nueve.

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Plaza Gendarmenmarkt, Berlin.

Harry y Louis estaban en la plaza, es un rato seria la presentación en el teatro y tendrían que partir.

El día estaba nublado, el cielo estaba gris y no había mucho ruido en el lugar, Louis se mantenia callado y Harry jugaba con sus dedos, desde hace una hora Louis había estado actuando extraño, se asustaba de la nada, tenia la cara pálida y temblaba como si algo estuviera apunto de pasarle. Harry estaba preocupado, pero, por lo callado que era Louis no podía hacer mucho, solo estar con él y darle la mano.

—Louis, ya es hora de irnos. —Dice Harry mirando su reloj.

Louis asiente y se levanta detrás de él, le toma la mano y comienzan a caminar juntos por la calle, el día estaba frío, había llovido la noche anterior y parte del día por lo que los autos seguían con sus techos mojados, el día estaba horrible, al menos para el gusto de Harry.

Comenzaron a sentir de repente la melodía de un piano, Harry sonrió de inmediato y dio un pequeño salto emocionado.

—¿Escuchas eso, Lou?

Louis alza la mirada y se detiene.

—Harry, ¿por qué no volvemos a casa?

—¿Por qué? ¡vamos!, sera divertido.

Harry toma la mano de Louis y lo lleva casi arrastrándolo hasta la entrada del teatro, donde una persona recibía los boletos.

Harry se puso delante de Louis y le dio su boleto.

Louis miro hacia adentro y siguió escuchando la melodía, esa misma melodía...

Como la fila era larga Louis tuvo tiempo de mirar a su al rededor, de pensar, de meditar todo. Pensaba en Harry, en lo hermoso que se veía así de contento, tomando su mano, sonriendo y con ese brillo en sus ojos verdes, esos ojos que lo hacen único. Lamentaba de verdad todo lo que estaba pasando y lo que iba a pasar, Harry no se lo merecía, él merecía el cielo, era un ángel, un ángel caído del cielo que nadie nunca supo apreciar, con el corazón mas bondadoso que pueda existir y también con el mas frágil, con la sonrisa mas hermosa y con la mente mas inteligente pero a la vez mas deteriorada.

¿Quien no amaría a un chico como Harry?

¿Quien no querría estar con él?

Louis suspiro y miro hacia arriba un momento.

La fila era larga, y al parecer había habido un problema con los boletos de una mujer que iba junto a sus dos hijos. Louis observo la escena. Luego se pregunto a si mismo, ¿por que los alemanes vienen a escuchar y a rendir homenaje a un judío al que ellos mismos mataron?, ¿que sentido tiene?, ¿por que alguien tiene que suicidarse para que se den cuenta de lo en realidad vale?

Louis miro hacia el cielo, a lo lejos podía ver aves, se pregunto que tan bien se sentirá ser libre y cuando llegara el día en que él por fin sea libre.

Harry era libre, solo que no quería aceptarlo y prefería estar con Louis y aferrarse a él antes de vivir su vida y aprovechar su libertad.

Louis esperaba que eso cambiara algún día.

—Su asiento esta en la cuarta fila de la derecha. —Oyó decirle el hombre que recibía los boletos a Harry.

—Esta bien, muchas gracias.

Harry entró y Louis lo siguió...

Y lo siguió...

Y se dio cuenta que Harry debería seguir su vida por si solo.

—Lou, ¿cual es tu asiento? —Preguntó Harry y se volteó.

Pero Louis no estaba ahí.

—¿Louis? —Su corazón comenzó a acelerarse.

—Por favor, vamos a pedirles que tomen sus asientos para poder comenzar la función.

Harry comenzó a ponerse nervioso, ¿donde se había metido Louis?

—La segunda guerra mundial fue un periodo que marcó la historia en nuestro país... —Comenzo a hablar una mujer en el escenario.

—No, no, no. —Harry susurro pasando la mano por su cabello buscando con la mirada a Louis.

—Millones de judíos murieron en nuestros campos de concentración...

—¿Donde te metiste Louis? —Balbuceo Harry volviendo a la entrada y mirando hacia afuera.

—Pero uno de ellos nos marcó, nos emocionó... un joven que a sus cortos años de vida ya había compuesto varias canciones...

—Mierda. —Harry golpeo el suelo con su zapato.

—Pero, el destino a veces es cruel, ¿no?, no nos damos cuenta y ya estamos entre la vida y la muerte.

Harry volteo a ver a la mujer que hablaba y se apoyó en la pared, no se iría a sentar sin Louis.

—Louis se suicido a los 19 años de edad en el campo de concentración, pero nos dejo una última canción antes de morir...

Harry miro su teléfono, estaba pasando el tiempo y Louis no aparecía.

Se encendieron las luces en el escenario y se pudo ver la orquesta.

Harry volvió a asomarse a la calle, a ver si veía algo.

—Esto es, "Harry", de Louis Tomlinson.

Su corazón se detuvo.

Se volteo y vio a Louis.

A su Louis.

El mismo Louis que estaba con él hace unos momentos ahora estaba en una gran foto en el escenario, con traje a rayas y la cara sucia, con cara flaca y manos huesudas.

—Que... —Fue lo único que pudo decir Harry hasta que su garganta se tapó.

Retrocedió con miedo y salió corriendo.

Pianist. [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora