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«El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro»

-Friedrich Wilhelm Nietzsche

Capitulo Uno

-Hannie... te tenemos una noticia.- dijo una mujer de cabellos castaños, sentándose al lado de su hijo que se encontraba observando la televisión como si fuera lo más importante del mundo.
-¿Qué?.- Preguntó el chico posando sus ojos oscuros en los de su madre.
-Con tu padre hemos decidido irnos de vacaciones por un mes.- comentó la mujer muy contenta, mientras juntaba sus manos y miraba el techo emocionada.
- ¡¿Enserio?!.- dijo Jeonghan igual de emocionado, con una enorme sonrisa en su rostro.

Porque, siendo honestos, un chico de dieciséis años completamente solo en su casa por un mes, ¿qué puede ser mejor?

- Sí, cariño.- respondió su madre feliz.
-Y...¿cuándo se van?.- preguntó Jeonghan, sin poder ocultar la felicidad que reflejaba su rostro.
- Mañana.- la mujer habló calmada.- debes empacar tus cosas porque te quedarás en la casa de un amigo de tu padre.-soltó sin más, aún bastante emocionada y se levantó caminando hacia la cocina, dejando al chico rubio con los ojos y la boca completamente abiertos.

Día 01

Mi nombre es Yoon JeongHan, tengo 16 años y soy conocido por ser una oveja descarrilada de toda mi familia, el típico chico rebelde de la escuela y ¡Hey! Ahí está el chico que no distingue entre una cosa y la otra.

Pero eso no me molesta, todo lo contrario, me divierte.

¿El problema?

Voy a tener que ir a vivir con un amigo de mi padre, pero eso no es lo malo, lo malo es que yo, Yoon JeongHan, soy completamente ATEO y el amigo de mi padre, Hong SangHun es pastor de una iglesia evangelista.

Y si aun creen que eso no es malo, es porque no están conmigo ahora, enfrente de la casa de los Hong, en Seúl, Corea del Sur, con los cuatro integrantes de la familia observándome como si acabaran de ver al mismísimo demonio.

-SangHun.- dijo mi padre, acercándose y abrazando al hombre que hace tan solo unos segundos me miraba como si Astaroth acabara de recobrar la vida y estuviera enfrente de él.

-MiYoung.- dijo el hombre, correspondiendo al abrazo. -tanto tiempo amigo mío

- Si, disculpa que solo te llame para pedirte favores.- dijo mi padre y se quedaron hablando cosas que no me interesaban realmente, mientras mi mirada se dirigía hacia los demás integrantes de la familia.

Una mujer de cabellos castaños, no podía ver sus ojos ya que llevaba gafas de sol y se vestía con un vestido simple de color crema, al lado de ella había un chico de cabellos oscuros, con un pantalón de jean oscuro y una remera negra y junto a este un chico casi de la misma altura que el otro, su cabello castaño como el de la madre, jean y camisa blanca.

Miré hacia un costado, pidiendo ayuda a mi madre, pero esta al verme miro para otro lado, haciéndose la desentendida y solo pude suspirar.

-Bueno Hun, nos tenemos que ir, en un rato sale nuestro vuelo.- dijo mi padre, se volvieron a abrazar, luego mi padre se acercó a mí. -portate bien JeongHan- dijo mi padre y solo asentí con mi cabeza.

-Suerte cariño, te amo.- dijo mi madre con su voz súper molesta y se fueron dejándome solo, con esta familia extraña.

- JeongHan, cierto - dijo quien se llamaba SangHun, y solo asentí. -un gusto, seguro no me recuerdas, ya que solo tenias 4 años cuando te vi por última vez ?.- me dijo con una sonrisa en los labios, yo solo lo miré. -Bueno, junta tu maleta y ven, te voy a presentar a mi familia.- me dijo feliz, girándose, suspire, agarré mi maleta y me acerque a donde estaban. -ella es mi mujer, SunHi.-

-Por fin conozco al pequeño Hannie, pero no me lo imaginaba así.- dijo la mujer, seguramente por el cabello largo teñido de rubio. -un gusto cariño.- me dijo y forcé mi mejor sonrisa mientras asentía con la cabeza.

-Él es mi hijo mayor, SeungCheol.- dijo señalando a uno de los chicos junto a ella, este sonrió de lado y extendió su mano, la cual acepte.

-Llámame Cheol.- me dijo y solo asentí, como había hecho con la mujer.

-Y él es mi hijo menor, JiSoo.- el nombrado levanto su cabeza y sus ojos y labios llamaron mi atención completamente.

Y es que este chico estaba más bueno que comer pollo con la mano.

Pero tampoco dije algo, solo asentí nuevamente y enseguida me invitaron a entrar y me mostraron donde iba a dormir.

La casa era bastante grande, y por suerte tenía mi propia habitación.

Entré y deje mi maleta en mi cuarto, luego me recosté en mi cama y me quede observando el techo.

Solo debía soportar 30 días acá, tal vez si no hablo y solo salgo para cenar, pase más rápido este mes, y cuando menos me lo espere, este en mi casa, con mis amigos, saliendo y disfrutando como es debido mis vacaciones.

Enamorando a un Religioso ~ J i H a n [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora