¿Qué has hecho?

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Lina:

Menuda resaca la que me he ganado, no volveré a beber tanto… por lo menos no en un tiempo.

Aunque estoy muriendo de sueño me levanto y camino al baño, allí hago mi ritual de limpieza regreso a mi habitación, me pongo un jean negro con una blusa gris y mis viejas converse negras, saco la chaqueta de cuero y tratando de no hacer ruido voy al primero piso donde tomo las llaves de mi motocicleta que están junto a la puerta salgo y me  encamino a mi destino.

Pasar aunque sean dos horas del sábado en el centro de rehabilitación “Be Better” para chicas con anorexia, bulimia, tendencia suicida y trastornos bipolares hace parte de mi vida. No es el mejor lugar para estar en un fin de semana pero sin duda alguna esas chicas hacen de mi vida algo más real.

Estando ya en el “BB” como lo llamo yo, me encuentro con varias chicas que se alegran al verme, soy la mayor de todas ellas. Quien las apoya aconseja y ayuda a seguir adelante. He estado visitando este centro por casi tres años parte de mi paga en la compañía de papá la dono a esta buena causa. Y cuando no tenia paga pues donaba una parte de mi mesada.

Estoy un par de minutos en varias conversaciones de socialización sobre como las chicas con trastorno bipolar intentan calmar sus repentinos cambios de ánimo, sobre las chicas bulímicas y anoréxicas que van progresando en su tarea de tolerar los alimentos y evitar esa voz interna que las hace sentirse inseguras con su físico. Es realmente alentador ver como ellas intentan hallar más razones para mejorar.

Por último entro en la sala de las chicas con intentos de suicido, todas y cada una de ellas con sus pequeñas o largas historias, unas con sus muñecas marcadas y otras aun intentando desintoxicar su organismo de analgésicos consumidos con el fin de acabar su existencia.

-¡Lina! –grita alguien a mi espalda que me hace sobresaltar y más cuando siento una punzada de dolor en mi cabeza ¡Uhh! Definitivamente no volveré a beber.

-¡Darina, que gusto! –camino a la castaña de diecisiete años que conocí el mismo día en que yo comencé a frecuentar este lugar, cuando yo apenas era una adolescente de dieciocho y ella una pequeña de catorce que ya comenzaba a descubrir el alivio del cutter en su piel. La abrazo con fuerza y ambas reímos.

-Hace bastante no venias, déjame adivinar. Super ocupada por tu trabajo con los One Direction y cayendo bajo el encanto de alguno… o todos, no te culparía –se ríe

-Oh claro, como pude olvidar que eres la fan número uno de esos cinco insoportables –carcajeo- si he estado un poco ocupada con eso, además ya ni me dejan tiempo fuera del trabajo –bufo caminando a un sillón con ella siguiéndome y nos sentamos.

-Lo sé, ¿qué tal la celebración de anoche? He escuchado que tu amiga Margaret casi no deja solo a Liam y que Zayn estaba muy enganchado con una castaña ¿sabes quién es? Debo aprobarla para mi Zaynchu

¿una castaña? ¿muy enganchada a Zayn? ¡Oh no, no no no! Linabet Marie Grey ¿qué has hecho?

-Hey Lina ¿estás bien? Es como si hubieras visto a un fantasma –dice la castaña tomando ms manos entre las suyas

-Estoy bien, -intento sonreír- la celebración estuvo de proporciones colosales, siento que la cabeza me estallara en cualquier momento. Maggi y Liam bailaron bastante. De hecho Maggi bailo casi con media discoteca, no bailo con todas las personas de la discoteca por que la otra mitad eran mujeres -reímos- y de Zayn no se nada.

