Enemies

O c h o

"Necesito que me ayudes"
Un mensaje que siempre llega y que ya se de quien es. 
"En mi casa"  contesto y en menos de dos minutos escucho el motor de su coche. Más tarde se abre la puerta principal y ahí está él.

—¿Donde has estado metida todo este tiempo querida?— dice

—Lo mismo podría decir de ti— respondo cuando se acerca y me da un beso

—Han pasado cosas— se sienta a mi lado y pongo las piernas sobre su regazo

—Y ahora es cuando me dices en que te tengo que ayudar—

—Antes de todo pasame el mechero— le doy el mechero que había encima de la mesa y él enciende un porro que llevaba detrás de la oreja —hay una chica nueva en el Campus— yo abro los ojos y él se ríe —no te he puesto los cuernos tranquila— dice después de dar una larga calada y expulsar el humo

—Más te vale—

—Bueno la cuestión es que justo después de haberla visto se rumoreaba que habían visto vampiros, murciélagos para ser exactos— le quito el porro y me lo pongo en la boca

—Vale ¿Y que quieres que haga?— él me sonríe —No, no voy ha ir— expulso el humo

—Venga, por mi— dice

—No— digo y vuelvo ha darle otra calada al porro

—Te va interesar creeme—

—No le veo el sentido— echo el humo y él pone la boca sobre la mía para inhalarlo y aprovecha para robarme un beso.

—Nunca hemos visto vampiros, y ahora tenemos la oportunidad—

—Tiene que haber algo más, te conozco bien—

—Bueno, luego finges que la confundes con una amiga del pasado y sacas conversación—

—¿Para que quieres todo este rollo?—

—Para estar alerta, así no sospecha de nosotros, además me ha estado echando el ojo y quiero que sepa que tengo novia—

—Eres increíble—

—Y me quieres por eso— dice poniendo su frente contra la mía—

—Que seria de ti sin mi—

—Seria un pobre lobo tirado en el bosque sin amor ni nada que me mantenga caliente— dice y yo le doy un golpe en el hombro
—Callate—

—Dylan por favor, ¿no puedes ser agradable ni por un solo momento?—

—No, y me quieres por eso— digo y él se echa a reír

—Voy a por algo de comer, ¿Quieres que te traiga algo?— dice levantándose y dejando mis piernas sobre el sitio vacío que ha dejado

—Ya comeré de lo que traigas— le sonrío y le doy una última calada al porro antes de que me lo quite. 

*Flashback*

Después de varios días encerrada en los escombros de la casa en la que di mi primer suspiro la necesidad de oxigeno me obliga a salir a la naturaleza. 

Camino hasta cansarme y entonces me siento bajo la copa de un enorme árbol cuando escucho el latido de un corazón, alguien acercarse. El olor me indica que es licántropo.

—Dylan— dice y levanto la cabeza. Un chico alto, con el pelo no muy corto de un rubio sucio y ojos marrones se encuentra delante de mi.

—¿Te conozco?— digo y él me sonríe