I'll carry you

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El apretón que siento en mi estomago sigue creciendo a medida que como, ¿Por qué mierda acepte comer hamburguesa otra vez? ¡Ah si, Zayn! Me volvió a retar y yo volví a caer.

Estoy en un restaurante de Londres con Zayn Harry y Liam disfrutando del mes de vacaciones que nos anuncio Simón hace dos semanas cuando llegamos de Los Ángeles. Nos hemos visto en diferentes ocasiones para pasar el rato juntos pero no ha sido de mi total agrado, tanto estrés de viajes me ha hecho enfermar de nuevo, nadie lo sabe pero cada vez que como algo los alimentos no duran más de dos horas en mi estomago y me causa horrible vomito.

Me he vuelto a enfermar. Terminamos de comer y debo apresurarme en inventar una excusa pues hoy he decidido volver a las viejas calles de Londres que me vieron reír, pelear, enamorarme, correr y… perder a amor de mi vida. Hoy volveré a ir a las carreras de motocicleta.

Invento la torpe excusa de que debo ir a una cita médica y tanto Liam como Zayn no cuestionan a comparación del rizado quien presiente una falacia y no deja de rogar hasta que acepto que me acompañe.

-Adios chicos, gracias por no dejarme aburrir en la casa o el trabajo –digo mientras vamos saliendo todos del restaurante y me acerco a mi auto seguida de Harry

-No hay de que agradecer –dice Liam- siempre es bueno pasar tiempo contigo así respondas mal –hace un gesto y todos reímos

-Eso es lo que les gusta de mí –alardeo coquetamente y todos vuelven a reír –bueno sin más distracciones me voy… y me llevo conmigo a este chicle –señalo a Harry –Adios Liam –me acerco y le doy un beso en la mejilla, luego me acerco a Zayn y hago lo mismo- cuídate cariño –le digo a Zayn guiñándole un ojo y este se ríe

-Claro cielo, siempre intento estar en buenas condiciones para ti –se ríe y me vuelve a dar un beso en la mejilla –cuídate tu también –dice bajo cerca de mi oído y me regala un guiño de uno de sus lindos ojos color miel.

Harry se despide de sus amigos y ambos subimos al auto, ahora sin tanta distracción noto más intenso el dolor en mi vientre. Harry pone la radio y va coreando algunas canciones, yo no sé qué hacer pues dije que iba a una cita médica pero en realidad iré a la casa para cambiar mi vestimenta, descansar un poco y sacar mi motocicleta para ir a las pistas.

 Comienzo a dar varias vueltas por la ciudad pero ahora el dolor es más intenso y justo cuando creo que nada puede ser peor me viene el hormigueo en la tráquea, en un movimiento rápido estaciono el auto a un costado de la vía y bajo de este corriendo hasta llegar a la acera de un pequeño parque donde no puedo detener a mi estomago y comienzo a vomitar.

Estas dos semanas han sido realmente duras, no dejo de vomitar, intento esconderme en todo momento y tratar de no comer pero vamos, como vivo si no me alimento. También he decaído bastante, siempre luzco pálida y con ojeras intento arreglar esto con maquillaje y lo consigo pero lo que no puedo remediar ha sido que se note mi baja de peso pues ahora, la ropa me queda más holgada de lo normal. Y Carl –mi médico- ha insistido en que debería aceptar el tratamiento de la fundación Be Better pero me he negado en lo absoluto.

Escucho la puerta del auto que se abre y luego se cierra fuerte dándome a saber que Harry viene a mi búsqueda. Él se posa junto a mi y me sostiene el cabello sin decir nada, una vez termino me incorporo y veo la preocupación en su rostro él me tiende una botella de agua que no se de donde la ha conseguido, yo la tomo y bebo de ella para juagar mi boca del mal sabor. Del bolsillo de mi chaqueta saco unos chicles y los pongo en mi boca.

Harry camina a una banca del parque y yo le sigo en silencio, sé que él debe tener muchas preguntas y también sé que yo le he negado saber de mi vida, es mi mejor amigo… de hecho creo que es el único amigo que tengo se preocupa por mi y me hace pasar buenos momentos. No es justo que no sepa lo suficiente de la vida de su mejor amiga.

Nuevo dulce infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora