Me refrego los ojos y estiró mi mano para alcanzar el telefono. Cuando llego a tocarlo, rozó un objeto que estaba algo caliente. Cuando giró la cabeza veo una taza de café, al lado mi movil, y sobre la taza una nota de Franco:
Gracias por tratarme tan dulce anoche. Me gustaria que salieramos. Ya arregle todo.Franco.
Sonreí y luego me estire. Me puse un vestido algo suelto, de color azul, con mis botas preferidas. Me peine y me puse máscara de pestañas. Salí tomando el cafe cuando me encuentro con una serie de notas pegadas a la pared.
Puedo confesar que te he mentido
La siguiente decia:
La verdad es que no vamos a ir afuera a comer, o en realidad si.
Miro a todos lados y no encuentro ni a Franco, ni a mi madre. Que estaran tramando estos dos.
Siento mucho tu confusión aunque tu cara de sorprendida debe ser magnifica.
Miro hacia delante y encuentro las dos ultimas notas en el pasillo.
Seguro que ya buscaste a la sra. Gomez, le dije que aproveché y pueda salir a relajarse un rato.
Te espero en el patio, apúrate cariño.
Una mezcla de sensaciones y escalofrios invadieron mi cuerpo. Hasta que me di cuenta que me había dicho cariño. ¿En que diablos esta pensando Franco? y ¿por qué me dice cariño?, O peor aun, ¿por qué mi madre permite esto?.
Cuando entré en el patio, mi expresión de enojada habrá sido demaciada que hasta Franco se sorpredio. En realidad ambos nos sorprendimos, el por mi expresión de enojo y yo por todo lo que habia preparado.
Habia traido una mesa del galpon y le habia puesto un mantel rojo. Por encima tenia tenía un viejo candelabro, que hace mucho tiempo no veia. Había dos platos, junto con copas y servilletas blancas. Y no solo eso, sino que el habia vestido de traje. Tenía una hermosa camisa azul y unos jeans ajustados. Y lo mejor de todo este conjunto era su sonrisa. Creo que hasta podría escribirle un poema o una canción, quizás parezca que exagero un poco, pero es que de verdad es magnífica.
-Hola, creo que ya puedes dejar el café de lado- dijo riendose por lo bajo.
-Hola... ¿cual es el fin de todo esto?- tomó otro sorbo y dejo la taza en la mesa.
-Por cierto te ves realmente hermosa...-pareció ignorar lo que dije- puedes tomar asiento, quiero que te relajes hoy señorita camila.
-Muchas gracias señor Franco- hice un gesto elegante que había visto en películas de gente fina.
Franco se llevo mi taza a la cosina, y de allí trajo un viejo equipo de música. Puso una banda que anoche le hice escuchar. Volvió a la cocina y trajo una fuente, eran fideos con salsa.
-Creo que te imaginas no soy muy bueno con la cocina, pero he hecho lo mejor que pude con todo esto.- me miró Franco entre sus largas pestañas.
-Se ve increíble- solté- de todas formas lo que cuenta es la intención.
Después de comer nos recostamos en el pasto. Apoyé mi cabeza en su pecho, pero no sin antes darle un suave beso en su mejilla, en forma de agradecimiento a todo lo que hizo por mi. Tomó una de mis manos y las entrelazo con la suya, y comenzó a hacerme caricias. Mientras que con la otra mano me acariciaba el pelo.
-Cami, estuve pensando en algo. No entiendo cual es lo magico de tu mirada, pero me encanta.
-Y a mi la tuya, Franco.-sonreí contra su pecho.- creo que deberiamos ir a buscar a Cris y a Lau.
-Esta bien, vamos. Pero antes perdon por el beso de hoy.
-De que hablas si tu no me... -me calló con un beso. El beso mas hermoso que hizo que se parará el tiempo, como también mi respiración.- te quiero Franco.
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¿Por que mentirnos?
Teen FictionLlega el punto donde la confusión se vuelve cosa de cada dia. Una amistad, mezclada con amor hace confundir a Franco y a Camila. ¿Mentirse, arriesgarse o callar? Que es lo que deben hacer ambos.