Pac-Man

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-¡Estúpido! ¡Más rápido!- Chillé alarmada.

-¡Gira! ¡Gira!- Gritó mi hermano.

-¡No puedo! ¡Venga gira!- Exclamé.

Este era el panorama del coche. Estábamos a una hora más o menos de Oviedo, y yo iba jugando al Pac-Man, y mis hermanos animándome porque estaba apunto de hacer mi récord. Unos puntitos más, venga, venga...

-¡SÍIIIIIIIIIIIIIII! ¡Gané!- Hice mi bailecito de la victoria y mis hermanos me abrazaban.

-Todo un récord, sister.- Dijo Jack.

-Sip, ¡nos ganaste a todos!- Exclamó Jackson mirándome entusiasmado.

Abrí mi coca-cola y pegué otro trago, después cogí unas patatas de la bolsa de los peques y me las comí yo. Tenía hambre, ¿vale? Mucha. No habíamos parado a comer, había echo bien comprándome las chuches por la mañana. No sé como podían aguantar mis padres. Debían ser las tres, más o menos. Daba mucha pereza llegar, y sacar todas las cosas de las maletas, pero todo por ir lo más pronto posible al hospital a ver a mi tía. Mis primas habían pasado la noche allí con ella y me dijeron que estaba estable, pero que si empeoraba algo la llevarían a la UCI (unidad de cuidados intensivos) mañana por la mañana. Temía por la tía, estaba estable, vale, pero... Podría estar mejor, ¿no? Sí, sí, mucho mejor. Pero que digo. Podría estar perfecta, como en Navidad, cuando no la dije todo lo que la quiero ni la di las gracias una vez más por todo. Nunca había estado en este tipo de situación, cuando te arrepientes de no haberle dicho algo importante a la persona enferma. Y no era bonito que me estuviera pasando ahora, nada bonito. Mis primas estaban destrozadas, aunque no las halla visto me las imagino sentadas en la sala de espera o dentro de la sala de la tía, una durmiendo y la otra con los ojos bien abiertos, atenta a cualquier cosa, a cualquier movimiento, mirando a la tía fijamente si están en su habitación o a la puerta si están en la sala de espera. No.puedo pensar en esto sin que se me escape una lagrimilla, menos mal que los críos están dormidos y no con sus preguntas. ¿Qué te pasa Melodie? ¿Her? ¿Eo? ¿Estás bien? Y así muchas preguntas más, siempre lo hacían y aunque sé que se preocupan por mí... Molesta un poquín. Aunque siguen siendo los hermanos más monos del mundo. Siempre lo serán.

*************

-¡Tía!- Se me saltaban las lágrimas.

La tía Anne estaba tumbada en la camilla, pálida y con el pelo estropeado. No podía con esto. Ríos salados caían por mis mejillas hacia las mangas de mi sudadera que cubrían mi cara. Se recuperaría lo sé, es fuerte. Siempre lo ha sido, siempre lo va a ser. Me acerqué y besé su frente, gélida como el hielo, al igual que el resto de su cuerpo. Mis primas habían bajado a tomar algo con mis hermanos porque ellos no sabían nada del tema, solo que la tía estaba mala. Pobres inocentes. Aunque así mejor, seguro si lo supieran estarían histéricos llorando gritando que no podía ser y nos echarían del hospital. Y eso no podía ser.

Media hora después...

-Venga chicas. Sabéis que va a salir de esta.- Suspiré.- No os pido que sonriáis. Pero no voy a traeros más helado ni haceros más chocolate caliente.

-Da igual.- Dijeron a la vez.

-Tengo que irme, os quiero, ordeno todas las cosas en mi casa y vuelvo.- Dije y solté un bufido.

Salí de la casa y cogí un bus. Mi casa de allí quedaba a dos manzanas pero no tenía ganas de caminar. No tenía ganas de nada, me había pasado unas cuantas horas cocinando y sacando de todo para mis primas. Y seguían con las mismas caras de muertas sin casi hablar ni moverse de sus respectivas camas. Yo estoy mal, pero sé reaccionar. Me bajé y caminé hacia la puerta de nuestro chalet. Había echado de menos la hierba, los.columpios, las guerras de agua con la manguera. Todo. Miré la los vecinos, ví a Milly besándose con un chico muy guapo, que por cierto, se parecía a Alex. Dí unos pasos más, pero recapacité, me giré, miré mejor y qué coño, era Alex. Pero no iba a llorar allí, ni a ser débil.

-Hey Milly, cuánto tiempo.- Exclamé. Ambos se giraron.

-¡¡¡Hola Mel!!!- Chilló y vino a abrazarme.

-¿Tu novio?- Pregunté sonriente.

-Sí tía, por fin.- Dijo algo aliviada.

-Es guapo, voy a presentarme.- Me moví unos pasos y me puse frente a Alex.

-Hola, Melodie.- Dije.- Encantada, ....

-Alex, Alexander.- Dijo él, mirándome desconfiado.- Qué coño haces...- Me susurró sin que Milly se enterara.

-Te dejo, guapo.- Susurré en respuesta.

Me giré y miré a Milly que sonreía, me despedí con un abrazo y dos besos. Volví a mi parcela y sonriente, miré una última vez como ambos se besaban. Una bonita historia de amor, preciosa. Lo peor es que a mi me la pela, al menos por ahora. Sí, digo por ahora porque aunque no quiera reconocerlo le quiero mucho. El puto de Alex me llegó al fondo del corazón. Capullo, me engañó. Y no le pateé las pelotas. Bueno, fue por Milly, no quería que ella cortara con uno de los únicos novios que va a tener en la vida, es tan reservada... Siempre diciendo que no, no vive la vida loca... Me extraña que esté con Alex, mucho la verdad. Muchísimo. No pegan ni con cola ni con pegamento, son el blanco y el negro, pero es cierto, los polos opuestos se atraen, ¿no? Eso es lo que les pasa. Sí, definitivamente es eso.

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Un cap cortito pero quiero votos y comentarios pq la nove está en la recta final.

¿Morirá Anne? ¿No?

No lo sabemos... VOTOS Y COMENTARIOS PLEASE♥♥

Besos con sabor al videoclip de MM {que me ha encantado♡} de su adorable escritora española, ole!

El dia que me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora