Una dulce venganza

CHAT

- ¿Te gustó la vista o quieres más? Ya acepta que me deseas, sabes lo que tienes que hacer, solo me tienes que pedir disculpas y puede que te deje acercarte a mí, no estas nada mal para mis gustos

- ja ja, sigue soñando prepotente

- Me da gusto saber tu nombre Cristal, debes sentirte afortunada, no suelo investigar el nombre de todas.

- Será porque me importa lo más mínimo tu existencia, no soy como las demás, no quiero nada contigo, no tienes a alguien más que acosar ¿o qué? Déjame en paz

-Me gusta fastidiarte, creo que me caes bien, sigue así.

Después se desconectó, y me di cuenta que ya era tarde así que baje a cenar algo y me fui a dormir.

Como siempre la alarma me despierta lo único que hago es extender mi brazo y como sea apagarla, la verdad no quiero ir a la preparatoria, que flojera, pero es el segundo día y quiero reservar las faltas para algo más importante. Me levanto, me ducho, me cambio, bajo y desayuno y vuelvo a subir para cepillarme los dientes y el pelo, después de maquillarme un poco, arreglo mis útiles y me despido de mi madre para después tomar camino a la preparatoria, hoy estaba muy temprano de la hora de entrada así que decidí caminar, ya que, no estaba muy lejos la preparatoria y así podría escuchar música y ver la naturaleza, me puse mis audífonos y estuve caminando cuando pase por la casa de Colín y no lo vi, la verdad su casa se veía muy bonita desde afuera tenía unas cosas diferentes a la mía, pero en si es casi la misma.

Me distraje mucho merodeando en la casa hasta que me detuve porque al parecer había chocado con alguien, volteo y veo a un sudoroso Colín frente a mí.

-Deberías fijarte por donde caminas princesa.

-L-l o s-siento-No sé porque estaba tartamudeando, si por la culpa del sudor y que se le marcaban los pectorales o el simple hecho de que aun así se veía tan sexy y deslumbrante. Rayos, ahora ya empiezo a decir palabras tontas. -Y no me digas princesa

-Lo que quieras nena, espero que ya hayas aceptado que me deseas-Dijo Colín susurrando en mi oído pasando a mi lado

Me quede inmóvil y cuando recupere el aliento volví mi caminata a la preparatoria, cuando supe que era la hora adecuada le marque a Gabriela para decirle que no me trajera a la prepa ya que ya estaba aquí

- ¿Te paso algo?, ¿Qué le hiciste a mi amiga Cristal?, la quiero de vuelta ahora. -Dijo ella muy sorprendida en tono de broma.

-No, sigo siendo yo, no es para tanto-Di un suspiro de irritación porque no podía sacar unas galletas del dispensador de alimentos.

-Vale bye, te amo.-Dijo mi amiga terminando la llamada telefónica.

A veces mi amiga era un poco muy irritable, pero aun así la amaba, no todos los días encuentras a una chava que te haga reír cuando tú piensas en llorar, o que siempre te escucha cuando tu estas mal, o que sabe cuándo no estás bien aunque intentes fingir que todo está perfecto, pero te estas derrumbando por dentro, o esa persona que te acompaña en todas las locuras estúpidas que se te vienen por la cabeza, por eso amo a mi amiga y no sé qué haría sin esa pequeña monstrua que he convertido.

Después de unos minutos Gabriela llego nos fuimos directo a los lockers y a nuestras clases, las clases antes del receso corrieron muy rápido ya que me tenía que poner al tanto de los chismes con Gabriela, la verdad no sé cómo es que esa mujer y yo pasábamos con una muy buena calificación si ni siquiera poníamos atención. Ya en la cafetería nos dispusimos a recoger nuestra comida y dirigirnos a una mesa, pero el chavo con quien Gabriela se estaba besando ayer llego y como era de esperar le metió toda la lengua a la boca de Gabriela, escena a la que yo mire asqueada; después de que terminaron tan desagradable escena Gabriela se volteo conmigo.

-Oh, lo siento, Cristal él es Daemon y Daemon ella es Cristal-Nos presentó a lo que él solo asintió con la cabeza en forma de saludo y yo solo me limite a fingir una sonrisa.

