S e i s

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PDV de Dylan

Llego a casa, tiro las llaves en la mesilla de entrada y me dirijo a la cocina.
"Ding" suenan las notificaciones del móvil, lo cojo y al ver que era un mensaje de mi padre. Dejo el móvil en la encimera, abro la nevera y cojo una botella de agua.
Suena el tono de llamada, no contesto.
Vuelve a llamar y vuelvo a ignorarlo.

A la tercera va la vencida.

Suena el móvil y lo cojo.
—Dylan— escucho la voz de mi padre —Dylan ¿estas ahí?— yo no contesto y cuelgo.
Tiro el móvil en el sofa del salón y me tiro encima, cojo el mando y enciendo la televisión.
El móvil no deja de vibrar debajo de mi y yo no dejo de ignorarlo.

Me gusta el tono de llamada pero que se repita tantas veces me da dolor de cabeza, un par de cigarrillos no me irían nada mal. Dejo el móvil tirado en el sofá y salgo a dar un paseo mientras fumo.

Camino entre los arboles mientras le doy bocanadas al cigarrillo cuando escucho voces. Por el olor puedo sentir que no son humanos. Me acerco un poco más y los puedo ver con claridad. Vampiros.
Ya se, seguramente os estaréis preguntando como he sabido que son vampiros si ellos se tatúan con tinta Maleric y eso los hace parecer humanos hasta para los hombreslobo, bueno, conmigo esa tinta no funciona y podría decir que soy la única.

Me escondo detrás de un árbol y escucho atentamente lo que dicen.

—Creo que deberían andar por aquí— dice uno —es el bosque más cercano—
—Llevamos buscando media tarde y no hemos encontrado nada— dice el otro
Pobres estúpidos, se creen que seguimos viviendo en el bosque como unos lobos incivilizados y antisociales.
—¿Que le diremos al jefe cuando volvamos?— dice uno, el primero creo.
«Que deje de ser un cerrado mentalmente y deje de vivir en el siglo XXI a.c dice mi subconsciente

—Que no hemos encontrado nada, deberíamos buscar en otros lados como...— dice eso último y escucho como los pasos se alejan por la parte que se adentra en el bosque al igual que las voces.
Me acuerdo de las llamadas de mi padre y me doy cuenta de que igual estaba intentando advertirme de esto, o quizá Maddison le ha dicho lo de que yo soy la True Alpha de nacimiento y me va mandar luchar... Me echo ha andar hacia la casa y me pongo el casco cuando llego a la moto que esta aparcada enfrente de la puerta principal y cuando voy ha arrancar no encuentro las llaves en el bolsillo. Mierda.

Empiezo a volver atrás en el tiempo intentando recordar donde las he dejado y me entra el pánico cuando la posible caída en el bosque cuando sacaba el mechero aparece. Pero en ese caso lo habría sentido. También he perdido las llaves de casa y me va ha tocar romper una ventana o algo para poder entrar a por el teléfono.

Iría corriendo y llegaría probablemente en 4 minutos aunque sean casi 5 km pero seria bastante raro ver a una chica correr a 100 por hora, y lo ultimo que necesito es llamar la atención.

Doy la vuelta a la casa donde esta la ventana del salón y por mi suerte no esta cerrada así subo el cristal, entro, cojo el móvil, cierro la ventana y voy a la cocina; igual he dejado las llaves en el llavero, lo que seria lo normal, pero yo nunca hago nada normal...

No están en el llavero
No están en el sofá
No están en el bote de cacharros
No están debajo de la mesa
Y no están en mi habitación porque no he ido allí en todo el día.

Es increíble, la bolsa de cannabis y el paquete de cigarrillos siguen en el bolsillo pero las malditas llaves no. Ya rendida, decido salir por la puerta como la medio humana que soy, pero antes de llegar, escucho voces a unos 200 m acercándose a mi casa como la medio no humana que soy. Son los chupasangre de antes pero me da igual, lo ultimo que voy ha hacer es huir, podría arrancarles la cabeza de sus cuellos en un abrir y cerrar de ojos a los dos. Cuando voy ha abrir la puerta para salir la malditas llaves aparecen en la mesa que tengo a la entrada.
—Hijas de p***— susurro para mi y las meto en dedo índice por el llavero que tengo de medio corazón.

EnemiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora