El dia que me enamoré

Primer día

Me miro al espejo, y este me devuelve la imagen de mi horripilante ser. Me analizo. Melena marron, ni mechitas rubias naturales en verano, ni destellos, ni historias. Un pelo completamente normal, de una chica completamente normal. Ojos color café, piel morena, muy morena. Alta. Ni delgada, ni gorda. Y mis pies... En fin, son absolutamente enormes y horripilantes, centro de burlas de muchas "amigas mías". Pero todo eso se acabó, ahora estoy en Madrid. Nueva ciudad, nuevo colegio, nueva vida. Adiós a mi asquerosa vida de antes. Ya es hora de escribir un nuevo libro en mi historia, uno, que espero, sea mucho mejor que el anterior.

Me echo una última mirada en el espejo, maldigo mi aspecto por lo bajo, y tomo la mochila, preparada para coger un bus y comenzar el colegio.

Salgo de casa sin despedirme de nadie, porque ademas de fea, soy muy agradable, nótese la ironía. En fin, soy agradable con quien quiero. Realmente pensaba que este curso iba a ser de novela, algo súper... Pero en cuanto llegué a la parada del bús y vi a esos chavales fumando, mi idea de lo que iba a ocurrir este año cambió radicalmente.

-Hola nena, ¿quieres uno? -Me dijo un malcriado que fumaba apollado en la pared.

-Emm... No gracias, no fumo. Esto...-Me armé de valor y formulé una especie de pregunta-¿Qu-que bus hay que co-coger para ir a-al instituto Pe-eña? 

-La niñita tiene miedo...-Dijo un chaval que fumaba sentado en un banco.

¿Miedo? Oh, vamos, inseguridad. Seguro que ese mamón, por muy malo que quiera parecer, lo único que hace es fumar, menudo flipado asqueroso. El otro no parece tan estúpido, pero... No se.

-A "la niñita" no le pasa absolutamente nada.- Suelta el chico que estaba apoyado contra la pared.

El otro le mira como sin comprender su reacción, y yo suspiro, sinceramente, sin entender nada. Nunca entenderé los impulsos extraños que tienen los chicos muchas veces.

En esos momentos llegó el bus. Subí, pase la tarjeta de familia numerosa (yes bitches, tengo dos hermanos gemelos...) y me senté en un sito al fondo, sola. El tipo que fumaba apoyado en la pared se sento al lado mío.

-¿Hola?-Dije un poco insegura.

-Hola.-Respondió él, mirándome fijamente con sus ojazos verdes.

-Hum... ¿Vas al Peña también?- Pregunté, para romper un poco el hielo.

-Si. Pero me sorprende que vayas tu, no tienes pinta de chica mala.- Comentó él.

-Creo que no lo soy. En realidad no se que soy. ¿Tu nombre?-Aquel tipo definitivamente me caía muy bien.

-Alexander, pero llamame Alex, por favor.- Suplicó

-Vale, Alex-Dije sonriendo ampliamente.

-¿El tuyo?- Dijo él.

-Melodie.-Respondí yo.

-Un nombre bonito, ¿comienzas cuarto no?-Preguntó él.

-Si... ¿Y tu?-Dije yo.

-Primero.-Respondió escuetamente.

Me sentía pequeña e insignificante a su lado, pero me sentía bien. Demasiado bien. Oh mierda, venga Melodie, no seas estúpida. NO, NO y REQUETE NO. Acuérdate de lo que ocurrio la última vez que te enamoraste... Mierda, muy tarde cerebro, eres estúpido, siempre sacas conclusiones cuando el corazón ya ha tomado una decisión... En esos momentos, llegamos al instituto.

-¿Me guías, Alex?- Pregunté yo.

-Claro, linda.- Respondió él.

Entramos, y caminamos por el mítico pasillo lleno de taquillas, y lleno de gente también. Pffff que agobio. Ví a un grupo de rubias teñidas que debían ser las más pijas del lugar, pero en general, la gente parecía maja y misteriosa. Alex me guío por los pasillos hasta unos carteles, las listas.

-Ahora tienes que buscarte en las clases de cuarto, a ver en cual estás.-Responde con tranquilidad.

-Vale.-Digo yo.

Tras unos minutos buscando, me encuentro. Estoy en 4°B. Alex mira la lista de nombres y sonríe.

-Estas con un colega mío, es repetidor.-Dijo él.

Debí poner mucha cara de asco, porque inmediatamente aclaró que el muchacho era muy majo. Me explicó que se llamaba Jonathan, pero que todos le llamaban Jon. Me dijo que el no era un mal estudiante, a lo que yo fruncí el ceño. Inmediatamente me contó su historia.

-A sí que Jon repitió porque su madre murió, su padre no podía con todo, y entre ayudar a su padre y cuidar a su hermanita no tenía tiempo para estudiar.- Dije yo, apenada.

-Exactamente.-Susurró Alex.-Detrás de ti.- Añadió.

Me giré y me encontre unos ojos marrones mirándome extrañado. El chico tenía el pelo rubio alborotado, y vestía una camiseta azul marino sin más, jeans negros, andy-Z azules marino también, y una chaqueta de cuero (obviamente falso, pero bonito) que le quedaba muy bien.

-Hey.-Dijo Alex.- ¿Que hay, tío?-El chico sonrió, y tras hablar unos momentos con Alex se acercó y se presentó.

-Hola, soy Jon.- Dijo él. Aaaah así que ese era Jon... Mi compañero de clase.

-Ho...-En ese momento sonó el timbre, y Alex se despidió con un movimiento de mano. El timbre cesó, todos los alumnos se dirigían a sus clases, y yo simplemente seguía a Jon. El me tomó de la mano. ¿Aquí todos se toman libertades? Porque no se si podré acostumbrarme.

Entramos en clase, todos nos miraban. Ah, claro. La nueva y el repetidor, genial, Melodie, olvídate de encajar en la sociedad de este colegio...

Nos sentamos al fondo y entro nuestro tutor. Todos nos callamos y comenzó la charla que dan todos los tutores al comienzo del curso.

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Si alguien lee, por favor, que comente :) Soy nueva y me gustaria saber vuestra opinión sobre la historia, dependiendo de ello la seguiré o no. Gracias por leer :)