Ya era de noche, estaba en mi habitación mirando el techo.
Angie me debe una conversación. -Pensé.
Rápidamente me levanté y salí hacia la habitación de Angie, entre sin tocar pues ya era costumbre.
- ¿No te enseñaron a tocar la puerta? -Dijo ella.
- Tu nunca lo haces. -Dije aclarándole.
- Buen punto. -Dijo señalándome con el dedo índice.
- Bueno, olvidemos eso. Tenemos una conversación pendiente. -Dije sentándome al lado de ella.
- Natacha deja de ser tan curiosa.
- Dijiste que hablaríamos aquí, ahora cumple. -Dije en tono amenazador.
- Esta bien. ¿Sabes el chico que conocí en la bienvenida?
- Ajá. -Dije incitándola a proseguir.- Bueno, se llama Orlando. Estuvimos hablando, compartimos números, hasta me ofreció ayudarme con las tareas ¿puedes creerlo? -Dijo emocionada.
- El punto querida. -Dije mientras hacía un movimiento extraño con las manos.
- Me invito a salir. -Dijo esto último gritando.
- Ya, no grites.
- Ya pues, eso es todo. -Dijo finalmente.
- Bueno, que seas feliz con tu Orlancito. Yo me voy a dormir. -Dije saliendo del cuarto dejándola con la palabra en la boca.
. . . . . . . . .
Me desperté, luego tomé mi teléfono. Cuando vi la hora me levanté enseguida, eran las 7:20am y tenía mi primera clase del día a las 8:00am.
Me metí al baño y en 30 minutos ya estaba en el auto de Angie camino a la universidad.
. . . . . . .
Ya eran las 11:30am, me estaba dirigiendo a mi siguiente y última clase del día.
Entré al aula, aún no llegaba nadie. Me senté en unos de los puestos del final, al instante entró una chica con aura de pérdida.
- Disculpa ¿éste es el salón de literatura?. -Dijo ella acercándose a mi.
- Si. -Dije dándole una sonrisa.
- Gracias. ¿Puedo sentarme junto a ti? Aún no he hecho ningún amigo. -Dijo tímida.
- Claro, no hay problema.
- Por cierto, soy Liliana Palacio. -Dijo ella extendiendo la mano.
- Yo soy Natacha Guillén, tu nueva amiga. -Dije tomando su mano, y guiñándole en gesto de broma.
Ella sólo rió. Me caía bien esa chica. Una nueva amiga.
. . . . . .
La clase ya había terminado.
Tenía que ir a la biblioteca a conseguir un libro para la tarea que había dejado el profesor.
Tomé mis cosas, y me dispuse a salir del salón.
- Natacha. -Dijo Liliana corriendo hacia mi.
- Epa ¿qué pasa?.
- Quería saber si podíamos quedar un día para ir al cine. -Dijo mientras íbamos por el pasillo.
- Claro, me parece bien. -Dije pero mi vista se posó en otra cosa.
La chica de pelo corto que había visto en la cafetería venía caminando junto a otras dos chicas que estaban agarradas de manos. Una de ellas era la chica con rasgos japoneses. ¿Esa no era su novia?.
- Hey Liliana ¿qué sabes de esas chicas?. -Dije señalando a las 3 chicas.
- Bueno sé que las dos que vienen agarradas de manos claramente son novias, la de ojos claros se llama Katherine Principal. Su novia se llama Luisa Kottani, como podrás notar tiene descendientes japoneses.
Por eso el parecido con los asiáticos.
- Escuché que es la relación más larga de toda la universidad. -Continuó Liliana.
- ¿Qué me dices de la otra chica?. -Dije con notable curiosidad.
- Es la casanova de la universidad, no se le conoce relación estable, se faja a la chica que le de la gana, a todas las chicas las toma por diversión. En fin, una patana. Y se llama Karem Castillo. -Dijo ella con cara de repulsión.
Así que se llama Karem, nada mal.
- Y por lo que veo eres su siguiente conquista. -Dijo ella señalando algún rincón del pasillo.
- ¿Qué dices? -Dije mirando en la misma dirección que ella.
No me había percatado que Karem estaba mirándome fijamente con una sonrisa, no podía descifrar esa mirada, era idea mía o me estaba analizando. Los nervios querían aparecer. No me gustaba que me vieran fijamente. Así que fijé mi vista en otro lado, pero aún seguía sintiendo la mirada de aquella chica clavada en mi.
- Natacha ¿nos vamos? Tengo mucha hambre. -Dijo Angie apareciendo y haciéndome salir de mi trance.
- Claro, vamos. -Dije disimulando el color carmesí que ahora tenían mis mejillas.
Salimos de la universidad y nos dirigimos a un restaurant de comida árabe. Luego de comer fuimos hacer unas compras con Angie, no me quedó de otra que acompañarla.
. . . . .
Acabábamos de llegar al departamento, tiré mis bolso en el sofá y caminé en dirección a mi habitación.
- Espera un momento ¿a dónde vas tú?. -Dijo Angie con mala cara.
- A mi habitación. -Dije con obviedad.
-¿No piensas contarme?. -Dijo molesta.
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Esa idiota es mía.
Novela JuvenilEste es mi primer escrito, por favor no sean tan críticos. Al principio la historia tal vez les parezca aburrida, pero quiero que sea muy compleja. Los personajes son reales, y algunos sólo fueron cambiado sus nombres. Al leer se darán cuenta que la...