Nota 67

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Hoy es la graduación de tu hermano.

Lo que significa, si, que ya terminamos la escuela.

¡Estamos de vacaciones, yey!

Y gracias a Dios, como te ayudé a hacer las tareas, a ponerte al día y tu hiciste los exámenes cuando los profesores venían a verte, tu también pasaste.

Estamos todos felices.

A la tarde, nos dijeron que tu operación será la semana entrante. Tu padre consiguió reunir el dinero, y estamos listos para que te operen.

He rezado mucho, muchísimo, para que todo salga bien.

Pero hoy no es el día de preocuparnos, sino de disfrutar.

A ti te dejaron salir por un rato del hospital así podrías ir a la graduación de tu hermano.

Aunque claro, solo irías por una hora, no podías pasar más de ese tiempo sin tus remedios y todo lo necesario.

Y me enteré de que le pediste a Shopie que te acompañara eh. Eres todo un casanova.

Hablando de eso, ella fue a casa a ayudarme a prepararnos, y me contó que le gustabas.

No sabes todo lo que grité.

Y sé que a ti te gusta, lo veo en tus ojos.

Soy tan feliz, este día no hacía más que mejorar y mejorar.

Luego de prepararnos, tu hermano me avisó que estaba llegando por Watsapp. Junto contigo.

Sophie estaba tan nerviosa, me preguntaba constantemente si te gustaría el vestido que se puso. Yo solo me reía y decía que si.

Cuando ustedes llegaron, mi madre les abrió con una sonrisa, y nosotras bajamos todo lo elegante que podíamos ser, aunque nos veníamos riendo.

Ustedes quedaron algo sorprendidos, porque generalmente ninguna se viste muy femenina o al menos con vestidos.

Así que creo que les gustó. Mucho.

Tu tenias que andar en una silla de ruedas, pero eso no nos molestó en absoluto. Shopie te llevaba con toda la alegría de una chica con su pareja de baile.

Tu hermano y yo los veíamos a ustedes, y nos mirabamos cómplices. Sabíamos cómo terminaría ésto.

Al llegar, los amigos de él y los amigos de Shopie estuvieron con nosotros, y por suerte tu otro grupo de ex- amigos se mantuvo alejado, así que se puede decir que la noche estuvo muy bonita.

Bailamos, nos reímos, me besé con tu hermano varias veces, debo admitirlo, y nos divertimos como nunca antes.

Cuando pasó la hora que tu podías estar, todos fuimos contigo al hospital a seguir hablando y riéndo. Los chistes que te habías aprendido eran muy graciosos, y tu hermano amenazó con tirarte de la silla de ruedas si seguías molestandome con decirme cuñada.

Creo que se puede decir que fue una de las mejores noches de mi vida.

Y espero que haya una próxima.

No sé si te mostraré éstas notas alguna vez. No sé si tu las leerías, o no.

Así que por ahora, mis pensamientos quedarán plasmados en estas hojas en secreto.

Solo quiero que sepas que si lo lees, no importa en qué tiempo estemos, si estamos peleados, si estamos felices, si estamos mirando a tus hijos y los míos correr en un parque, o si estamos sentados en sillas de ruedas y con los cabellos canosos.

Siempre te querré.

Y prometo que, aunque no siempre estaré feliz con tus decisiones, las aceptaré.

Tu eres libre de elegir lo que quieras.

Solo quiero que seas feliz.






Notas a mi Ex-Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora