Capitulo 1

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Me levanto, me baño, me cambio, solo elijo un jersey unos vaqueros y mis cómodas zapatillas. Bajo a saludar a mi mamá como de costumbre ella ya estaba desayunando, así que solo me dispuse a prepararme un cereal, diría que me lo comí pero a falta de tiempo pues me lo devoré, me lave los dientes y me despedí de mi mamá justo cuando se escuchó el claxon del carro de mi mejor amiga que como de costumbre venia por mí todas las mañanas, es bueno tener amigas que te recogen, una razón más para amarla, la verdad de primero me fastidiaba ese sonido pero ahora ya me acostumbre. Salí apresurada porque se nos hacía tarde, saludé a mi amiga y puso su carro en marcha a la preparatoria.

Les contare un poco sobre mí, mi nombre es Cristal Blood tengo 17 años, mis padres, separados, típica historia ¿no?, a causa de eso vivo con mi madre por derecho propio, mi mejor amiga, Gabriela Donnet, la conozco desde que aprendimos hablar, la conocí un día en el centro comercial mientras mi mama tenia una hermosa reconciliación con la mama de quien es mi mejor amiga, desde ahí tuvimos una conexión muy genial y ahora somos como uña y mugre, las cosas no son como siempre te lo esperas, pueden llegar a tu vida muchas cosas hermosas como Gabriela, la quiero mucho, ha estado para mi en tantas ocasiones, cuando mis padres se separaron, la muerte de mi abuela quien era todo para mí, mi primer corazón roto pero también en las buenas, mi primer beso, aunque creo que eso queda dentro de las malas experiencias, asco, se me revolvió el estomago de solo pensarlo, en fin, ella es mi mejor amiga incondicional y aunque es muy boba y casi siempre me saca de mis casillas, haría todo lo imposible por ella, ella también ah pasado por mucho, ha sufrido tanto, cuando sus padres murieron (accidente automovilístico por si se lo preguntaban) sentía que un pedacito de mi corazón se partía al verla sufrir tanto pero ella es muy fuerte y sabe que por algo pasan las cosas, actualmente vive con sus abuelos que la quieren demasiado y lo mejor es que a mí también me quieren.

Cuando me di cuenta ya estábamos en la escuela, ah sí, nosotras estudiamos en el instituto Credwig, llegamos y rápidamente nos dispusimos a sacar nuestros libros del locker y nos encaminamos a la primera hora que era biología

-Odio biología, esa maestra me odia, te lo juro-dijo en tono fastidiado.

-Claro que no ella te ama-le dije en forma sarcástica.

-Enserio, si por ella fuera yo ya estuviera reprobada.

Se me hicieron muy rápidas las primeras clases antes del receso; nos dirigimos a la cafetería y cuando iba entrando sentí algo chorreando por mi estómago, aparte de que se sentía helado, de repente me dio un olor como a chocolate, mm si creo que es malteada de chocolate, pero rayos, ¡es mi camisa favorita ¡

Cuando volteo a ver toda la cafetería se estaba riendo de mí, incluso la persona mas tonta del mundo que acababa de arruinar mi camisa favorita.

-         ¡Fíjate por donde caminas tarada ¡- Cuando volteé a ver al chico encargado de haber hecho esto me di cuenta que era un chico muy guapo, cabello café regular, ojos azules, muy hermosos, y tiene un cuerpo demasiado perfecto, ¿en qué estoy pensando?

-         (/En lo guapo, hermoso, dios griego que esta/)

(Cállate conciencia)

-         ¿Fijarme yo?, disculpo tu falta de vista, pero creo que aquí el tarado eres tu por derramarme tu malteada de chocolate

-         ¿Dijiste algo bonita? Ah sí, claro que te disculpo por ser una tarada y no fijarte

Con todo el coraje del mundo seguí mi camino, no pensaba gastar más palabras con alguien tan prepotente y estúpido como el, pero claro que no lo dejaría así, soy una chica que jamás, jamás, jamás se conforma y pues esta será una dulce venganza.

Me dirigí a comprar una malteada de chocolate y me dispuse a caminar hacia donde él y otro chavo estaban corriendo a unos estudiantes de una mesa, al parecer les estaban haciendo bullying así que me subí a una silla y le tiré el batido encima de la cabeza. Él se volteó y me fulmino con la mirada.

-Eso es para que te fijes por donde caminas y para que se te baje lo prepotente- Le guiñe el ojo y le mande un beso; después nos salimos de la cafetería dejando a ese chavo con cara de sorprendido y enojado y con una camisa manchada de batido de chocolate sin omitir el desastre de cabello que tenía. Quiero admitir que se sintió bien, ahora el también tiene que andar por toda la escuela con una playera manchada y oliendo a malteada de chocolate

Gabriela y yo nos dirigimos a unas bancas y ella empezó a comerse un sandwich's mientras yo leía el tema que tocaba sobre la siguiente clase.

-La verdad te pasaste con el chavo- Me dijo Gabriela

-Se lo merecía, es lo más justo después de haber arruinado mi camisa favorita- Dije señalando mi camisa y después mirándola con una ceja levantada

-Bueno, como sea, igual el tiempo no se puede revertir, pero, ¿Viste el chavo que lo acompañaba? Estaba que me muero, te lo juro estaba súper guapote.

-La verdad no, pero igual no me fijaría en ellos, a leguas se les nota que son creídos, mimados, hijos de papi y mami y sabes que a esos no los paso. -Dije mientras nos dirigíamos a la siguiente clase que era Trigonometría, la verdad no me encantaba esa materia, pero al menos le entendía que era lo que contaba para pasar con 10.

-Hay una fiesta a unas cuadras de mi casa este fin, deberíamos de ir-Me dijo mi amiga en voz baja, casi susurrando

-No lo sé,  me quiero enfocar en tener los apuntes completos y estudiar-Mentí, la verdad es que no tenía ánimos de salir, mi mamá no iba a estar y no quería ser mala hija.

-Oh vamos, tu mamá no estará, sé que te dejaran salir, aparte tendrás todas las tardes para estudiar, vamos es la primera de las últimas fiestas que tendremos. -Dijo haciendo un puchero, que siempre funcionaba conmigo y odiaba eso.

-Bien. -Asentí y volví la vista al pizarrón
Oh tampoco les comenté, estamos cursando nuestro último semestre, el próximo año iremos cada quien a la universidad, me aterra tanto el saber que tengo que escoger algo que me definirá por el resto de mi vida.

Una dulce venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora