N u e v e

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Aviso~ Brendan es el novio de Dylan, le he cambiado el nombre

*Unos días después*

Hoy es el día en que se va a llevar a cabo el increíble plan de Brendan, y con increíble me refiero a increíblemente estúpido.  

Me había despertado con ganas de pasar el día en casa, en pijama y con la música al tope pero no, mi queridísimo novio me ha arrastrado hasta la ducha, luego a la cocina, más tarde al armario y para finalizar, el coche. Iba a estar rodeada de universitarios, muchos de ellos de la manada. Y creerme, es lo último que me apetece.

—Brend— digo encendiendo un cigarrillo y dándole la primera calada

—Dime— dice el chico que está sentado a mi lado​ con una mano al volante y la otra apoyada en mi muslo.

—¿Te he dicho lo mucho que te odio?—

—Si, mira— empieza —me lo has dicho cuando abriste lo ojos, cuando te duchabas, cuando desyunabamos, cuando te lavabas los dientes, cuando te vestías y ahora— me mira, me quita el cigarrillo, le da una buena calada y sigue —pero sabes que decirme que me odias no va a cambiar tu destino querida—

—Cállate— le digo quitándoselo y él se empieza a reír.

—Oh Dylan, porque tienes que ser tan mala conmigo—

—Me estas llevando a un sitio donde no quiero estar a hacer algo que no quiero hacer— le miro y expulso el humo —no esperes que te de las gracias—

—Ya me perdonaras— dice y llegamos al campus. Aparca el coche y se baja, yo le sigo.

—Bonito campus— dice él

—No puedo esperar para venir a estudiar aquí— digo con falso entusiasmo

—Yo se la de ganas que tienes de verme además de en casa— le iba contestar cuando me corta y dice

—Fíjate bien en esa chica de pelo color jengibre y estatura media​—

Hago lo que me dice pero no consigo encontrarla.

—Hay como 50 tias con esos rasgos, vas a tener que ser más específico—

—Pantalones negros y sweater que deja el abdomen al descubierto— la localizo y transformo mis ojos.
—De lejos no puedo ver nada, veo algo pero no es suficiente—

—Vamos a acercarnos— dice cogiéndome de la mano y andando en su dirección. Me termino el cigarrillo le doy su última calada y lo tiro.

A medida que me acerco veo como la chica se diferencia de los demás. La chica iba demasiado distraída cuando chocamos los hombros y se le caen los libros.

—Lo siento— digo agachandome para ayudarle a recoger los libros. Me centro en el latido de su corazón, pero no escucho nada. Su piel es demasiado pálida para ser humana y sus uñas muy puntiagudas. Vampiro.

—No, tranquila ha sido culpa mia iba distraída y no te he — dice sonriendo, los colmillos afilados y largos sobresalientes. Entonces es cuando levanta su mirada y me mira como si me conociera. Yo levanto las gafas, mis ojos ya normales penetran en los suyos y el color que tienen es increíblemente bonito. Marrones pero con rayos verdes y dorados

—¿No eres la chica que Conn trajo a casa el otro día?— dice levantándose y yo con ella entonces gira la mirada y ve a Brendan —Espera, ¿tienes novio?— dice dubitativa

—No, no soy yo— digo dándole la mano a Bren —esa tiene que haber sido Maddison, yo soy Dylan—

—¿Gemelas?— dice

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