Enamorando a un Religioso ~ J i H a n [Adaptada]

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Capítulo Diecisiete.

Día 20 - Parte II

Jisoo no me dijo nada, ni siquiera abrió sus ojos, simplemente se quedó ahí, recostado, con su respiración agitada y sus manos apretándome la remera.

Me relamí los labios y agarré su rostro con ambas manos, mientras acariciaba nuestras narices.

Le di un pequeño beso en el mentón, luego en la nariz y luego junté nuestros labios, era un simple roce, eran solo nuestros labios acariciándose, era algo tranquilo, era un beso que me sacaba pequeños suspiros, y no solo a mí.

Era un beso que hacía que mi corazón golpeara continuamente con fuerza en mi pecho, como queriendo salir, como queriendo romper mis costillas y desgarrar mi piel para salir.

Mordí suavemente su labio inferior y lo estire un poco, y volví a besarlo, pero ahora jugando con su lengua, acariciándola, y Jisoo me abrazó, debajo de la cintura, correspondiendo a aquel beso.

Pude sentir algo debajo mío, sobre mi estomago y una pequeña sonrisa de arrogancia se formó en mis labios, mientras rompía aquel beso para mirarlo fijamente.

-Mírame Jisoo... - le susurré, sin borrar aquella sonrisa de mis labios, pero el menor no abría sus ojos, sólo respiraba agitado - oh nene, ¿no me vas a mirar? - le pregunté, mientras le daba un beso en los labios, un simple roce.

-No... - susurró, apretando sus ojos mientras soltaba su abrazo y ahora trataba de alejarme de él.

Levanté una ceja, confundido.

-¿No qué? - le pregunté, bajando mi mano derecha y apretando el bulto que había en su entrepierna. Ante eso Jisoo suspiro y se mordió el labio inferior.

-Detente... - me susurró y volví a apretar, por lo que Jisoo gimió - Jeonghan, para... - dijo con la voz completamente ronca, pero yo no me iba a detener, no ahora.

-No quiero... - le susurré con una gran sonrisa, y comencé a desprender los botones de su pantalón, baje su cierre y metí mi mano adentro de su bóxer, acariciando al miembro de Jisoo que estaba completamente duro.

Ante esta acción Jisoo gimió con más fuerza, mientras decía "no" a cada caricia que le daba.

Trataba de empujarme, pero cuando comencé a subir y bajar mi mano, masturbándolo, dejó de ejercer presión y comenzó a gemir suavemente.

Me volví a relamer los labios, y lo bese, para que sus gemidos murieran en mi boca.

Lo besé con tranquilidad, mientras mis manos subían y bajaban a la misma velocidad que iba el beso. Jisoo se retorcía debajo mío, diciéndome sobre la boca que me detuviera, pero yo no lo iba a escuchar. Nunca fui bueno escuchando a los demás, y esta no iba a ser la excepción.

Con el pulgar comencé a acariciar la punta de su miembro, provocando que el cuerpo debajo mío temblara y que cada gemido saliera con más fuerza.

-No... agh, pa...ra... - decía Jisoo, pero yo sabia que eso no era lo que quería, su cuerpo lo delataba.

-¿Realmente quieres que pare? - le pregunté con la voz un poco ronca, Jisoo abrió sus ojos castaños y me quedó mirando, con su boca levemente abierta, su respiración agitada y sus pupilas dilatadas - díme que pare, y lo hago... - le susurré, aunque que era mentira, no me iba a detener ni aunque llorara y gritara, ni aunque entrara alguien al cuarto y me lo dijeran. No lo iba a hacer.