Parte 1

9 2 2
                                    

He leído muchas novelas, de esas en que el personaje principal de la nada muere y es rencarnado en otro mundo o transportado. Siempre me gustaron, lo sé lo sé es tonto ya que soy mujer y generalmente es el varón que sueña en esas cosas. De hecho hay pocas heroínas en esas clases de novelas y si lo hay no son muy populares.
Bueno, dejando esas cosas de lado; se supone que debería estar muerta. Vi justo el momento en que esa bala perdida atravesó mi pecho y escuche como los latidos de mi corazón sonaban en mis oídos hasta que... Se puso negro.
Pensar en ello me hace poner los pelos de punta. Pero no tanto como lo que pasó después de ver todo oscuro.
Al principio no sentía nada hasta que poco a poco fui consciente del peso de mi cuerpo y del frío. A mí vino la idea de que tal vez haya sobrevivido así que impaciente comencé a tratar de mover mi cuerpo y a tratar de percibir mi ambiente.
Los sonidos y mi piel me indicaban que estaba en una cama, posiblemente en un hospital. De tanto intentar un día sentí en mis ojos el resplandor del sol e inconscientemente lo fui abriendo con dificultad, al principio me costó ver ya que todo era borroso. Las imágenes se fueron definiendo y al fin pude ver la habitación en que estaba, una habitación individual de esas que ves en las series de televisión lo cual me preocupo por los altos costos. Sin embargo, no pude concentrarme tanto dado que el chillido de una de las enfermeras me despertó. Luego de eso todo fue confuso un doctor tras otro fue llegando y mirándome como si vieran un milagro, por mi parte estaba cansada así que simplemente me dormí. Para ese momento no me había dado cuenta que estaba entubada cuando me desperté por segunda ves recién ahí me di cuenta y eso fue por la noche.
La tercera ves que me levanté... Fue ahí cuando todo cambio. Al lado mío escuche las voces de personas, voces diferentes a las usuales curiosa abrí mis ojos y vi a un hombre de unos 44 bien vestido cabello entre canoso y negro de lentes que escondían unos ojos rasgados color verde, vistiendo un traje, me miro fijamente como buscando algo. Tenía ganas de decir algo pero no podía, él está sentado en una silla y no estaba sólo estaba con otro hombre más joven que vestía igual.
-Al fin, mi nieto a despertado.
Musito satisfecho y creo que dijo algo más pero en ese momento lo único que pude rescatar y repetir en mi mente fue: «Nieto» Sí, esa palabra y quien no, si yo era una hermosa y delicada mujer o eso pensaba.
Días después vino a mí la cruel y despiadada verdad. Por alguna extraña razón me había convertido en hombre y no solo eso, para el tiempo en que desperté ya había pasado algunos años de mi muerte y no, no estoy en otro mundo, dimensión o lo que sea. Estoy en el mismo pinche planeta.

Después de...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora