Me levanté con una pierna en la cara y un brazo en la espalda. Me moví y salí del agujero donde estaba metida. Dios que desastre, eso de moverme por las noches tiene que parar... Kat estaba ya despierta y Ria dormía como una marmota.
-Buenos días princesa...- Susurré
-Buenos días Pétalo.- Dijo Kat.
-¿Hace cuánto que te levantaste?- Dije bostezando.
-Media hora. Duchate y vistete anda, voy a despertar a la dormilona.- Dijo Kaitlyn sonriendo.
-Si, mejor.- Dije yo.
Me metí al baño y encendí la ducha. Me metí y el agua caliente recorrió cada parte de mi cuerpo, me encantaba ducharme por la mañana, porque me relajaba y así pensaba en todo lo que me había pasado esos días. Salí con Jon. Dejé a Alex con las ganas. Fui a una mierda de fiesta y rompí con Jon. No le quiero. Alex me sigue gustando un poco. Tengo que hacer nuevos fichajes el lunes en el cole. Fin de mi agenda mental. Salí, me sequé y me pusé la ropa interior. Fui al cuarto de Ria y allí solo estaba Kat planchando su vestido.
-¿Te has vuelto practica?- Pregunté en tono de burla.
-Puede.- Dijo ella desafiante.
-¿Y Ria?- Dije extrañada.
-Bajo a tomarse una aspirina, tenía dolor de cabeza.- Dijo tranquilamente ella.
-Que débil es.- Dije sonriendo.
Me giré y abrí mi mochila. Saqué la ropa que había metido para hoy, unos shorts blancos rotos, una camiseta del Hard Rock de Amsterdam y una sudadera de hollister roja. También había escogido unas mis vans rojas, y tenía una goma de pelo a juego. Perfecto. Reí internamente y tomé mi vestido y mis tacones del suelo. Guarde los tacones y el vestido me lo planchó Katy. Después lo guardé y ambas bajamos ya vestidas a desayunar. La imagen que nos encontramos fue muy graciosa. Ria estaba con cara de zombie, mirando el café que se había preparado embobada, como una sicópata. Katy y yo nos miramos y comenzamos a reír muy fuerte, pataleando y tirandonos al suelo. Cuando nos tranquilizamos escuchamos unos pasos que venian del pasillo.
-Rapido, cojamos sartenes, puede ser un ladrón o un asesino.- Dije asustada.
-O un violador.- Añadió Kat.
-Si, eso también.- dije visiblemente nerviosa. Nos escondimos tras la puerta y aguardamos a que la persona misteriosa apareciera. Vimos como aparecía una figura ante nosotras... ¡Era un hombre! Chillé y salí asustada, y Kat detrás mío. Se las daba de valiente pero era una cagueta, como yo. Entonces nos dimoa cuenta que Ria no estaba... Me asomé y Ria y la persona misteriosa charlaban animadamente. Salí de mi escondrijo con cara de ¿WTF? y me dirigí a aquel hombre extraño.
-Perdone, ¿Usted quién es? ¿Se conocen?- Dije educadamente, quien sabe, quizá es alguien importante... Vale no.
-Soy el padre de Ria, Alfonso. Encantado.- Me tendio su mano y yo la estreché.
-Kat... Sal.- Dije medio susurrando.
Katy salió de su escondite y ella y el padre de Ria se presentaron, después apareció su madre, era hermosa. Tenía los mismos ojos que Ria, y el cabello castaño arrubiado, teñido, pero muy bien teñido, y le quedaba muy bien. Sonreí y las tres subimos a la habitación de Ria.
-Que vergüenza. Debe pensar que estamos locas.- Dije yo.
-Lo estamos.- Dijo Kat.
-Necesitais un sicólogo.- Finalizó Ria.
-Lo sé.- Dije yo.
Sobre las 12.00 Katy y yo nos despedimos de Ria y tomamos un bus, en el que por mala suerte también viajaban Jack y sus amigos. Algunos nos miraban de reojo y otros directamente, no me ponían nerviosa, pero me molestaba. El trayecto era largo, así que Ria y yo comenzamos a hablar de repetir la "Fiesta de pijamas". Cuando faltaba aproximadamente medio camino se subió al bus también Alex. Genial. Vino directo hacia mí y se paró a un centímetro de mis labios. Cuando cerré los ojos para besarle, él se apartó y me dejó como idiota. Escuché risas provenientes del grupo de Jack y les fulminé con la mirada. Bueno, ya estábamos en paz, algo era algo. Cuando llegamos a nuestra parada, Katy y yo nos bajamos juntas, sonrientes y felices hasta que alguien, Alex, se puso frente a mí y no me dejó seguir.
ESTÁS LEYENDO
El dia que me enamoré
Novela JuvenilMelodie Parks siempre ha estado sola, hasta que se muda a Madrid y las cosas cambian por completo. ¿Qué pasará ahora? Es todo un misterio. Amor, amistades rotas, felicidad y tristeza. Una vida un tanto bipolar que amenaza con hundirla por completo.