Novela Jortini - El Niñero [TERMINADA]

Capítulo 28 - T2

  Noté que a lo lejos estaba una mujer embarazada junto con Carla, serían amigas a juzgar por el amistoso abrazo que se dieron. La chica tenía su cabellera en una coleta, una castaña y larga. Sonreí inconscientemente; amaría ver a Tini en ese estado. Sería como un sueño. Corrí hacia donde se encontraba Carla.

—Hola —saludé a Carla quien pareciera que se heló instantáneamente—. Carla...

—Jorge —me abrazó y me alejó un par de metros—. Ve a mi casa; ya voy.

—Sí, es que quería...

—Que vayas a casa —ordenó. Estaba sumamente extraña. La otra chica no conseguía moverse. Me acerqué un poco.

—Hola —traté de que me hablase pero solo caminó velozmente a otro lugar. Esto me confundía. ¿Me ocultaban algo? Vi un auto llegar y con su conductor Christian. Demonios, llegué tarde. La chica quien no me habló toco la ventana de Beadles y se metió en el auto. La vi. El auto arrancó a toda velocidad— ¿T...Tini? ¡Martina! —exclamé corriendo hacia el auto. Corrí y corrí, pero mis fuerzas se debilitaron, ella huía de mí. Me tiré, más bien caí en el suelo. Carla llegó minutos después en mi consuelo—. Tu lo sabías —la acusé cuando estuvo junto a mí; con un tono leve de voz gracias al cansancio provocado.

—No —exclamó—. Apenas llegó hace una hora de donde se encontraba —se defendió—. Nunca supe dónde estuvo hasta el día de hoy.

—¿Y Chris? ¿A dónde la llevó? —grité más que cuestionar.

—No lo sé, supongo que Tini vio que era su única alternativa. ¡No lo sé! —exclamó.

—Mierda, tengo que buscarla. Dame el número de Chris.

—No. Creo que por ahora es mejor que no la busques —se cruzó de brazos.

—Por favor —supliqué—. La he buscado siete meses y ahora que regreso... —un momento— ella está embarazada —susurré esto último— ¿Cómo? —cuestioné.

—Jorge, no soy la indicada...

—Tú debes de saber, Martina era estéril... ¿Cómo es que está embarazada? ¿Fue un plan para que ella formara una familia con su amante?

—¡No! Ella nunca ha tenido ningún "amante" —hizo las comillas con sus dedos—. Jorge, eres muy ingenuo y manipulable. Te daré el nuevo número de Tini, pero si te pido que no la presiones —sacó su celular y me dictó el teléfono—. Jorge, trata de tener tacto; ella no está en condiciones de cualquier tipo de alteración.

—Pero dime algo... ¿Cómo es que está embarazada?

—Yo diría que es un "milagro" —sonrió a lo que yo correspondí. Llegué a mi auto y marqué el número. 1, 2, 3... No contestaron. Esperé a estar más relajado en casa y conseguí otro teléfono que ella desconociera.

*Narra Martina*

Llegué a mi nueva casa, el camino fue largo ya que Chris no quería una explicación, sino muchas. Se enojó al principio pero después entendió. Dijo que a pesar de que el padre de mi hija fuera un idiota, él la amaba. Decía que sería como su sobrina y yo me sentía más orgullosa que antes. En cuanto a Jorge...no me lo esperaba. Carla no me dijo que él llegaría, lo que sí me dijo es que me anduvo buscando por tierra, por aire y por mar. Iba cada semana a pedir información sobre mí y me comentó que dejó su empleo. Nunca pensé ser tan importante para él, nunca pensé que él aunque sea me estimase. Me creí un estorbo, pero al parecer no fue así.

No me imagino la impresión que le ha de haber dado el verme y más aún que me encontraba en este estado.

Él persiguió el auto y si no hubiera tenido una considerable fuerza de voluntad hubiera bajado de él.

Mi teléfono timbro, contesté. De seguro era Carla pidiendo una explicación.

—¿Hola? Carla. Disculpa por irme así, pero aún no tenía el valor de verlo. De seguro quiere explicaciones y ahora no quiero dárselas. Aun no quiero que sepa quién es el padre del bebé que estoy esperando... —hubo un silencio— ¿Carla? —no se escuchaba nada por la otra línea más que una pesada respiración—. Oh no —dije imaginándome quién estaba detrás de la línea.

—¿Quién es el padre, Tini? —preguntó su voz. Oh Dios, su voz pronunciando mi nombre; era todo un verso. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sin duda lo amaba—. ¿Tini?

—No, yo no... ¿Jorge? —dije haciéndome la tonta.

—Sí soy yo —dijo sin pensarlo.

—¿Cómo conseguiste mi número?

—Carla me lo dio. Martina, necesito verte.

—No sé —suspiré—. Yo también necesito hacerlo.

—¿Nos vemos en mi casa o en...la tuya?

—Preferiría ir a la tuya.

—Está bien, ¿Ahora?

—Por supuesto.

—Y...Tini —me detuvo.

—¿Hmm?

—Te necesito —suspiró y colgó.

Bien, no fueron más que unas cuantas palabras. Un par...pero ya me tenía de nuevo. "Te necesito" —Jorge, si supieras que yo te necesito más...y no solo yo. Tu bebita, tu hija—. Iba bajando las escaleras lentamente y me topé de frente con Charlie, se notaba más que solo, extraño y malhumorado.

—¿Charlie? ¿Te encuentras bien? —dije algo preocupada tocando su frente, él retiró bruscamente mi mano.

—¿A dónde vas? —pude notar su tono frío e indiferente.

—Con...yo...mira, esque necesito aclarar las cosas con Jorge y sé que esto le hace daño —expliqué nerviosa, su mirada no ayudaba en eso—. No quiero que sufra por mí —tragué saliva—. Iré a verlo —su rostro se tornó en uno rojo de furia. Apretó sus puños de rabia.

—No lo harás —soltó y yo contuve la respiración... ¿Cuál era el problema con eso?

—¿Por qué? —dije acercándome cautelosamente a la puerta. Por primera vez, desconfié de él.

—Martina —dijo ronco, esa voz la conocía. No era Charlie, bueno sí pero...no el Charlie que yo conocía—. Ya que quieres echar todo lo que me costó años planear y llevar a cabo a la basura —gruñó—, tengo que confesarte algo —apretó más sus puños. Yo tomé el pomo de la puerta por la espalda y justo cuando la iba a abrir y salir huyendo del lugar; él la cerro de un portazo y me acorraló contra la pared. Yo temblaba de miedo en ese instante, él no era Charlie. Él era un completo desconocido.

—¿A...a qué te refieres? —dije titubeando.

—Tu esposo te engaña. Ahora mismo está en su oficina tirándose a las secretarias —ESA VOZ. Contuve nuevamente la respiración—. ¿Alguna otra pista? —abrí mis ojos de par en par.

—Tú...

—Yo. Charles Finker —sonrió mostrando sus dientes. Vivir con el enemigo, con el verdadero depredador. ¡Ayuda!