-Oh bien, prométeme que los traerás aquí y nos presentaras –sus ojos brillan de ilusión-

-No… podrías violarlos y tal vez Modest me demande por daños físicos y psicológicos a sus estrellas del pop 

-¿Y a ti que te cuesta una demanda más? Anda, tráelos yo violo a Niall con cariño, a ti te ponen una demanda, tu les respondes con otra demanda. Ganas tú y todos felices –reímos fuertemente atrayendo la atención de las demás personas.

-Los traeré pero trata de no violarlos en serio, eso podría costarme mi trabajo. Pronto los traeré para que todas los conozcan.

Minutos después comienza la charla sobre los progresos de este grupo de chicas, Darina dice haber progresado mucho pues sus padres le prestan la atención necesaria yo les escucho con atención a todas y me sorprende ver como pequeñas niñas de trece lastiman su cuerpo por no tener el acompañamiento de sus padres y por ser centro de burlas en sus instituciones.

Pronto llega la hora de retiro para la mayoría de las niñas, pues las únicas que deben permanecer por tiempo determinado en el centro son las anoréxicas y bulímicas. Allí se les controla su alimentación y progreso.

Entro a la casa y escucho murmullos que provienen de la cocina camino hacia allí para encontrarme con tres figuras masculinas en bóxers, uno con la cabeza metida entre la nevera urgando mi comida, otro sentado en el taburet de espalda a la puerta al perecer comiendo cereal y el ultimo tiene su trasero posado en una silla mientras el resto de su cuerpo descansa dormido sobre la isla del medio de la cocina.

-¿Por qué siguen en mi casa? –pregunto adentrándome en la cocina para sentarme al lado del bello rizado durmiente, Louis se ahoga con el cereal y comienza a toser desenfrenadamente mientras el rubio saca su cabeza de la nevera y se la frota intentando calmar el dolor del golpe que se propino al asustarse. Y Harry… bueno Harry me responde con un leve ronquido.

-¿Nos ves en condiciones de salir? –pregunta Louis con voz rasposa

-No, están horribles –les miro a los tres despectivamente ya que tienen su cabello revuelto, ojeras y andan más pálidos que una hoja de papel-

-Agradece que nos dices eso a nosotros y no a Zayn, podría desentrañarte sin remordimiento

-Oh Niall, dulce querido e inocente Niall –chasqueo la lengua y niego con la cabeza- sería yo quien primero lo haría bolita y luego jugaría un entretenido partido de futbol con él –río maliciosa-

-¿En dónde estabas? Maggi dijo que los fines de semana solías ir a una fundación.

-Es así, una fundación de chicas con trastornos… -hago una pausa para analizar bien mis palabras y decido no dar detalles así que cambio de tema rápido- ¿Dónde está Maggi?

-Salió hace un rato, tenía algo que hacer. Liam la llevo en su auto. –Dice el castaño

-Bien –respondo y luego miro a Harry- Harry levanta –lo muevo por el hombro pero solo da un ruido desde su garganta así que lo comienzo a mover con más fuerza-

-Grítale al oído –sugiere Niall y yo obedezco

-¡HARRY STYLES! –grito cerca a su oído y este se levanta de la isla quedando erguido en su asiento.-Buenos días cariño ¿Cómo estás? –le sonrío

-Bien, no vuelvas a despertarme así. Por favor –dice frotándose el oído izquierdo con la mano.

-¿Quién dijo que volvería a haber otra oportunidad en la que deba despertarte?

-Oh cualquier cosa podría pasar –sonríe pícaro moviendo arriba y abajo sus cejas. Le doy un leve golpe con el hombro y todos reímos

-Oigan la resaca me está matando pero puedo asegurar que fue una noche muy buena, no recuerdo la última vez que bebí tanto –dice Louis terminando de comer su cereal

-Es verdad,  Harry debiste verte borracho –ríe el rubio- no te callabas y tenías a Liam desesperado y con ganas de ponerte cinta en la boca

-¿vamos a hablar de borrachos? –digo divertida y todos me miran con caras de miedo- 

Nuevo dulce infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora