Capítulo 56

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Sin aliento. Así se había quedado Camila después de observar cómo su exnovia aparecía frente a ella.

Lauren llevaba lo que parecía un mono negro, pero no uno cualquiera. Éste era de una tela tan fina que caía sobre su cuerpo en una perfecta sintonía, con dos tiras que cubrían sus pechos dejando la espalda al descubierto, uniéndose al pantalón que conseguía resaltar sus hermosas curvas.

 Éste era de una tela tan fina que caía sobre su cuerpo en una perfecta sintonía, con dos tiras que cubrían sus pechos dejando la espalda al descubierto, uniéndose al pantalón que conseguía resaltar sus hermosas curvas

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Apenas cubría lo fundamental para aquellos profundos ojos marrones que la observaban con delicadeza, consiguiendo que se mordiera un poco su labio inferior.

Pero había dos detalles en su atuendo. El primero, las chanclas de playa que ella también llevaba, y por último un collar en forma de cruz que decoraba su suculento cuello. Mismo que Camila le había regalado.

Ambas estaban hipnotizadas en aquella mirada. La cual podía decir mucho, y a la vez nada, pero en este caso era distinto. Ambas se miraban gritándose interiormente todo lo que no querían decirse por cobardía. Ambas sabían lo que había entre ellas, pero ninguna quería aceptarlo. Fue entonces, tras varios segundos, cuando Lauren rompió el silencio.

- "Fui una idiota, y como tal, dije cosas que no debería haber dicho" comenzó, dando un paso hacia delante, con la sorpresa aun detrás de su espalda. "Sé que te hice daño, al igual que comprendo por qué querías mantenerlo bajo llave" continuó dando un paso más. "Pero como has leído, eso no justifica nada, y mucho menos mi comportamiento" siguió quedando cada vez más cerca de Camila. "Por eso te pido disculpas, puedes no aceptarlas si quieres, pero quería que supieras que de verdad lo siento" concluyó dando un último paso.

A menos de un metro de distancia de la odontóloga, Lauren, sin dejar de mirarla, sacó lentamente de detrás de su espalda, una caracola. Camila, al verla, dejó de mirar embobada aquellos penetrantes ojos verdes, para fijar su atención en lo que ésta tenía en sus manos.

La más bajita, curiosa, la cogió entre sus manos, rozando las de su exnovia durante milésimas. Lauren, al notar el roce, miró sus brazos expuestos y observó cómo su piel reaccionaba al acto. Inconscientemente, miró después los de Camila, comprendiendo que no había sido la única.

- "¿Por qué una caracola?" preguntó ésta, jugando con ella entre sus finas manos, notando el olor a mar que ésta desprendía.

- "En estos casos, se suele regalar flores pero eso hubiera significado ser igual que el resto, algo que no está dentro de mis opciones" explicó Lauren sin dejar de mirarla en ningún momento.

- "¿Y en qué caso estamos?" preguntó Camila cerrando un poco los ojos, pero sin perder la expresión seria.

- "En el que te pido disculpas" respondió sin ninguna dificultad, muy segura de ella misma.

Sabía que para no caer frente a los pies de su exnovia, y seguir creyendo que podía mantener la situación sin llegar a algo más, debía confiar plenamente en ella misma. Pero nadie es de hierro, ni si quiera la persona más fría del mundo. Todos tenemos momentos de debilidad.

Cenizas | Camren Fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora