Todo mi cuerpo se sentía relajado, y la sensación de volar era tan presente que de verdad sentía que volaba. Sentía todo mi cuerpo entumecido, pero sentía la necesidad de despertarme. Pero a la vez no podía. No tenía movilidad alguna de mis manos o de mi cuerpo y empezaba a asustarme. Era la dueña de mi mente pero mi cuerpo había sido poseído por la oscuridad, pues eso es todo lo que veía. Nada. Sentía algo aproximándose a mí. Cada vez más y más cerca y mi corazón iba frenético y parecía que iba a destruir mis pulmones. Mi respiración agitada era todo lo que se escuchaba y mi cuerpo temblaría si se pudiera mover. Una mano se posó en mi cabeza y conseguí abrir mis ojos del pánico. Hiperventilaba. Mi respiración no se normalizó hasta que la mano misteriosa se colocó en mi frente y comencé a gritar. Lo cabeza estaba a punto de estallar. Escuchaba voces que no llegaba a comprender y que cada segundo iban multiplicándose hasta formar un coro horrible. Mis manos fueron a parar a algo sólido y apreté en un mal intento de que la voces se fueran. Otro grito salió de lo más profundo de mi garganta, y estaba segura de que si mi cuerpo tuviera movilidad, ahora mismo estaría hiperactiva. Veía todo borroso, solo alcancé a ver un destello verde para después oír mi nombre.
-¡Bride!
Sentía como manos intentaban llevarme con ellas, pero yo no me dejé. Me aferre con fuerza a lo único que tocaba, a lo único que parecía real.
Hasta que desperté.
Mis manos apretaban con fuerza el cuello de Rhen y éste me miraba con pavor mientras sus manos estaban en las mías, curiosamente sin hacer el intento de defenderse. Mi cuerpo estaba completamente encima de él, mientras él estaba estirado en el sofá. Aida, Sam, K y Tony habían desaparecido. Éramos únicamente él y yo. Parpadeé rápidamente y de inmediato solté su cuello cayendo con fuerza en el suelo y arrastrándome lo más lejos de él que pudiese. Rhen respiraba con dificultad mientras se levantaba del sofá, pero le detuve con la mano, diciéndole que no se acercara, que no era seguro.
-Por favor, no te acerques. N-no se que ha pasado, de verdad. Lo siento muchísimo. -me llevé las manos a los ojos mientras me ponía en posición fetal- estaba en un sueño muy raro, alguien me tocaba la frente, oía gente gritando, hablándome y y-yo intentaba luchar p-pero n-no podía...
Mis palabras fueron pausadas por unos brazos que me tomaron como a un bebé indefenso. Y así me sentía, indefensa. Sus brazos a mi alrededor me hacían sentirme segura mientras todo el mundo alrededor se desmoronaba. Me hacían sentirme calentita mientras el mundo en el que vivíamos era frío y oscuro. Me apretujé como pude más hacia él, quien mostró una sonrisa ligera. Entramos en mi habitación a oscuras y caminó hasta el borde de mi cama, donde suavemente me colocó. Abrió las sabanas y me adentró en ellas. Yo le hice sitió, invitándole de una forma atrevida a que se acostase en ella también. Para mi sorpresa, él se mantuvo sentado en mi cama mirándome con esos ojos verdes que eran mi perdición. Fue allí cuando vi las marcas mis manos en su cuello. El sentimiento de culpabilidad me invadió por completo mientras alzaba una mano con loa ojos ahogados en lágrimas hacia su precioso y ahora sucio cuello. Puse la mano derecha en él mientras él solo se dedicaba a mirarme sin ningún sentimiento de culpa. Bajó la mirada a mi mano y la cogió entre las suyas, llevándola hacia sus apetecibles labios para depositar besos, transmitiéndome más culpa a mí misma. No se merecía lo que había hecho. Nadie. Las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos. Había un silencio absoluto entre nosotros, pero no eran necesarias las palabras.
-R-rhen..., esto...,¿por qué no t-te has defendido? ¿Por qué no has intentado pararme o quitarme de encima...? Podrías haberlo hecho sin dificultad alguna..., yo...- R calla mis palabras cuando coloca un dedo en mi labio inferior, mandándome así una corriente de electricidad monstruosa por todo mi cuerpo. Sus maravillosos ojos se quedan observando mis labios mientras yo hago la misma acción con él. ¿Quién le mando a ser tan perfecto? ¿Quién me manda a mí por estar enamorándome tan rápidamente del él? Quiero besar esos apetecibles labios y la tentación crece en cada segundo.
-Sabía que no eras tú la que me atacaba, y prefiero resultar herido sin defenderme que vivir con la carga de que te hice daño.
Fue así como mis ganas de besarlo vencieron a mi propio cuerpo, tomándolo fuertemente de la nuca y atrayéndolo hacia mis labios. Empecé una guerra de besos que sabía que no iba a poder ganar, pero me daba igual. Iba a perder siendo feliz y estando con él, y eso era lo que me importaba. Sus manos fueron a parar a mis caderas y con fuerza me subió a su regazo, donde enrosqué mis piernas en su delgada cadera, sujetándome en su nuca y en sus hombros. Abrí un poco los ojos y vi como él tenía los ojos fuertemente cerrados, y tontamente sonreí.
Sentía elefantes y leones en mi estómago y era imposible controlarlos, o aún peor, no quería. En mi vida entera había sentido esto, esta sensación cuando estas junto a esa persona -ya sea chico o chica- que te hace sentir un zoológico en guerra. Y era una de las mejores sensaciones que había sentido jamás. Y una vez que tienes una pequeña porción, quieres más y más, y esa es la parte que aterra, el no poder vivir sin esa persona. ¿Qué pasaría al Rhen me deja? ¿Qué sería de mí? Miles de preguntas así rondaban en mi cabeza, pero en ese momento desconecté. Quería esto. Lo quería a él.
Sus manos ascendieron hasta mi pecho y ya no recuerdo más, pues desperté de aquel sueño paradisíaco.No tengo perdón de Dios y lo sé :(
Estoy de vacaciones y eso implica viajar a un sitio que no hablar tu idioma, visitar ciudades y tener más ganas que nunca de estar en tu casa sin hacer NADA.
Ni falta hace decir que no hay Wi-Fi🙅Arte: Ari ♥
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He Is My Rhen #HermanosOscuros
Novela Juvenil#Primera entrega de la saga Hermanos Oscuros "-Demuéstrame que hice bien al adentrarte en mi mundo." -En Pausa- Obra registrada en Save Creative bajo el código:1511015691019 Todos los derechos reservados