Primera impresión

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Después de que le mandó más o menos unos diez mensajes más para que su amigo le contestara, Yoon Gi no podía hacer otra cosa que maldecir y esperar a que llegara.

Y aunque pareciera algo infantil por su parte, había pensado esconderse y hacer que no había nadie en la casa. Pero eso con Jin no funcionaría.

Pasada la media hora, nadie había llegado a su puerta. Deseaba que el castaño estuviese bromeando, porque cuidar un niño era mucha responsabilidad para él. Además de que sólo vio al mocosito (como él le decía a todos los niños) sólo una vez. Y esa vez que lo vio, él niño había salido corriendo.

No sabía que tipo de niño era. ¿Hiperactivo? ¿Tranquilo? ¿Maleducado? Si acaso era de esos que no se quedaban quietos, que parecía que tenían hormigas en el culo, su paciencia no lo aguantaría.

Ding Dong

Sonó el timbre y Yoon Gi se sobresaltó. Era la hora de la verdad.

Se acercó a abrir la puerta y cuando lo hizo, vio el rostro sonriente de su amigo. Más que ganas de saludarlo o mandarlo a la mierda, prefería golpearlo y cerrar la puerta.

—Yoon Gi, que bueno que estabas en casa —le dijo con total calma — Te agradezco esto. Debo irme en cinco minutos.

—Te asesinaré por esto.

—Sí, sí... —lo ignoró por completo y se volteó estirando su brazo—Ven Kookie, te quedarás con tío gruñón.

Yoon Gi frunció el ceño y miró hacia abajo. Tras la figura del castaño, aferrado a su pantalón, se asomaba una cabellera negra y unos ojos grandes que lo miraban con susto.

El niño no parecía tener muchas ganas de separarse de su hermano y menos para quedar a cargo de un desconocido con el cabello mentolado.

—Yoon Gi, te presento, por tercera vez, a Jung Kook.

Jin acercó al pequeño hacia Yoon Gi, pero éste parecía querer retroceder. Se sentía intimidado por su mirada gatuna de pocos amigos.

—Dile hola —le susurró Jin a Yoon Gi como obligándolo a hacerlo.

—Hola Kook—dijo seco, sonriendo apenas.

El niño no dijo nada. Es más, se volvió a esconder tras su hermano. Pero no dejó de observar a Yoon Gi asomándose como una lechuza curiosa.

—No le agrado —dijo Yoon Gi, haciendo una mueca de fastidio— .Te dije que los niños no son lo mío.

—Vamos, Kookie—se acuclilló para quedar a la altura del pequeño —.Sólo será un rato. Tío Yoon Gi te cuidará bien. Podrás jugar y pintar, ¿sí?

Kook lo dudó un momento y decidió confiar en las palabras de su hermano mayor. Asintió con la cabeza tímido y dejó que el mayor lo acercara hasta Yoon Gi.

—Le gusta mucho dibujar, así que no te preocupes, es un niño tranquilo.

—Está bien, no me queda otra...—suspiró— Por cierto, ¿qué edad tiene?

—Kookie, dile a tío Yoon Gi cuantos años tienes.

Los dos más grandes se quedaron mirándolo esperando por su respuesta. Kook se sonrojó un poco y alzó tímido cinco dedos de su mano izquierda y tres de la derecha.

—Ocho, ¿eh?—dijo el peli menta moviendo su cabeza y seguido miró a Jin—No es un crío...

—¿De qué hablas?—se quejó—Es una cosa pequeñita aún. Más vale que lo cuides bien.

—¿Disculpa? Tú me lo trajiste sin mi consentimiento...

Seok Jin no dijo nada y se agachó para despedirse de su hermanito. Kook le agarró las manos y después lo abrazó.

—Pórtate bien, vendré por ti más tarde —le alcanzó su mochila con forma de iron man y el menor la agarró rápidamente—Bien, ya me voy.

Se incorporó y posó una mano sobre el hombro de Yoon Gi .

—Te llamaré cuando venga por él.

Yoon Gi asintió desganado y observó cómo se marchaba calle abajo. Sentía que eran como esas parejas divorciadas que se dejaban a sus hijos durante un fin de semana uno y el otro el resto de ésta.

Cuando ya se había marchado el castaño, Yoon Gi y Kook cruzaron miradas. El niño seguía viéndolo con desconfianza.

¿Y ahora qué se supone que debo hacer?—se preguntó a sí mismo.

Cuidando del pequeño Kook [Primera Temporada SuKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora