Capitulo 3

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El resto de la semana se había pasado muy rápido, mis días consistían en ir a clases, en la hora de receso tenia que soportar ver a mi amiga comerse a su novio y también los ligues que se le acercaban a Colin en todos los recesos, aun no logro saber que es lo que le dan, pero no les voy a mentir, me muero de curiosidad por saber que es lo que le dan a cambio de un beso o compartir el receso con él, ¿Quién tendrá la cabeza tan hueca como para tener que dar algo a cambio de un poco de atención? Nunca en la vida había visto algo tan cínico y tonto.

Después de estar observando los casi actos sexuales de mi amiga con su novio y de Colín con su nueva presa me terminé mi lonche y me dirigí a la siguiente y mi ultima clase de la semana, química, la verdad no me considero buena en química pero tampoco es como que me vaya muy mal, llegue al salón y solo rogaba por que no me tocara algún maestro que no tenga ganas de explicar la clase o que sea de los que casi no asiste a clases, la verdad que este curso me tocaron maestros dedicados, así que se ve que se avecina un buen curso final, quiero graduarme con honores y poder participar para entrar a una universidad, la verdad es que aun no he pensado que quiero estudiar, sé que lo tengo que hacer ya, pero no se que es lo que realmente quiero, ni si quiera se cuales son mis sentimientos o pensamientos. Cuando volví de mi nube de pensamientos vi que la mayoría del salón ya estaba completo, solo quedaba uno que otro asiento vació, soy una chica que le gusta poner mucho atención, no me considero una nerd, pero tampoco una rebelde, creo que soy 50 y 50, no me gusta sentarme en los asientos de enfrente por que se ve muy mojigata y nerd, tampoco en medio porque siento que es el centro de atención, mas bien me gusta estar en los asientos de atrás, escucho bien la clase y estoy en mi propio mundo, a la vez si no es tan interesante la clase puedo comer o hacer cualquier babosada y es muy difícil que se den cuenta.

El maestro entro y se presentó, dio lo esencial de una primera clase, como se llamaba y como se iba a calificar el resto del curso con su materia, deje de poner atención la verdad es que eso no me importaba, soy dedicada y nunca he tenido la preocupación de alcanzar o rogar por puntos para pasar, lamentablemente esta era la única clase que no me tocaba junto con Gabriela así que el chisme no era mi opción, me dispuse a dibujar o más bien garabatear en mi libreta lo primero que se me venia a la mente; en eso se escucha que alguien toca a la puerta y esa voz que se escuchó, esa voz ronca y sexy que me hace estremecer hace que yo volteé inmediatamente, era Colin parado en la puerta, está ahí, viéndose tan perfecto, es el centro de atención, todos voltean a verlo, incluyéndome obviamente, todas las chavas empiezan alborotarse, algunas se acomodan el pelo, otras el maquillaje, otras incluso la ropa se la empiezan a subir u optan por usar poses provocativas.

- Perdón por la demora, se me hizo tarde, ¿puedo pasar?

- Claro joven, pero que sea la primera y ultima vez que pasa- Colín se puso a recorrer el salón completo hasta que sus ojos dieron conmigo, esos ojos de mirada penetrante, de mirada tan curiosa que te hacen dudar, te incitan a querer acercarte a él, y esos labios tan carnosos y brillosos, que te incitan a besarlos y morderlos, dios es que es tan perfecto (¿todo bien en casa?, calma un poco tus hormonas Cristal); sus ojos hicieron contacto pero el no aparto su mirada, el asiento que justamente está al lado mío tenia que estar vacío, bendita suerte la mía, todas las mujeres que estaban presentes le siguieron con la mirada y yo solamente estaba rezando para que no se acercara a mí, no quería tenerlo cerca, pero como la vida se empeña en darme un mala jugada, decidió sentarse al lado mío.

De pronto me empezaron a entrar unos nervios ¿Por qué estaba nerviosa? Solo se sentó al lado mío, no es algo del otro mundo, debería cambiarme de lugar, si justo eso tengo que hacer, comencé a agarrar mis cosas sin hacer mucho escandalo pero su voz me detuvo.

