía los tragos en la barra. Era una chica pelirroja, de piel pálida, mucho mayor que yo, tenía un cuerpo muy bien dotado, cualquier chica que la mirase le bajaba el autoestima. Sandra la dueña de El Copacabana ya me había mencionado que le gustaba mucho a su empleada, aunque era una chica bastante llamativa no tenía ningún interés en ella.
- Aquí tienes lo que me pediste hermosa. -Dijo ella guiñando un ojo mientras me pasaba la copa con el líquido a base de café.
- Gracias. -Dije con una sonrisa bastante falsa.
- Tenía tiempo que...
Y esa voz chillona que tanto me molestaba escuchar interrumpió las palabras de la pelirroja.
- Mi amor ¿por qué no me avisate que ya estabas aquí? -Dijo Daniela abranzándome y a la vez le hizo mala cara a Lucía.
Ojalá se peleen estas gatas, así me divierten la noche. Pensé.
- Lo olvidé. -Dije sin darle importancia.
Luego de que Lucía se retirara Daniela comenzó hablar y hablar, pero se me era imposible atender a su conversación con esa voz tan molesta. A veces pienso que se tragó un pitó. Rodé lo ojos como gesto de fastidio.
¿Cómo pude haber estado con esta chica? - Pensé.
Le di vuelta a la sola quedando apoyada de espalda en la barra, mi atención fue captada por una escena que estaba un poco subida de tono.
Una chica algo rubia le estaba bailando muy sensualmente a otra chica que se encontraba sentada, aunque la oscuridad no me dejaba detallar bien a esta chica pude notar que tenía el cabello corto y de color negro. ¡Que sexy!.
La chica de pelo corto tenía sus manos en las nalgas de la rubia mientras le daba besos y mordiscos en el cuello. Conocía ese truco.
"Tócala, excitala y llevatela a la cama".
Al parecer le estaba funcionando porque a la rubia ya se le notaba que necesitaba una buena follada. Perra.Daniela estaba agitando sus manos al frente de mi rostro tratando de llamar mi atención. Había estado tan concentrada en aquella escena que olvidé por completo la presencia de mi acompañante. Tampoco es que disfrutaba de su compañía.
- Natacha ¿me estás escuchando? -Dijo molesta.
- Ya me voy Daniela. -Dije levantándome de la silla.
Ella rodeó mi cuello con sus brazos.
- Nati no te vallas, quiero quedarme toda la noche contigo. Vámonos a mi casa para darte la bienvenida que te mereces. -Dijo muy cerca de mi boca, casi besándome.
- Ay no, será otro día Daniela. -Dije quitando sus brazos de mi cuello y saliendo del aquel lugar.
. . . . . . . . .
Entré a mi habitación y me tumbé en la cama. Estaba agotada. Giré mi vista hacia la mesita de noche, el reloj indicaba las 2:00am y tenía mi primera clase a las 9:00am, pues ya el rector nos había informado que sólo nos darían la bienvenida a los de nuevo ingreso y que nos dejarían el primer día libre para que fuéramos conociendo las instalaciones de la universidad.
Mañana comienza la rutina. - Dije para mí misma y me quedé dormida.
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Esa idiota es mía.
Ficção AdolescenteEste es mi primer escrito, por favor no sean tan críticos. Al principio la historia tal vez les parezca aburrida, pero quiero que sea muy compleja. Los personajes son reales, y algunos sólo fueron cambiado sus nombres. Al leer se darán cuenta que la...