-Entonces, ¿Nos vamos?-Pregunto Daemon a lo que yo hice una mueca de confusión

-Disculpa, ¿De qué estás hablando? -Le pregunte a Gabriela a lo que ella me hizo un puchero

-Cierto no te lo dije, pero Daemon nos invitó a sentarnos en su mesa con los demás chicos-Me dio una cara a lo que yo puse cara de irritacion.

Nos dirigimos a la mesa y como era de esperarse Colín estaba ahí yo solo me dispuse a comer ya que tenía mucha hambre, hablar con Gabriela de mucho chisme cansa. Sentía una mirada muy penetrante, y al voltear me di cuenta que Colin me estaba mirando fijamente, el estaba a unos metros de mi, estaba con el demás equipo de futbol, (olvide mencionar, Colin y Daemon son parte del equipo de futbol de la escuela) a parte de ser los chicos más populares, pues al parecer tenían una habilidad muy buena para el futbol, la verdad jamás me había interesado los equipos de futbol en la escuela, bastaba con los partidos a los que iba exteriores y ya, tampoco me había fijado en el equipo, había escuchado rumores de que todos están guapos, Gabriela había tenido algo con uno del equipo, pero la verdad son muchos nombres como para recordar, pero nada se compara a Daemon y Colin, si de calificar físico hablamos, ellos le ganan un 100/10 en comparación con el físico, en especial Colin, no se en que equipo de futbol estaba, pero ese abdomen tan marcado, esos brazos bien definidos se nota que los trabaja muy bien, ( ¿en serio?,¿ ya empezamos a fantasear con él?) Bueno hay que admitir que tiene lo suyo, pero lo prepotente le da un -1000 de calificación.

-Tierra hablando con tu – Colin me saco de mis pensamientos, estaba tendiéndome una servilleta y tenia una cara de burla hacia mi. - ¿nunca te enseñaron que no debes quedarte mirando por mucho tiempo a una persona? creo que se te esta haciendo costumbre mirarme mucho, debería empezarte a cobrar, la servilleta es para que te limpies tu baba.

En ese momento me sonrojé, y me sentí muy incómoda, ¿Por cuánto tiempo estuve mirándolo? Va a pensar que lo estoy acosando, que vergüenza, trágame tierra y escúpeme dignidad.

-No te estaba mirando a ti, tengo mejores cosas que mirar- Dije en modo de defensa, pero creo que ya todos se habían dado cuenta que lo estaba viendo, genial, ahora van a pensar que soy una acosadora.

-Si, creo que eso de acosadora te queda muy bien, ya vas aceptando que me acosas eso es halagador de tu parte, ya solo falta que te disculpes conmigo y te puedo dar a probar de mi- dijo en tono de burla, pero con un poco de doble sentido a lo que yo solo opte por rodar los ojos. De pronto vi como una persona se acercaba a nosotros, era una mucha muy bonita, caderas perfectas, cintura, y tenia un pecho muy pero muy grande, lástima que desproporcionaba su trasero.

Vi como se le acercaba a Colin por detrás mientras metía algo que no alcance a ver bien dentro de la camisa de Colin mientras le daba un beso en el cachete, acto que yo miré asqueada por su puesto, solo me dispuse a voltear mi cara a otro lado, pero solo obtuve la escena de mi mejor amiga casi comiéndose a Daemon, se me quitaron las ganas de comer, decidí tomar mis cosas e irme a mi siguiente clase, sirve que leía un poco sobre los temas que hemos visto.

Al levantarme Colin me detuvo con su mano a lo que yo voltee a verlo. -Se que quieres estar en su puesto- dijo señalando a la muchacha que casi casi estaba lamiendo todo su cuerpo en público, asco en verdad – ya sabes lo que tienes que hacer bonita. -Dijo mientras me guiñaba el ojo.

-Gracias, pero yo si tengo dignidad, aparte no se cual es tu urgencia por que te ruegue por atención, creo que más bien el desesperado es alguien más ¿no crees? - Dije y me zafé de su agarre y me dirigí a mi siguiente clase.