- ¿Piensas huir? Eso solo me da a entender que te pongo nerviosa, ¿Qué? Es por que acaso ¿te gusto?, me da alegría verte aquí eso significa que ya tengo quien me de asesorías y me pase las tareas, ¿quieres explicarme mas tarde? Si quieres podemos intercambiar asesorías, tu me das asesorías de química y yo te puedo dar asesorías de mi anatomía. Dijo mientras me guiñaba el ojo.

- Automáticamente ruedo los ojos- No huyo de ti, no me pones ni lo más mínimo nerviosa, pero tengo que aguantar ver tu cara y tus porquerías todos los días en el receso como para tener que aguantar tu cara dos horas más, eso arruina por completo mis viernes. – El se acerco a mi y me susurro al oído.

- Entonces admites que me ves, creo que tus niveles de acosadora están avanzando, vamos, que admite que tan siquiera te llamo poquito la atención, se que soy irresistible, tu no te quedas atrás ¿eh? Que también tienes lo tuyo, a que haces gimnasia, o tal vez ¿eres de esas típicas chavas que son porristas? Ah claro, me dejaste muy bien dicho que no eres como las demás, dime ¿Quién eres? Mira ya se, te voy a dar una oportunidad, tu me preguntas algo sobre mi y yo te pregunto algo sobre ti, te daré chance de que sepas algo de mi sin tener que cobrarte.

- ¿Disculpa? ¿Sin cobrarme? Yo no pagaría ni un millón de pesos por saber ni tu nombre, y no soy acosadora simplemente es por que compartimos mesa todos los días, ni loca quisiera ver tu cara o tus asquerosidades todos los días y mucho menos mientras como.

- Si quieres podemos compartir otra cosa- dijo acercándose más a mi oído, escuchaba su respiración y empezó acariciar mi oreja con su nariz, mis nervios aumentaron mucho más ¿es normal que tenga tanto calor?

- Jóvenes, esto es una institución compórtense por favor, ultima advertencia, a la siguiente se van a la dirección- En ese momento juro que deseaba que me tragara la tierra y me escupiera del otro lado del mundo, estaba segura que estaba roja como un tomate, moría de vergüenza porque todos volteaban a vernos, sentía todos los ojos en mi y Colin, más sobre mí, sentía todas las miradas de odio de parte de todas las mujeres, creo que si se pudiera matar con las miradas, yo ya estuviera bien muertita y enterrada.

- Lo siento profesor, lo que pasa es que tenia una duda y mi compañera no escucha bien. – Volteo a ver a Colin con cara de pocos amigos, mis sentidos auditivos estaban perfectamente, por que tenia que echarme la culpa a mi.

- No me importan sus excusas jóvenes, ya están advertidos. -El profesor se volteó y siguió dando su clase como si nada, Colin me guiño el ojo y se volteo hacia enfrente mientras fingía poner atención, más bien estaba observando a todas las chavas que se le estaban insinuando en la clase, un verdadero asco y yo pues trataba de relajarme, nunca en mi vida un chico había podido ponerme así de nerviosa o incluso roja, trate de concentrarme en la clase para poder relajarme pero es que su presencia hacia que no pudiera dejar de voltear a verlo, es como un imán de miradas.

El maestro termino antes su clase, por lo que nos dio salida temprano, la verdad se me paso muy rápido, decidí ir por un jugo a la cafetería mientras le mandaba un mensaje a Gabriela para avisarle que ya había salido y pues tendría que esperar hasta que ella saliera para irnos; no sabia si escoger entre un agua o una malteada de chocolate, los dos se me antojaban.

- ¿No estarás pensando en derramarme otra malteada o si Stalker? – La voz de Colin me sobresalto e hizo que pegara un grito ahogado-

- Si sigues apareciéndote en mi camino así como lo haces créeme que sí, que acaso ¿no tienes a quien más molestar u otro ligue que atender? 

Una dulce venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora