Capitulo Dos.

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Las inyecciones, el lavado de cerebro, todos esos eran dolores soportables, pero la culpa que James sentía era su más grande dolor.

Recordó a un joven pidiendo a sollozos que no lo mate, aun así lo había hecho. Cuando era el Soldado del Invierno no le importaba cuanto le imploren por sus vidas, él siempre cumplía con su misión.

El tratamiento que recibía no era doloroso, había pasado por cosas peores que aquello no era nada. Dicho procedimiento consistía en darle al cerebro de Bucky pequeños choques eléctricos, para despertar los recuerdos que estaban allí. Cada vez al terminar con esas sesiones su cabeza dolía y sentía un remolino de cosas que no podía manejar.

—James, ¿Que pudiste recordar esta vez?—preguntó su amigo Steve, él siempre estaba presente durante el tratamiento.

—Solo más dolor—contestó el otro, evitando la mirada de lastima que seguro el rubio tendría.

Steve abrió la boca para decir algo, pero Sam entró alterado a la habitación, interrumpiéndolo.

—Hay problemas—dijo el recién llegado—Clint y Wanda fueron atacados.

—En veinte minutos nos pondremos en marcha—dijo el Capitán—prepárate y dile a Scott que también lo haga—Sam solo asintió y se marchó.

—Puedo ayudar también—sugirió James, que había oído aquello.

—No, Bucky todavía no estás del todo recuperado—hizo una mueca—lo siento.

—No confías en mí, ¿cierto?

—Buck, yo confió en ti, todos nos están buscando en estos momentos y si los encontraron a ellos; no tardarán en averiguar nuestra ubicación. Mientras menos seamos es mejor.

James no le creyó nada a Steve, así que solo gruñó y salió de la habitación, necesitaba aire.

Wanda abrió los ojos y lo primero que vio fue un techo blanco, luego intentó incorporarse pero no pudo, sintió todo su cuerpo pesado.

—Yo no me levantaría—dijo una voz al otro lado de la habitación.

—Steve—este la miraba seriamente.

—¿Sabes que lo que haz hecho fue una estupidez?

—No lo fue—dijo ella defendiéndose.

—Estabas cubierta de sangre cuando te encontramos—el mantenía la vista en ella—tuviste suerte de que hayamos llegado justo a tiempo.

—¿Como esta Clint y su familia?—pregunto y miro su estómago el cual estaba cubierto por un vendaje bastante incómodo.

—Están bien, están siendo trasladados a España.

—Quiero irme con ellos—dijo mirando al rubio.

—No es seguro Wanda—él se sentó en la cama de ella.

—Si yo no hubiese estado con ellos, hubieran muerto—se tocó el vendaje, todavía dolía—no te estoy preguntando Steve, sabes que me iré.

—Yo no voy a permitirlo—este se pasó una mano por el cabello—¿Por qué no lo piensas? No es tan malo aquí.—ella rodó los ojos—prométeme que aunque sea lo pensaras.

No quería quedarse allí, ella quería ir con la familia de Barton, abrazar al pequeño Pietro Jr. Pero Steve la había rescatado de aquella prisión y aceptó a su hermano y ella en los vengadores.

El Capitán confiaba en la castaña, no podía solo hacer un berrinche porque no le agradaba el lugar.

—Lo pensaré—acepto.

El rubio sonrió ante aquella respuesta y se marchó.

Wanda pasó los siguientes dos días de reposo, ya que no podía hacer mucho esfuerzo, al parecer la bala estuvo muy cerca de perforarle el hígado. Steve iba a visitarla diariamente, para ver como estaba. Pero ella extrañaba a Clint, a los pequeños y sobre todo a Pietro Jr, pensar en ellos hacía que su corazón se retorciera.

Cuando finalmente terminaron los días de "descanso", se sintió aliviada, aunque sus movimientos seguían siendo limitados. El lugar donde se encontraban no era como base de los vengadores, era más pequeña así que no tenía mucho lugares a donde ir que no sean su cuarto.

Sabía que la agente Sharon, tenía algo con Steve y que ella los ayudaba secretamente. Un día los vio hablando, pero cuando Wanda entró en la habitación se callaron; lo cual era presagio de algo le estaban ocultando.

—¿Sucede algo?—preguntó Wanda.

La pareja se miró como si estuvieran discutiendo con sus miradas.

—Hubo un inconveniente—comenzó la agente.

—Pero nosotros ya lo resolvimos—la cortó el Capitán.

—¿Que clase de inconveniente?—ella sospechaba que era algo más.

Se volvieron a mirar—Clint fue herido—Steve miró a la gemela.

Wanda se puso de pie lo más rápido que pudo—¿Él está bien?

—La situación fue controlada—dijo Sharon seriamente—el agente Barton está bien, al igual que su familia.

La castaña carraspeo—¿Así que tuvieron que esperar a que el fuera herido para controlar la situación?

—Hacemos lo mejor que podemos—se defendió la agente.

—No lo creo—replicó con enojo.

—Suficiente Wanda—Steve elevo un poco la voz.

—Yo tendría que estar con ellos, protegiéndolos, no aquí sin hacer nada—le reclamo al rubio.

—Resultaste herida la ultima vez, ellos están bien ahora.

—¿Por cuánto tiempo? Dime Steve, ¿tenemos que esperar otra vez que lastimen a alguien, para que ustedes "controlen" la situación?—fulmino con la mirada a Sharon. Ella estaba furiosa, de haber estado allí, Clint no hubiese resultado herido—No puedes mantenerme encerrada aquí para siempre.

—Wanda—la miro a los ojos—yo quiero mantenerte a salvo, eso es todo—dijo cansado.

Ella le había prometido que iba pensar si quedarse o no, pero tampoco podía dejar que el arquero y su familia estén en peligro.

—Cuando tenga la oportunidad de irme, lo haré—le advirtió.

Lo miro una vez más y salió de la habitación sin antes notar que alguien más estaba allí observándola. El Soldado del Invierno.

Wanda se preguntó si había escuchado todo lo de recién y hace cuanto se encontraba de pie en el lugar.

El Soldado tenía una mirada sombría, ella le sostuvo la vista unos segundos y un escalofrío le recorrió el cuerpo al ver esos ojos azules que la miraban tan fijamente. Se marchó y trato de no pensar en ello.

Broken Heart (Winterwitch).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora