Una familia difícil

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Las clases se me pasaron volando, quizá fue porque me dormí en casi todas las horas, quizá porque era el primer día, no se porqué, pero el caso es que se me pasó volando.

Al sonar el timbre del final de las clases comencé a guardar mis cosas, Jon me miraba.

-¿Pasa algo?- Dije, algo insegura.

-No, simplemente te miraba.- Dijo él.

-Ah... Emm, ¿Subes en bus??- Pregunté yo.

-Si, subo siempre, ¿y tu?-Dijo él

-También.-Contesté

Salimos juntos del colegio y nos sentamos en la parada. No vi aparecer a Alex, y me extrañé.

-Jon....- Dije bajito.

-¿Si?- Dijo él susurrando.

-¿Por que Alex no sube en bus, y si baja?- Pregunte.

-Si, si sube pero...- Respondió él.

-¿Pero qué?- Volví a preguntar.

-Creo que no necesitas saberlo.-Dijo simplemente.

En ese momento muchas cosas no muy bonitas pasaron por mi mente, y se resumen en pocas palabras. Alex. Baño. Una puta. En fin, quizá simplemente se haya entretenido recogiendo sus cosas en su aula o quizá... Alex. Profesora. Escritorio. PERO QUE DICES SO GUARRA!!! Gritó mi subconsciente. En esos momentos llegó el bus, y Jon y yo subimos. En el trayecto hablabamos, hasta que llegamos a mi parada.

-Bueno adiós.- Dije sonriendo.

-Espera...-Dijo Jon.- ¿Te bajas aquí? Yo también.

-Oh, que coincidencia. Yo es que vivo ahí.- Señalé mi casa.

-¿En serio? Yo vivo en frente.-Dijo mostrando una gran sonrisa. Yo simplemente sonreí.

Nos bajamos del bus y caminamos juntos, hasta que nos separamos y nos despedimos con un gesto de mano. Corrí hacia el portal de mi casa y subí. 5°A. Me paré en la puerta, no estaba preparada para entrar... Abrí. Jason y Jack, corrían por el pasillo lanzándose cojines y peluches el uno a otro, mi madre no estaba, y mi padre, corría desesperado detras de los demonios que tengo como hermanos.

-Hey Jack! Jason!- Grité con todas mis fuerzas.

-¿Que pasa hermana?- Dijeron a la vez mis hermanitos malcriados.

-Debeis volver al colegio. Lo sabéis.- Dije con tono autoritario.

-Oblíganos.- Me retó Jack.

-Vale, haced lo que queráis, pero la señorita Smith se enfadará y os mandará a las cárceles oscuras en lo mas profundo del colegio.- Dije yo con cara severa.

-No tenemos 5 años, Mel, tenemos 8.- Dijo Jason.- Ya no nos tragamos esas estupideces.

-Esta bien, pero no espereis que os lea cuentos nunca más.- Dije partiendome de risa por dentro al ver sus caras de pánico.

-Mmmm dejanos pensar.- Dijo Jack.

Ambos se miraron y se comprendieron con solo mirarse.

-Esta bien...- Susurró Jason.

-Awww que monadas, os quiero peques.- Dije abrazándoles.

Ambos salieron por la puerta seguidos de Andrew, me padre.

-Gracias, Mel, en serio tienes un don con estos peques.

-Lo sé, papi, lo sé...-Dije riendo.

El simplemente rió y salió de casa detras de los locos de mis hermanos.

Me duché y me sequé el pelo. Me vestí con shorts negros, camiseta de tirantes blanca con el simbolo de los Rolling Stones y unas vans negras. Me miré al espejo. Ni siquiera con ropa bonita estaba guapa. Me maquillé un poquito, y llamé a Alex.

#Llamada#

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-Hey Alex, soy Melodie

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-Claro, pero no tengo a nadie que me lleve

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-Oh, claro...

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-Vale, sisi esta bien

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-Vale bye

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#FinLlamada#

Quede con Alex y con Jon al dia siguiente para ir a Starbucks. Tenia muchas ganas, pero me decepcionó un poco que Alex hoy, aparte de que yo preferia solo con él, pero insistió tanto en llamar a Jon que supe que yo no le interesaba. Suspiré. Es cierto, Jon también era guapo, y quizá mas atento conmigo, pero... Alex tenía algo, que, no se. En fin. Me gustaba.

Tome una sudadera por si el tiempo empeoraba, y sali de casa. Fue una estupided. A la media hora no sabia donde estaba... Además, me choqué con una de las pijas del colegio, que me miró despectivamente y se giró a seguir hablando con sus amigas. Que asco. DAG.

Entoncws comenzó a llover, y ya mi día no podia ser peor cuando apareció Alex en moto... pero esperen, ¿Qué? ¿Que hace acompañado? No puede ser, ahora es cuando el chico guapo recoge a la chica, ¡¡¡y la invita a un café!!! Pero, por lo visto, ese tipo de cosas solo ocurren en los cuentos...

Corri como alma que lleva el diablo por la ciudad, buscando un Mc Donalds, un burguerking o un lugar donde conseguir una coca-cola por menos de un euro.

Entonces vi el Starbucks, y aunque no era precisamente lo que buscaba, me apetecía. Entré y... ¿Como puedo tener tan mala suerte?

El dia que me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora