Reí sarcásticamente.
—¿Qué? —pregunté irónica, esto me lo tomaba a chiste.—Sí, "hermosa" —remarcó las comillas y yo giré mis ojos—. Tú estás aquí para obedecerme —lo decía muy enserio.
—Espera, Blanco.
—Y si no te gusta, lástima. Sufrirás las consecuencias.
—Vaya, Blanco —arqueó una ceja.
—Aunque para ti, más que castigo sería un premio —me carcajeé sonoramente.
—Tendrán que llevarte al maniconmio.
—Como sea. Aquí el que ordena soy yo —su tono me daba miedo. Lo escuchaba cuando "platicaba" con Pablo. Pero en mí, cada palabra dolia—. Y bien, "cariño". Mi desayuno —lo fulminé con la mirada, podía ser egoísta y muy orgullosa; pero aún así temía qué me podía hacer este "Jorge". Me dirige a la cocina. Preparé huevos revueltos, como tenía cerca el picante se lo eché, mucho. Era mi venganza infantil. Se los llevé a la mesa, me retiré. Ni un "gracias" me dijo...Él terminó de comer, yo no lo vi sufrir; recogió sus cosas y se acercó a mí.
—Rico, amor. Pero a la otra no le pongas tanto picante. Me puede hacer mal —maldito.
—¿Mucho?
—No creo, pero hazlo de nuevo y veamos cómo te va a ti —me guiñó un ojo.
Me había quedado sola en la casa, gran tiempo para arreglarla. Cuando esta quedó que relucía de limpia, me di el tiempo para salir a realizar unas compras que hacían falta. Tomé mi bolso y salí. Iba caminando en la calle y literalmente me seguían por detrás; pero traté de omitir eso. Hice lo que tenía que hacer pero las compras demoraron más de lo esperado por culpa de una tipa que no decidía si comprar o no una blusa. Fue más de dos horas de lo planeado, Jorge ya estaría en casa. En cuanto pagué salí como bala de ahí; deseaba tanto que Jorge no estuviera esperándome. Pero el cielo suele no hacerme caso, lo encontré en el sillón del living de brazos cruzados, enojado; se veía jodidamente sexy. Lo ignoré dirijéndome a dejar lo poco que había comprado para las proviciones, lo demás eran blusas y vestidos para mí. Antes de salir de la cocina, Jorge me atrapó contra la pared.
—¿Dónde andabas? —encontraba su tono sumamente furioso.
—Fui a hacer un par de cosas.
—¿De qué clase?
—No encuentro tu tono de lo más agradable...
—Cállate y contéstame.
—Pues de la clase humana, Blanco; lárgate por favor.
—No intentes tomarme el pelo.
—No intentes intimidarme.
—No tengo por qué tratar, rápido veo que me tienes miedo.
—¿Qué?
—Nada, "cariño". Ahora respóndeme.
—Fui a hacer cosas.
—¡Mierda, pero qué! —odiaba que me gritara, ganas me sobraban de matarlo por las noches.
—¡Fui a hacer compras, Blanco! ¿Qué más?
—Nada —se retiró.
Su actitud últimamente no ha sido la misma. Digamos que mi "enfermedad" vino a tirar todo a la basura. Si me iba a tratar de esa manera ¿por qué no simplemente me dejaba? Pero no era todo, había algo en él, esta última semana, no había sido igual a las demás. Esta última semana ha sido más agresivo, irónico, ha sido un completo idiota. Tenía que averiguar qué había sucedido. Después de la incómoda "charla" con mi "querido" esposo, subí a mi habitación y dormí. Jorge y yo tratabamos de no dormir juntos pero en sus ataques de bipolaridad sí. No iba a seguir siendo así, él dormia en SU cama y yo en la MÍA. En la mañana desperté, de nuevo él no estaba. Cada vez más se me haría costumbre. Me arreglé y salí de nuevo, solo para relajarme. No estaría todo el tiempo encerrada, fui a ver una película, una nueva de la que TODO el mundo hablaba. En el clímax de la historia mi celular comenzó a timbrar, todo el mundo me fulminó con la mirada así que opté por no contestar; siguieron insistiendo, seguro era mi madre con la que días atrás habíamos estado charlando acerca de Jorge; terminó la película y fui a ver un par de prendas, salí con las manos vacías ya que no contaba con el dinero suficiente. Regresé a casa, aún no era hora de que Jorge regresara, al menos eso creí hasta que me abrazaron por detrás, por un momento no supe quién era hasta que su aroma...su aroma mezclado con otro, otro femenino.
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Novela Jortini - El Niñero [TERMINADA]
Teen Fiction¡Hola a todos! Espero les guste mucho esta novela... No es mia, es adaptada♡ Recuerden