seis.

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Pasaron dos meses, Harry estaba un poco mas repuesto, Louis lo había ayudado a salir adelante, había subido sus calificaciones y había recuperado su clases en la academia de música. Había terminado de componer su canción y le habían dado dos invitaciones para el presentación que haría la orquesta en el teatro de la ciudad.

Estaba tan emocionado, incluso, ya tenia a la persona indicada para darle la otra invitación.

Louis.

Entro a la casa, dejo sus cosas en la habitación y escucho una hermosa melodía proveniente del ático, sonrió y siguió la melodía, ahí se encontraba Louis, moviendo sus dedos tan rápido que Harry no alcanzaba a ver las notas. Sus ojos solo concentrados en el piano. Se veía hermoso.

—Uhm... Permiso... —Harry golpeo las paredes de madera con sus nudillos haciendo que Louis parara y alzara la mirada.

—Ya estas aquí, cariño. —Louis sonrió, se levantó y se acercó a Harry, lo tomo por las caderas y beso su mejilla. —Ich habe dich vermisst.

Harry se sonrojó, cada vez que Louis trataba de hacer el acento alemán se escuchaba hermoso, aunque su acento polaco no se dejaba atrás.

—Louis, mira lo que he traído.

Harry saco los boletos de su bolsillo, le entrego uno a Louis y este lo examinó por un momento.

—¿Que es esto?

—Una invitación, harán una presentación en el teatro en dos semanas, quería que fueras conmigo. —Susurra Harry.

Louis, algo distraído, miro hacia otro lado y metió la invitación en su bolsillo.

—No quieres... —Harry bajo la cabeza apenado.

Louis callo por un momento, apego a Harry a su cuerpo y lo abrazó.

—Te amo, ¿Sabias eso? Te amo demasiado.

—Lou...

Louis tomo a Harry por las mejillas y rozo sus narices, haciendo que sus labios chocaran y que sus respiraciones se mezclaran.

—Claro que iré contigo, bebé...

—Louis no te estoy obligando, por favor, no te sientas forzado. —Harry se separa de Louis y se sienta frente al piano.

—No, bebé, si quiero ir. —Louis se arrodilla frente al chico y acaricia su brazo suavemente. —No estés así, si te digo que quiero ir contigo es porque quiero ir contigo.

Harry no le responde, comienza a tocar una melodía e ignora cada palabra del castaño.

Al ver que ya no podía hacer nada, Louis se levanta, besa la sien del menor y acaricia su cabello, se sienta en la cama que se encontraba allí y lo observa a lo lejos, Harry era un chico hermoso, no quería lastimarlo. Es un chico que merece respeto y cuidados, y él no puede darle eso. Jamas.

Se levanta y se asoma a la ventana, ya estaba oscureciendo, las estrellas comenzaban a salir y nada mejor que ir al tejado mientras escucha a Harry tocar.

Abrió la venta y salió con cuidado, la casa era bastante alta, aproximadamente diez metros desde donde estaba él hasta el suelo. Se impulso con sus brazos y llego al techo, se recostó y comenzó a observar el cielo, escuchando como Harry tocaba el piano.

Harry acabo de tocar y estiro sus dedos, saco su boleto que se encontraba en su bolsillo y lo observo. Quería ir con Louis, nunca había tenido la oportunidad de ir a ese espectáculo, pero ha escuchado que es hermoso, además, una orquesta toca unas cuantas canciones en honor a ese famoso compositor judío.

Se levanto y fue a la cocina, saco un frasco de galletas y comenzó a comer.

—¡Harry! —Escucho a Louis gritar desde el techo.

Rodó los ojos, no quería hablar con él.

—¡Harry esta nevando!

Harry abrió sus ojos sorprendido, se acercó a la ventana y vio como la nieve caía sobre los techos de las casas y de los autos. Amaba la nieve, sentía unas fuertes ganas de salir e ir a revolcarse en la nieve.

Dejo el frasco en la mesa y salio de la casa, se quedo parado junto a un árbol y se abrazo a si mismo, que frío hacía.

Se quedo observando a todos los pequeños que salían con sus padres, tomados de la mano y saltando entre el hielo que caía el cielo.

Lanzo un frío suspiro, observo a su al rededor como todo se llenaba de nieve y sintió a alguien que le colocaba un abrigo por los hombros.

—Abrigate, cariño. Te ves frío.

Se gira a ver y ve a Louis, que lo observaba con una sonrisa y que le colocaba el abrigo suavemente.

—Gracias. —Dice Harry, saca los guantes que se encontraban en el bolsillo del abrigo y se los coloca.

—¿Quieres caminar? —Pregunta Louis sonriendo.

Harry piensa un poco, roza sus dedos con los de Louis y luego toma su mano, lo mira a los ojos y asiente pegándose a su pecho, dejando que este lo envolviera en sus brazos y lo abrazara.

—¿Que te parece si vamos a tomar un café? —Propone Louis entrando a la casa para sacar su abrigo y algo de dinero.

—Si, hace bastante frío.

—Vamos, entonces.

Louis toma la mano de Harry y salen de la casa, cierra la puerta con llave y comienzan a caminar, mientras la nieve caía lentamente sobre sus cabellos, y mientras oían a unos pequeños reír mientras hacian sus muñecos de nieve.

—Me gusta la nieve. —Dice Harry. —Cuando era pequeño, recuerdo que mis padres siempre me llevaban al parque, mi padre y yo jugábamos en la nieve mientras mi madre solo se encargaba de que estuviera bien abrigado.

—Yo también. —Louis ríe lanzando um suspiro al final. —¿Sabes? Esos niños tienen que disfrutar su niñez, en algún momento dejaran de vivir esos hermosos momentos.

Harry escucha atentamente a Louis, se apoya en su hombro y entran a la cafetería.

Estaba mucho mas abrigado allí dentro, el mayor se sienta en una mesa que se encontraba en un rincón y Harry va a pedir dos cafés.

—¿Te gusta el mocaccino? Porque pedí uno para ti. —Dice Harry sentándose frente a Louis, entregándole el tazón.

—Si me gusta, y gracias. —Le sonríe Louis tomando un poco. —Eres muy lindo, ¿Sabias eso? —Dice tomando su mano, acariciándola suavemente.

Harry se sonroja, le corresponde la caricia y mira a través del espejo.

Y cuando volvieran a la casa, irían a la habitación, podrían el calefactor, y se acurrucarían en la cama, verían una película, y pasarían la noche hablando sobre su vida y riendo por las bromas que hacía Louis.

Pianist. [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora