Pianist. [ls]

diez. (final)

Harry corrió, corrió como nunca antes había corrido y llego a la casa, tomo algo de dinero y sin quitar la cara de espanto que tenia en ese momento fue y arrendó un auto, condujo fuera de la ciudad, sus manos temblaban, no tenia ni siquiera ganas de llorar, pero si de gritar, no de pena si no de miedo.

Llegó al que era antes campo de concentración, el mas cercano a la ciudad, se bajó y miro a su al rededor.

—Chico, el tour acabó. —Dijo el guardia del lugar.

Harry no prestó atención y corrió hacia adentro, entro a las pequeñas habitaciones del lugar, que ahora estaban arregladas y pintadas, y miro las fotos que habían en la pared.

Vio fotos de judíos, muchos judíos, eran tantos que no podía reconocer bien el rostro del que él andaba buscando.

Salió y entro a otra habitación, donde había un libro con la lista de los que habían estado en el lugar.

Comenzó a buscar, eran cientos de nombres ordenados alfabéticamente, hasta que llegó al él.

Louis Tomlinson.

En ese momento se le fue el aire.

Si Louis Tomlinson se había suicidado durante la segunda guerra mundial.

¿Quien mierda había estado con él todo ese tiempo?

Harry sintió miedo, ¿acaso se había enamorado de alguien muerto?, ¿alguien que ni siquiera existía?

Salió del lugar rápidamente y fue a su casa, entro a la habitación y abrió el closet, su ropa ya no estaba, tampoco sus zapatos ni sus pertenecías.

Louis se había esfumado.

O tal vez se había esfumado hace tiempo y él era el único que lo podía ver.

—¿Por qué, Louis? —Susurro Harry mirandose al espejo, estaba temblando, y fue ahí cuando la primera lágrima se asomo y recorrió su mejilla. —Dijiste que nunca me dejarías.

De repente se sintió inútil, ¿tan solo y miserable era que veía gente muerta?, ¿era tan fracasado que se sentía amado por un... fantasma?

—¡Eres un imbécil! —Grito con rabia a su reflejo y golpeó el espejo con su puño, el espejo se rompió en pedazos y sus nudillos sangraron.

Tomo botellas de alcohol que tenia guardadas y comenzó a beber sin parar, ¿que la había pasado?, ¿como su vida llego a ser tan miserable que comenzó a ver personas imaginarias?

Mientras bebía y lloraba desesperadamente se dio cuenta que había llegado a un punto donde ya nada tenia remedio, su vida se había arruinado, de hecho, se había arruinado desde el momento en que Louis llegó a su vida, ¿como pasó eso?, ¿en que momento se volvió tan loco?

Y en eso vino a su mente el tratamiento con el psiquiatra que había tenido de pequeño, cuando le detectaron esquizofrenia, había tomando medicamentos por un tiempo, luego dejo de tomarlos porque su madre no tenia el dinero suficiente, pero lo convenció de que ya había mejorado.

Pensó que quizá no, quizá estaba loco y alucinaba, quizá cada vez se volvía mas loco de lo que ya estaba y por eso no tenia amigos, por eso lo molestaban y lo excluían de los grupos, por eso creyó estar con Louis...

Harry golpeo la botella contra la pared haciendo un desastre en la cocina con vidrios por todos lados.

Subió a la azotea, donde solía estar con Louis, donde se dieron su primer beso, lloró aun mas al recordar eso.

—Eres un estúpido, Harry. —Se dijo a si mismo. —Mirate, ¿en serio crees que alguien estaría contigo?, ¿en serio crees que alguien te amaría?

Comenzó a llorar aún mas, definitivamente nadie estaría con él, ni siquiera un muerto.

Porque de todas formas, Louis se habia ido.

Y no volvería.

Y si no volvía, Harry iría a él.

Bebió lo poco que le quedaba a su botella de vodka y caminó mareado hacia unas cajas que habían en un rincón, tomo una cuerda, la ato a una de las vigas del techo, se detuvo un momento al sentir un fuerte dolor de cabeza y se afirmo de una silla, la misma que coloco bajo la cuerda, se subió a ella como pudo, tratando de mantener el equilibrio, la amarro a su cuello y lanzo un pesado y doloroso suspiro.

—Si no podemos estar juntos en esa vida, Louis. —Dijo con los ojos rojos, llenos de lágrimas. —Lo estaremos en donde quiera que estés... en el más allá.

Lanzó un grito, uno tan fuerte que sus vecinos llegaron a oír, y salto de la silla.

Su cara de volvió morada.

Le dolió, le dolió mucho.

Pero era tanto como el dolor que había en su corazón.

Si no podía estar con Louis iría por él, donde quiera que estuviera.

«Siempre juntos, ¿no?»

fin.