Capítulo 42

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Dos semanas habían pasado. 14 días en los que el estado de ánimo de Camila había estado lleno de altibajos. No había vuelto a encontrarse con Lauren, pero si con el resto del grupo de cinco en alguna quedada en la que la de ojos verdes siempre se ausentaba. Según decían, estaba ocupada con los preparativos de la boda y encargos de su nueva colección. Eso llegó a tranquilizar un tanto a la odontóloga, puesto que al menos así no pensaba que la estaba evitando. ¿O se equivocaba?

En algunas de aquellas reuniones, donde siempre acababa mostrando una sonrisa completamente verdadera y sintiéndose como las adolescentes que solían ser, Camila había notado ciertos comentarios por parte de Ally que no le habían agradado. Era como si ésta analizara cada palabra, como si supiese lo que pensaba con solo mirarla.

Respecto a André y Sofía, estos habían dejado el tema de Lauren un tanto de lado. Habían comprobado cómo la única que podía comenzar a tomar sus propias decisiones, era exclusivamente Camila, por lo que solo celebraron la actitud de ésta en la casa de Ally.

La menor de los Cabello había decidido aceptar la propuesta del castaño sobre trabajar en la clínica dental durante un mes sustituyendo a Bianca, ya que ésta seguía en el hospital recuperándose lentamente pero con mucho éxito.

Era imposible negar que durante esos catorce días, la chica de profundos ojos marrones no hubiese llorado, porque sí que lo había hecho. Su única compañía había vuelto a ser el pequeño felino y eso en el fondo le agradaba. Era algo a lo que ella estaba acostumbrada, era algo que no le costaba ningún esfuerzo. Era algo de lo que quería deshacerse.

Pero en aquella mañana de casi finales de julio, con escasos días para que el viaje comenzase, solo podía pensar en aquella última mirada que Lauren le dio antes de abandonar el ático dúplex de la psicóloga. Era demasiada extraña.

- "¿Otra vez pensando?" preguntó André sacándola de sus pensamientos.

- "Creo que es lo mejor que sé hacer" rio Camila cogiendo la taza que el castaño le ofrecía.

- "No lo digas muy en alto, o nos quedaremos sin pacientes" bromeó éste sentándose a su lado. "¿Lauren otra vez?" cambió radicalmente de tema.

En ese momento, Camila rodó los ojos mientras el sabor fuerte del café se posaba sobre sus papilas gustativas. Claro que era ella. Siempre lo era.

- "¿Alguna vez has conocido a alguien que con los ojos te dice una cosa pero con palabras todo lo contrario?" preguntó la odontóloga estirándose en su silla.

- "¿Tú cuentas como ejemplo?" preguntó André de vuelta con una sonrisa burlona

- "Idiota" gruñó Camila lanzándole una bola de papel que tenía a su alcance la cual el castaño pilló al vuelo.

Tenerlo en su vida había sido un gran acierto. De sus labios no había salido un 'te quiero' destinado a André, ni tampoco le había llamado como su mejor amigo en voz alta, pero lo que más le gustaba de su amistad era eso: no hacía falta decirlo, lo sabían.

- "Sabes que tengo razón" replicó éste. "¿Qué has estado haciendo tú hasta hace un par de meses?" preguntó dándole un sorbo a su taza.

- "Decir una cosa y pensar otra" admitió Camila soltando un suspiro.

- "Exacto" celebró el castaño. "Necesitaste tiempo, y a lo mejor eso es lo que necesita ella también. Mejor lento y con un buen resultado, que rápido y acabado en desastre" comentó André.

- "A lo mejor tienes razón" respondió la odontóloga en un suspiro.

- "La tengo" replicó el castaño con una sonrisa.

Cenizas | Camren Fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora