El dia que me enamoré

Party Hard

Llegamos a casa de Ria y nos abrió entusiasmada. Comenzamos a pegar grititos caminando por el largo pasillo. Su casa era bonita, era blanca, con muebles modernos y algún que otro cuadro de piccaso o mothart. Espera, ¿Mothart? Estoy fumada. En fin, era un apartamento que básicamente consistía en un pasillo con habitaciones a cada lado. Llegamos a su cuarto y sacamos nuestros modelitos. El de Ria era precioso, al igual que el de Katy. El de Ria era rojo, pero no el mítico de puta, sino uno bonito, realmente bonito, era ajustado y le llegaba hasta algo arriba de la mitad del muslo. Era palabra de honor, y lo combinó con tacones negros de aguja. El vestido de Kat era negro, suelto desde arriba. Tenia un tirante y desde debajo del pecho caía como en volantes (pero no de los exagerados) hacia abajo. Le llegaba hasta la mitad del muslo, era muy bonito. Les dejamos preparados en la cama y nos pusimos en el suelo en triángulo sentadas como indias.

-Chicas tengo que decirles algo importante.- Dije seria. Pensaba contarles lo de Alex.- Hoy realicé mi venganza contra Alex.

-Y creo que sé lo que le hiciste.- Dijo Ria, con una sonrisa pícara.

-Por como me miras lo sabes.- Dije sonriendo ampliamente.

-No dañes a mi hermano, ¿ok?- Dijo seria Katy.

-Tranquila Kat. Yo le quiero.- Me encojí de hombros y las abracé.- Bueno, ¿Que haremos esta noche nenas?

-Hiremos a una fiesta que hace Jack en su casa, yo voy de cacería, tu a pillar con Jon y Katy a ligar con Jack.- Dijo sonriendo Ria.- Será divertido.

-Pffff es la primera vez que voy a una fiesta y no puedo ligar.- Vi la cara de incredulidad de Kat.- Pero no pienso ponerle los cuernos a Jon.

-Mas te vale chiqui.- Dijo Kat.

Seguimos hablando sobre cosas intrascendentes, y sobre las 5.30, después de haber echo mucho el tonto y habernos cansado fuimos a la cocina y tomamos zumo de naranja y palomitas, que acabaron en nuestro pelo y por todo el suelo de la cocina.

-Noooooooo.- Chilló Ria.- ¡¡¡El suelo super limpio de mi mamá!!!

-Noooooo.- Dije dramatizando.- Porque, ¿¡Porque!?

Reímos como locas mientras limpiabamos un poco todo aquel desastre. Al terminar, volvimos a su cuarto y eran ya las 6.00. Nos cambiamos a los vestidos y pasamos al baño a maquillarnos. Rimel, raya arriba y abajo y gloss. Perfectas, se nos veía sexys. Me planteaba dejar a Jon, no le amaba, solo me gustaba, y es cierto que el era muy dulce conmigo pero no me llamó en estos días y eso era sospechoso. Tal vez me engañaba o tal vez simplemente estaba liado, ya no sabía que pensar. Al terminar de maquillarnos, nos planchamos el pelo, Ria y yo liso, y Kat se lo onduló. Quedaba muy bien. Nos miramos al espejo y estábamos hermosas. Ria cogió su cámara de fotos Nikon y nos hicimos muchas fotos. Sobre las 7.00 cogimos un metro que nos dejó a un par de manzanas de la casa de Jack. No tardamos en llegar, y el ambiente era increíble. Había muchísima gente en el jardín del chalet, bailando al ritmo de All Night de Icona Pop. Me sorprendí ya que al entrar, todo estaba igual o peor que fuera. Gente liandose en todas las esquinas, algunos borrachos jugando a las cartas y gente completamente normal pasándolo bien. Me encontré con los profundos ojos marrones del chico que tendría que gustarme pero que no me gustaba. Vino hacía mi, y cuando lo saludé no me devolvio el saludo, asi que me fijé mejor en su mirada y no estaba dirigida a mí. Me giré y vi a una pelirroja tetona vestida como una fulana. Ambos se miraban. Jon se paró delante de ella y se acercaron, ¿espera qué? No sentía nada, mejor dejar que sucediera y así tener una razón para cortar con él y no tener que decirle que no me gustaba. Los miré, expectante, pero cuando la chica lo iba a besar el se apartó bruscamente y me cogió del brazo. Me arrastró escaleras arriba y me metió en una habitación.

-Deberiamos dejarlo.- Dijo, notandose el nudo que tenía en la garganta.- Solo soy un juego para ti. Esa era una prueba, una gran prueba.

-Vamos, Jon. ¿Me quieres?- Dije inclinandome hacia él.

-No, te amo. Y tú a mi sólo me tienes aprecio. Joder Melodie, que se nota.- Dijo visiblemente enfadado.

-Lo siento.- Dije bajando la cabeza.- Yo... yo pensé que si salía contigo empezaría a quererte, pero Jon... Yo, yo solo te veo como a un amigo. Lo siento en serio.

-Adios.- Dijo serio, y se fue de la habitación.

Sabía que no lloraría. Pero también sabía que Katy se enfadaría conmigo. Corazón estúpido, te odio, me odio a mi misma. Soy un ser cruel, vil, y dentro de poco, sin amigas. ¡¡¡Estúpida!!! Susurraba mi subconsciente. Tenía unas ganas terribles de llorar, pero allí no, oh no, allí no. Bajé y vi a mis mejores amigas bailando. Me acerqué y sin pensarlo comencé a hablar.

-Creo que dañe a tu hermano.- Dije apenada.- Me dijo que yo no le quería y que era mejor dejarlo. Yo solo le dije que tenía razón. Se que soy una pésima amiga incumple-promesas, y que Kat, te vas a enfadar conmigo, pero... Tenía que decírtelo.- Suspire y mire a mi mejor amiga.

En cambio de un bofetón sentí un abrazo, un cálido abrazo de mis mejores amigas. Las supernenas, estas éramos nosotras.

-Lo siento, en serio Mel. Fui estúpida, no me voy a enfadar porque dejes a mi hermano. Sin querer he actuado de sobreprotectora, y eso que el es el mayor... En serio soy penosa pero os amo y eso no va a cambiar.- Dijo Kat.

-¡¡¡Supernenas!!!- Gritamos Ria y yo.

Todos nos miraban mal, pero no nos importaba. Comentaban por lo bajo, pero no nos importaba. Éramos así y así seguiríamos.

Decidimos seguir como si nada, con el plan de conseguir a Jack para mi rubia con mechas californianas rosas favorita. Sonreí al pensar en esa tontería, que ridícula soy. Si alguien me leyera la mente se partiría el culo con la de bobadas que encontraría allá. En fin, estoy loca.