Mierda.

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-¿Melodie?- Dijo una voz misteriosa detrás de mí.

Mierda, ahora que, ¿eh? Mierda, mierda, mierda. ¡Ah, sí! Buena idea Mel. Me giré con los ojos cerrados y saludé. Me imagino la cara de WTF de quien fuera la otra persona.

-Ah, ya... Que eres sonámbula.- Dijo la voz de quien creo yo que es Alex.- Vamos ven.

Le noté pasar junto a mi y seguir, entre abrí los ojos y sí, era Alex. Menos mal, sino hubiera sido una liada... Abrí los ojos me acerque por detrás y le susurré al oído.

-Eh, no soy sonámbula. Es que hemos dormido juntos.- Me miró asombrado.- Si, ya, ya lo sé. Y tenía que fingir si fuera otra persona.

-Va.- Dijo él.- Ahora vamos a desayunar y a tomar alguna aspirina, que la cabeza me está matando.

Nos metimos en la cocina, y ahora que Alex lo mencionaba, si que me dolía un poco la cabeza, pero nada del otro mundo. Debió ser que al final no bebí tanto. Entonces recordé a Bryan, tenía que llamarlo. Tal vez podría venirse a casa, o... Espera, ¡mis hermanos! Llegarían a las 5:00... Debería irme lo antes posible y ordenar un poco la casa por si a la madre de Timmy se le ocurre pasar a tomar algo... Miré el reloj de pared de la cocina, las 11:00, y todos estaban dormidos aún. Saqué galletas del armario, y a desayunar.

Sobre las 11:30, comenzaron a despertarse todos.

-Hey Mel, no sabía que habías venido a dormir.- Dijo Jack.- Se te veía bien con aquel chico.

-Esa no era razón para dejarme allí tirada.- Dije algo molesta. Todavía me acordaba de que me habían dejado sola. ¿Tan poco se acordaban de mí?

-Eh, no te enfades meliiiii.- Exclamó Ria. La miré con cara asesina y rectificó.- Quiero decir, mel.

-Eso está mejor.- Dije.

Todos se quedaron mirando como comía galletas, estaban muy graciosos, embobados con cara de dormidos. Reí internamente y les pasé galletas. Ansintieron y Ria sonrió. ¡Eh! ¿Y Lauren? Era el momento de preguntar sobre ella, aunque seguramente estaría en casa de Max.

-Chicos.- Susurré.- ¿Saben dónde está Lauren?

-Pues no.- Dijo James.

-Tu calla.- Dije yo.- En serio.

-No lo sabemos, Melodie.- Dijo pausadamente Katy. Jack la besó y yo les miré espantada.

Me levanté y me fui, eran las 12:00, y mi casa era un desastre seguro. No recordaba como la había dejado al irme, solo que no recogí nada en absoluto. Por otro lado, estaba preocupada por Lauren. No respondía ni a los whatsapps ni a las llamadas, cosa rara en ella, que anda todo el día con su iPhone de aquí para allá. Entonces se me ocurrió. Llamar a Max, con el que seguro que estaba, y preguntarle acerca de donde estaban. Buenisima idea, Melodie.- Susurró mi subconsciente. Antes de irme de casa de Katy le robé el móvil a Jon (me sabía su contraseña) y busqué el móvil de Max. Lo guardé en mi móvil y salir sin despedirme ni hacer mucho ruido, ya que todos andaban con dolores de cabeza y caretos de zombie. Nada más salir llamé a Max.

#llamada#

-¿Diga?- Dijo Max al otro lado de la línea.

-Si, oye Max, ¿donde está Lauren?- Pregunté contenta, ya que por fin me contestaban.

-No soy Max, él está en el hospital.- Me asusté, y me paré en seco en medio de la calle.

-¿Que?- Dije desesperada.

-Lo que oyes, y Lauren, aunque no se quién es creo que también.- Joder, ¿por qué a mi?

-¿Pero se puede saber que ha pasado joder?- Dije muy alterada.

-Eh, tranquila. Ven al hospital central. Tranquila no pasa nada.- Dijo el maldito que estaba al otro lado de la línea. Colgué y chillé.

#fin de llamada#

Coji un taxi y me fui hacia el hospital central de inmediato. Estaba muy nerviosa, me sudaban las manos y tenía las mejillas acaloradas. Sintomas de nerviosismo profundo. Cuando llegué estaba que me moría, temblaba, estaba pálida y muy asustada. Entre y pregunté en recepción, me dijeron la sala 137.

137, put número. Ahora estaba enfrente de la puerta de la sala en la que estaba una de mis amigas y su novio, heridos, muertos o quién sabe cómo. Cuál fue mi sorpresa, cuando al entrar, solo estaban Max y ¿Bryan?

-Ho...hola.- Dije nerviosa. Ambos alzaron su vista hacia mí.- ¿Lauren?

-En el quirófano.- Dijo un chico al que no había visto, que estaba en una esquina.

Eso fue demasiado para mí. Me senté en el suelo y encogí la cabeza entre las piernas. Me llegaron una oleada de recuerdos de cuando yo estuve en el hospital, y ahora estaba ella. ¿Por qué? Porque la vida es una gran mierda. Noté unos brazos alrededor mío diciéndome que todo iba a estar bien, que era una operación sencilla, algo de la rodilla, que Lauren no corría peligro y que en unos minutos la vería y sería como siempre. Levanté la cabeza y miré a Bryan. En los dos días que le conozco ha demostrado ser muy buena persona. ¿Puede una persona caerte tan bien en dos días? Por lo visto sí. "Eh, levantate. No querrás que Lauren te vea así ¿no?"- Dijo Bryan. "Vamos levanta, lavate la cara y sientate en el sofá con una sonrisa". Asentí y me metí al baño. Me lavé la cara y me miré, me veía completamente horrible. Los ojos rojizos, como las mejillas y la nariz, y lo demas pálido. Cogí la mochila y me maquillé un poco, para verme mejor. Conseguí disimular un poco la situación en la que estaba y salí. Entonces miré a Max, tenía el brazo escayolado, estaba mal, y yo no le había dicho nada. Así que me acerqué e hice la pregunta más estúpida del mundo.

-¿Estas bien?- Dije. Sinceramente creo que todas mis neuronas deben estar desapareciendo, porque cada día digo paridas más grandes.

-No.- Dijo él. Lo miré con ternura y decidí no abrir mi bocota, porque si la abría, a saber que salía de ahí.

Llevábamos unos diez minutos en la sala, cuando llegó un médico y nos dijo que la operación se alargaría más de lo previsto y que Lauren estaría allí en media hora más o menos. Todos asentimos sin decir una palabra y nos quedamos así, callados, perdiéndonos en nuestros pensamientos y ahogando lamentos.

El dia que me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora