Parte 4

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Realmente me sorprendió que un profesor conociera ese lugar. Sólo espero que se olvide de mi rostro no quiero tener a un profesor sobre mí el primer día. La clase que toca ahora es lenguaje según escuchó de los murmullos de las chicas, es un profesor joven y recién lleva un año ejerciendo. Para que las chicas le presten atención debe ser el único profesor que valga la pena aquí. Qué añoranza, recuerdo cuando hacía eso con mis amigas.
La puerta se abre.... ¡No puede ser, es él! Por qué me tiene que pasar esto a mi. Lo peor de todo es que como mi asiento está al pie de la puerta soy lo primero que ve al abrirla. Nuestros ojos se cruzan y por un instante se queda congelado pero el ruido de las chicas hace que avance.
-buenas tardes jóvenes- deja sus cosas en el escritorio- como quedamos ayer sus trabajos los espero al final de la clase y veo que hay un nuevo estudiante. Por favor levantese y presentese.
Tenía que ser... Me levanto apesadumbrada.
-Me llamo Derek Garn tengo 15.
-Es la presentación más corta que he oído- Me mira cruzando sus brazos y sentándose en la esquina del escritorio.
-Disculpe, es que no puedo decir nada más.
-Vamos, sé que es difícil dado que recién llegas pero así no conseguirás amigos.
Este profesor puede ser muy molesto y de alguna manera. Me parece que e vivido esto antes.
-Entonces deme un ejemplo.
Le desafió; no estoy actuando como hombre, ni mucho menos, yo siempre he sido así no me dejo mangonear ni porque sea un profesor.
-Bien, pues te enseñaré. Mi nombre es Tay Xian tengo 23, soy graduado de la Universidad X y cuando era de su edad estudiaba aquí. Me encanta encantan los perros, soy sol...

Él acaba de decir Tay Xian, ese Tay Xian, ese chico con el que siempre peleaba en el primer año y que luego se volvió mi mejor amigo hombre. Aunque era un mujeriego, adicto a dormir y a las fiestas. Ese que a pesar de todo pronóstico aprobó el examen para entrar a la misma universidad. ¡Ese Tay!
Ahora que le miro, ¡Es verdad es él! No lo había reconocido, a crecido tanto y tiene un rostro más serio quizás por los lente y la ropa de profesor. Sin embargo, sigue siendo el mismo con esa actitud tan molesta.
- y así es como se hace, verdad chicos.
Todos lo apoyan parece que a construido una buena relación con sus estudiantes. Suspiro
-Ahora inténtalo de nuevo.
Vamos ahogarte la fiesta un poco, como en los viejos tiempos.
-Bien, si así lo prefiere. Mi nombre, porque así me lo dijo el viejo que se hace llamar mi abuelo, es Derek Garn, me dijo también que tengo 15 años. Cuando dije que no podía decir nada más, no fue porque no quisiera hablar más, la cuestión es que hace como un mes y algo acabo de despertar del coma en el cual llevaba 5 años. Resulta que al parecer perdí mis recuerdos, según dijeron los doctores, después del aparatoso accidente de auto en el que perdí a mis padres. Dado a esa situación me resulta muy difícil decir algo de mí, cuando realmente no se nada de mí. Creo que eso es todo, por el momento y ¡Ah! Soy otaku.
Creo que es algo que no puedo evitar decir, es algo que me enorgullece aún si estoy en este cuerpo. Un silencio sepulcral miro a Tay
-Deja de bromear- dice con voz algo dudosa
-No estoy jugando, es la verdad pero aunque debo admitir que parece sacado de un manga.
-en serio- alza su ceja
-pues sí, ya me puedo sentar
-Sí
Luego de eso Tay trata de cambiar el ambiente. Me parece divertido siempre era así con nosotros, molestando sin importar el mañana. Esos días, realmente los extraño.

Después de...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora