Capítul0 14 - T2

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  —Martina... —ahora lloraba— ...yo...necesito pedirte disculpas... —lo miré confundida.

—¿Pedirme disculpas? —pregunté.

—Sí, Tini. Quiero pedirte perdón por todo lo que te he hecho pasar, por no tratarte como debería, por no ser tu príncipe soñado, por ser un hijo de puta...por todo —me miraba a los ojos...me encantaba que lo hiciera, sus ojos miel eran increíblemente excitantes, todo en él era así. Pero tenía ese sentimiento en sus palabras que me decía que era verdad...creo—. Tini, solo quiero escuchar que me perdonas...solo eso, amor. Solo eso —tomé su rostro con mis manos y lo acerqué a mí dejando nuestros labios a una muy corta distancia, aspirando su aroma mientras su mentolado aliento acariciaba mis labios.

—Por supuesto, Jorge. Solo quiero que me prometas que no seguirás con esa actitud —me miró de nuevo a los ojos, no respondió. Solo se atrajo a mí y comenzó a besarme lentamente, con cariño, con...amor. Examinaminaba y recorría mis labios como si fuera la primera vez. De un momento a otro caímos en un sofá más amplio que se encontraba en su oficina. Bajé mis besos a su cuello...su debilidad. Dejé leves marcas en este...él soltaba largos suspiros. Jugué con él un rato, luego lo mordí dejandole un tremendo chupetón, él gimio muy alto...ya sentía su pene duro en mi abdomen... Me volví a sus labios, los mordía...quería saborearlo todo en él. Sus manos que posaban en mi espalda bajaron lentamente a mi trasero me agarró de ahí y me apretó contra él, su miembro duro como el metal se me clavaba y hacía que gimiera más fuerte. Estabamos literalmente haciendo el amor con ropa... Me aplastaba contra su cuerpo y luego dejaba de apricionarme para volver a hacerlo... Estaba desesperada, lo necesitaba, lo necesitaba lo más antes posible. Para nuestra mala suerte, la puerta se abrió.

—¡Ay Dios! Disculpen...yo no quería...interrumpir yo solo... —era la tal "Valeria", nos separamos instantáneamente, acto seguido por acomodarnos nuestras prendas.

—Descuida, cariño —¿él le dijo "cariño"?

—Perdón, Jor...Es que te enviaron estos informes, me tomé la molestia de revisarlos.

—Sí, sí, déjalos ahí, amor —señaló el escritorio...¡Wow! "Cariño, Amor...Jor"; la escena realmente me enfadó y tenía por qué...maldito mentiroso, maldito infiel. Tomé mi bolso y me retiré sin darle la cara a la rubia con bubies de silicona. Si Jorge me iba a engañar no sería en mi presencia.

—¡Martina, Martina! —gritaba Jorge, lo ignoré olímpicamente. Seguí caminando apresurando mi paso. Luego sentí su alieto en mi cuello y sus manos sobre mis caderas.

—Jorge, basta —le dije con cierto fastidio, abrí la puerta para salir pero no era la correcta así que me dirige a otra.

—Amor, ¿qué pasó? Hace no más de cinco minutos estuvimos apunto de tener sexo —me detuve.

—¿"Tener sexo"? —dije incrédula— ¿Así que solo eso es para ti, Blanco? —me puse furiosa...SEXO, eso era lo que él tenía conmigo. Y yo aún cargaba con las esperanzas de que fuera "amor". Por Dios, si eso se perdió hace mucho. Abrí otra puerta pero tampoco acerté, decidí entrar en la oficina y un acto rápido le cerré la puerta en su rostro. Él golpeó un par de veces la puerta y repetía mi nombre. Me adentré más en aquella oficina... Tenía un olor muy agradable, estaba ordenada y limpia... Comencé a curiosiar por la habitación... Abrí un par de gavinentes y saqué un montón de papeles...Informe de evaluos y más cosas aburridas...pero hubo una carpeta color beige que me llamó la atención, era un correo impreso. Decidí leerlo, si iba a estar encerrada que por lo menos haga algo.

"Cindy, amor. ¿Cómo va todo allá? ¿El ratoncillo ya cayó en la trampa? Tenemos que apresurar esto no queremos que nos descrubran... Encontré a alguien más que nos ayudará con esto... Más bien, un par de personas... Y ya quiero verte, preciosa.
Atte: C.F."

C.F....no conocía a nadie con esas iniciales, no sabía de qué hablaban pero sí sabía que el tipo que me había estado hablando había mencionado el nombre de "Cindy", metí todos los papeles a sus respectivos gavinetes y me acerqué a la puerta. El ruido habia cesado, lo que me indicaba que Jorge pudo averse ido. Tomé ligeramente la perilla y abrí la puerta. De inmediato Jorge me tomó de la cintura y me metió a la oficina colocando el seguro de la puerta a sus espaldas.

—¿Qué haces? —exclamé tratando de quitar sus manos. En un rápido movimiento posó sus labios sobre los míos, amaba el sabor de sus labios, el contorno de estos...no podía negarme a ellos, pero no. No caería, solo me divertiría con él; porque al fin y al cabo solo sera SEXO. Lo tomé por la playera y lo acerqué aún más a mí...lo sentí sonreír sin despegar sus labios. Abrí mis ojos, si alguien iba a disfrutar esto sería yo. Me tomó por la cintura y me tiró al sofá.

Me senté a horcadas en él y ataqué su cuello...terminamos teniendo sexo, no lo dejé correrse, no dejé que llegara... Le di un último beso en los labios y comencé a cambiarme a un ritmo veloz y salí de ahí, ya sentia a Jorge siguiéndome para pedir una explicación. Pero no había otra más que el que tuve sexo con él y solo...solo sexo.

Novela Jortini - El Niñero [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora