—Pues... yo... me ponía nerviosa que se me viniera a la cara, así que me lo corté.
Por favor, parecía una tonta, pero Justin tenía la habilidad de hacer que no pudiera articular una palabra inteligente.
—Qué pena. Había soñado enterrar mi cara en él cuando hiciéramos el amor.
— ¡Justin! —protestó ella ruborizándose. Era una reacción ante la imagen mental de esa fantasía, que le pareció sorprendentemente excitante.
—Di eso otra vez —ordenó él quedamente con un gemido que no tenía absolutamente nada que ver con el dolor. ¡Por Dios bendito, este hombre estaba haciendo que se le pusiera la carne de gallina! Era como si todos sus sentidos se hubieran despertado. Nunca había experimentado nada parecido antes de conocerlo.
— ¿Que diga qué? —musitó ella.
—Mi nombre. Lo dices con un tono muy sexy —añadió Justin con una mirada que la hubiera derretido de haber estado él sano .De todas maneras casi lo hizo. Sentía como si sus piernas no pudieran sostenerla. La mente de ____ dejó de funcionar a un nivel sensato en ese momento. Lo único que sabía era cómo se sentía y cómo reaccionaba Justin.
— ¿Estás flirteando conmigo? —preguntó ella sin aliento. El brillo de sus ojos se convirtió en una llama.
— ¿Es que no lo sabes?
Aunque los separaban varios metros, ella sintió como si él la hubiera tocado y casi no podía respirar.
— ¿Te... te parece sensato?
—Probablemente no, pero tenía que asegurarme de que no había perdido mi toque —contestó sonriendo orgulloso.
—Créeme, no lo has perdido —aseguró ella coqueta, haciéndolo reír. Enseguida deseó no haberlo hecho porque notó que la risa le hacía daño.
— ¿Estás bien?
—Me sentiría mejor si estuvieras a mi lado —admitió él, levantando una mano. ____ se acercó para tomarla. En el momento que se tocaron ella sintió una corriente nerviosa en todo su cuerpo.
—Asombroso, ¿verdad? —dijo él suavemente, entrelazando sus dedos y atrayendo su mirada.
— ¿Estás...? —pero cuando él asintió, no pudo seguir.
—Completamente. No puedo dejar de pensar lo que me habría perdido si hubiera muerto.
Hasta hace un segundo su sangre estaba hirviendo, pero de repente se había enfriado, dejando helada hasta su alma. Si hubiera muerto. Sintió un escalofrío.
— ¿______? ¿Qué te pasa?
La preocupación en la voz de Justin hizo que levantara la mirada hacia él.
—Podrías haber muerto.
Y en ese momento se dio cuenta de lo que significaba para ella. Acababa de imaginarse el mundo sin él y era una imagen desoladora. La profundidad de su emoción la hizo temblar. Unos días antes no era más que un nombre, pero ahora significaba tantas cosas que la asustaba.
Los dedos de Justin apretaron aún más los suyos.
—No lo pienses, cariño. Estoy vivo.
____ lo miró y vio la fuerza masculina que desprendía, a pesar de estar en la cama de un hospital. Sí, estaba vivo y ella nunca había estado más agradecida.
—Me alegro —musitó ella. Sabía que no podría controlar mucho más en ese momento, así que cambió de tema.
—No me has dicho si te gusta mi nuevo corte de pelo.
—Te queda muy bien.
—Bueno, gracias. No es decir mucho, pero gracias —dijo sonriendo.
—Siempre a su disposición —entonó él de broma. Su mirada se dirigió hacia su mandíbula.
—Veo que has decidido dejarte barba. Te hace parecer muy... —estuvo a punto de decir sexy, pero se calló. Demasiado tarde. Con una mirada, se dio cuenta de que él sabía lo que estaba pensando.
— ¡Vaya momento para decir eso, cuando no me puedo mover de esta cama! —Dijo observándola con curiosidad—. Por cierto, no llevas maquillaje —añadió.
Esa vez ______ no pestañeó, aunque había olvidado que Caroline no salía nunca a la calle sin maquillarse.
—Pensé que estaría ridícula pululando por el hospital pintada como una estrella de cine —inventó ella rápidamente. Confiaba en que no conociera tanto a Caroline como para saber que eso era exactamente lo que a ella le gustaría. Aparentemente era así porque no hizo ningún comentario.
—No sé por qué te molestas en ponerte maquillaje en absoluto. Estás guapísima sin él.
¡Qué ojos! ____ volvió a contener el aliento, hipnotizada por la forma en que él la miraba. Cada vez que miraba los de Justin se daba cuenta de que quería ahogarse en ellos. Olvidarse de todo y simplemente...
— ¡Querido, estás despierto!
La alegre exclamación de Pattie desde el otro lado de la habitación rompió el hechizo y ____ retrocedió rápidamente cuando su madre se inclinó sobre él para besarlo con cuidado.
— ¡Ay! Te vendría bien un afeitado.
—Una de las enfermeras quería hacerlo, pero yo prefiero que lo haga papá.
____ se había apartado diplomáticamente de la familia y había vuelto a colocar las flores, pero lo miró cuando dijo eso.
—No me digas que te negarías si se ofreciera la rubia guapita esa. La que te pone ojitos cada vez que entra aquí —dijo ____ sonriendo.
— ¿Celosa?
— ¿Debería estarlo? —preguntó levantando una ceja, irónica.