Enamorando a un Religioso ~ J i H a n [Adaptada]

O2

Capitulo Dos

Día 02

Si alguna vez alguien me preguntaran sobre lo que pensaba de vivir con gente creyente, les diría: “No creo que les importe mucho lo que yo haga”.

Lamentablemente, tengo que decirles que estaba equivocado.

¿Por qué?

Fácil, es solo cuestión de recordar lo que sucedió ayer en la cena.

Me encontraba recostado en la cama de la habitación en la que me iba a quedar por todo un horrible y largo mes, contemplando el techo como si realmente fuera algo interesante ver lo blanco que era, hasta que sentí que tocaron la puerta.

-¿Puedo pasar?.- se escuchó detrás de la puerta, y no tenia que ser un genio para saber que esa era la voz del amigo de mi padre, me levanté con pesadez y fui a abrir la puerta. -En unos minutos va a estar la cena, pero primero necesito que hablemos, así que me podrías acompañar hasta el living.- me dijo y solo asentí.

SangHun, si mi memoria no me fallaba, se giró y se fue caminando y yo lo seguí detrás.

Una vez habíamos bajado las escaleras y llegado al living me hizo señas de que me sentara en el sillón individual que estaba enfrente de donde él se sentó y aunque odiara que me dieran ordenes, acepté tranquilamente, ya que si quería pasar desapercibido un mes, tenía que comportarme.

-Bueno Jeonghan, antes que nada, quiero que sepas que esta es como tu familia y quiero que te sientas a gusto y cómodo.- comenzó su charla nada interesante y me dieron ganas de chocar mi cabeza contra la pequeña mesa de vidrio que estaba enfrente mío por el tono innecesariamente comprensible. -pero esta casa tiene reglas, y estas son esenciales para que la familia esté en calma.- me dijo, mientras juntaba sus manos y me miraba fijamente. -pero antes de explicártelas te tengo que hacer unas preguntas.- asentí simplemente para que siguiera, así terminábamos con esto de una maldita vez. -¿Fumas?-. asentí. -bueno, no vas a poder fumar, así que si tienes cigarrillos, te voy a pedir que me los des para tirarlos.

-no traje. -mentí, sin quitar mis ojos de los de él.

-Eso espero.- me dijo y me dieron ganas de tirarle la mesa a él en vez de chocar mi cabeza contra ella. -segundo, no puedes llevar tu cabello así de largo pero no soy quien para decirte que te lo cortes, así que te voy a pedir que lo acomodes de una forma que te haga ver como una persona normal… – dijo con tranquilidad e inevitablemente, sentí como la sangre subía a mi cabeza y mi ceja se levantaba.

-No me pienso amarrar el cabello solo para complacerlo– le dije fríamente, mientras me cruzaba de brazos, ¿Quién mierda se pensaba que era?

-Esas son las reglas Jeonghan, no puedes llevar el cabello así ni fumar en esta casa, si quieres puedes llevarlo suelto cuando estés solo en tu habitación, pero mientras estés con la familia te voy a pedir que te peines adecuadamente.- dijo con la tranquilidad que ahora me hacia falta a mí.

-Entonces no pienso salir de mi habitación.- dije. Y me importaba una mierda parecer un chico caprichoso.

-Lamentablemente, tengo que informarte que vas a tener que salir para desayunar, almorzar, merendar y cenar, ya que en esta familia es obligatorio que estemos todos, además, tienes que ayudar en la casa con la limpieza y cuando sea necesario ir a la iglesia.