No dormí toda la noche pensando en lo que vi, por un momento pensé que solo había sido una pesadilla pero recordar sus ojos oscuros se me erizaba la piel.
Entre al baño a darme una ducha relajante para que todos mis problemas se vayan con el agua pero al verme al espejo la única palabra que me describía era asco.
Todo mi pelo estaba revuelto y tenia unas espantosas ojeras. Trate de relajarme en la ducha pero no lo logre, me puse lo primero que vi en mi closet que se trataba de un pantalón de chándal y una ramera. Y como estaba de un mal humor no me maquille, en este momento maldigo a la vida.
Baje a tomar mi desayuno y me encontré con mi mamá sumida en sus pensamientos.
-¿mamá?- dije en voz baja.
Ellas no contestó y eso me preocupo, tenia el ceño fruncido y hablando de mi madre es muy raro que este callada. Me acerque a ella y puse mi mano sobre su hombro.-¿mamá?- susurré preocupada.
-¿mmm?- salio de su trance y puso sus ojos fijos en los mios y note un brillo de tristeza.
-¿mamá qué tienes?- mi madre fruncio los labios.
-¿Que? Nada hija, todo bien- dijo con una sonrisa falsa. Frunci el ceño porque sabia que algo andaba mal.
-Dime que tienes por favor- dio un suspiro de derrota.
-Me despidieron hija, y no se como hacer con las cuentas. Hoy estaré buscando trabajo para poder pagar todo. No se como decirte esto Ana pero creo que tendré que vender varias cosas de papá- me miro con tristeza pero lo único que sentí al escucharla se me rompió algo dentro de mi. No, las cosas de mi padre no.
-Conseguiré trabajo para ayudarte- no se de donde salio eso pero no pude medir mis palabras.
-¿Enserio?- me pregunto con esperanza. Creo que ya no podre salir de esta.
-Si, haré todo lo que pueda para que no vendas las cosas de mi padre, sabes el valor que hay en todas esas cosas para mi.Después de desayunar y escuchar a mi madre dándome ideas de trabajos simples para mi edad. Tengo una reputación en la universidad pero no me importa eso ahora, mi mente esta en conseguir un trabajo para ayudar a mi mamá.
Llegue a la universidad y le conté todo a Evi y como siempre tengo el apoyo de ella pero lo que no le dije fue lo que vi en el callejón, eso me lo guardare para mi, me considerara una loca si le digo lo que vi.
Nos encontramos a Jamie en el pasillo de camino a nuestros salones y por su cara veo que no tiene un buen humor hoy.
-Alguien anda de malas- comento Evi
-Callate- gruño Jamie.
- Alguien no pudo hacer su clase de yoga?- me burle.
-Si no tienen nada bueno de que hablar callense- especto.
-Relajate Jamie, te saldrán arrugas- al hacer mi comentario Evi no pudo aguantar una carcajada.
-Por lo menos no me veo como una bagabunda- contrataco. Frunci el ceño porque yo solo hice una broma.
-Me voy a mi clase Evi- y fui directo a mi clase sin ver a tras.El día paso algo amargo, Jamie se trato de disculpar conmigo por ser grosero y por supuesto que no se la acepte y por eso se enojo y se fue y no me volvió a hablar. Si, los dos somos muy orgullosos para aceptar y pedir disculpas.
Estaba en los pasillos de la universidad ya que salí tarde terminando unos trabajos. Estaba sumida en mis pensamientos cuando siento una ráfaga de viento pegandome y ya estaba contraminada en la pared por Tyler.
Quise gritar pero me tapó la boca con su mano.
-Dime que fue lo que viste ayer- rugió con sus ojos penetrantes.
-Yo... Yo...- no sabia que decir, estaba muerta del miedo el puede lastimarme.
-Solo...- suavizo su agarre en mi brazo y me miro con preocupación.
-¿que?- me atreví a preguntar.
-No me mires como un moustro- dijo en un susurro y pego su frente a la mía. No sé pero al verlo así supe que el no me haría daño y por una extraña razón me sentia protegida al estar con el.
-No lo haré. Pero debes de explicarme lo que vi- dije acariciando su mejilla.
-Lo prometo- dijo con una media sonrisa pero luego se desvaneció.
-¿que pasa?- pregunte.
-Con lo que dije aquella vez sobre que no eramos nada- hizo una pausa- quería disculparme porque para mi si somos algo y como he dicho eres MIA y no pienso compartiere con nadie- dijo seguro. Algo se revolvió en mi interior, yo quería estar con el pero soy tan orgullosa que no me atreví a demostrar mis sentimientos. No quiero ser destrozada otra vez pero solo por esta vez me arriesgare.
-Soy tuya y tu eres mio- al terminar de decir eso uní nuestros labios, extrañaba sus labios suaves y que cada vez que los tocaba algo se encendía en mi.Me olvide de todo y en este momento solo eramos el y yo. Me sentía en el paraíso.
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Lo sé, lo sé. No he podido publicar ya que he estado en examenes. No me odien por fa :)No se olviden en comentar!!
Los quiero mis amores.
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Una Verdad Más #Wattys2016
Teen FictionAnastasia, una chica de 18 años, extrovertida, sarcástica, rebelde y un angelito siempre y cuando le conviene. Tyler, un gilipollas, egocéntrico, con muchos secretos que por su carácter todas las chicas mueren por él. Ana descubre uno de los secreto...