Su calor es embriagador

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-Aquí estamos –digo con cierto deje de orgullo en mi voz- es la fundación que visito los fines de semana, Be Better, no te sorprendas si algunas chicas llegan a gritar cuando te vean. Algunas de ellas son Directioners

-Creo que ya nada de eso me sorprende –sonríe- nunca nos dijiste de que es esta fundación

-Es de chicas con trastornos bipolares, intentos de suicidio y –callo abruptamente pues aunque he vivido con esta enfermedad desde los diecisiete aun no me acostumbro a etiquetarme como una de ellas.

-Y chicas anoréxicas y bulímicas –concluye Harry- o para que no suene tan mal. Chicas con trastornos alimenticios. –asiento y entramos al edificio-

-Linabet es grato verte… aunque no creo que vengas por una buena razón –dice la secretaria, una mujer delgada con cabello rubio linda sonrisa de aproximadamente cuarenta y cinco años y que luce el uniforme blanco de enfermera

-También es grato verte Grace y tienes razón, no vengo por una buena razón –sonrío torcidamente y decido presentarle a Harry ya que la mujer le mira de pies a cabeza con amplia sonrisa, Harry se presenta con naturalidad y luego de una pequeña charla buscamos el consultorio de Carl.

Claramente Harry no pasa desapercibido pues algunas chicas que están rondando por los pasillos en cuanto lo ven chillan su nombre y le piden fotos a las que el rizado nunca se niega y muestra su más grande y perfecta sonrisa.

Cuando hemos atravesado el cumulo de fans nos adentramos en el consultorio de paredes blancas con una camilla; objetos de uso medicinal; un escritorio y tras él está Carl con su típica bata blanca y sus anteojos rectangulares enmarcando esas dos gemas color miel… parecidos a los de Zayn.

-Hola tío –lo saludo con un pequeño abrazo y él me examina con la mirada, lo se debo estar horrible pues antes de venir mientras Harry conducía siguiendo mis indicaciones yo me dedique a borrar todo rastro de maquillaje de mi rostro consiguiendo así que se viera mi pálida piel, las pequeñas manchas violeta bajo mis ojos y se marcaran aun más mis pómulos dando a saber que realmente he perdido masa corporal. Hago la debida presentación estre Harry y Carl para así iniciar.

Una básica charla de introducción para Harry ampliando así su conocimiento sobre la enfermedad que me acompaña día y noche, hablando consecuencias provocaciones y demás temas que se desprenden a lo largo de la charla.

Preguntamos los tratamientos más rigurosos que hay y es así como nos adentramos en la casi solución a mi problema. Carl dice que se debe manejar modificando mis hábitos de alimentación, se comienza con una dieta básica de calorías que se va aumentando con forme las comidas para cubrir las necesidades calóricas de mi cuerpo y vigilando que se cumplan las cinco comidas fundamentales del día.

Se debe seguir de cerca mi proceso controlando el peso y evitando el ejercicio físico por completo para luego ir implementándolo lentamente, dice que no tengo necesidad de recurrir a fármacos o terapia psicológica ya que mi enfermedad no se debe a problemas de autoestima o cosas ligadas a estas, simplemente se produjo la enfermedad a causa de malos hábitos alimenticios y estrés excesivo.

Debo tener el acompañamiento de mi familia para pasar este proceso lo cual no veo necesario pues soy mayor de edad aparte de que mi única familia es mi papá y él ni siquiera está enterado de mi situación médica. Igualmente Harry se ofrece a acompañarme y junto con Carl me convencen a internarme las dos semanas restantes de mis vacaciones aunque claramente dicen que puedo tener días para salir siempre y cuando cumpla con la nueva dieta.

Acepto todas las condiciones no muy satisfecha de tener que estar internada en este centro, no es porque el lugar no me guste pues paso la mayoría de mis sábados aquí es solo que hay una voz en mi interior que me advierte en un susurro sobre algo que no me va a agradar.

Nuevo dulce infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora